Nuestro hombre del Sur
Se llama William Rhodes. Es alto, delgado, viste de gris y tiene la mirada de los negociadores. Una mirada clara y fija, clavada constantemente en su interlocutor. Una mirada que muchos, al sur de R¨ªo Grande, deben temer. Porque Rhodes es el hombre del Citibank en Latinoam¨¦rica, el director del comit¨¦ de reestructuraci¨®n de la deuda.La suya es una misi¨®n muy especial. Y es que su banco mantiene pr¨¦stamos con el Tercer Mundo por valor de 14.900 millones de d¨®lares, de los cuales la mayor¨ªa han sido absorbidos por pa¨ªses latinoamericanos. Tan importante es Rhodes que John Reed, el banquero de moda y presidente del Citicorp, le ha concedido el privilegio de utilizar la avioneta de la entidad.
Habla un castellano dulce, lleno de palabras aprendidas en ese sur que subsiste con una deuda cercana a los 400.000 millones de d¨®lares. A ¨¦l nadie le pide dinero nuevo. A William Rhodes le piden plata.
El enviado especial del Citibank se sienta a la mesa negociadora con representantes de muchos pa¨ªses. Y todos le deben. Brasil adeuda a su banco 4.600 millones de d¨®lares; Argentina, 1.400; Venezuela, 1.000; M¨¦xico, 2.800... Es una lista en la que no est¨¢n todos los que son.
Despu¨¦s de tantos a?os, Rhodes tiene sus preferidos. El m¨¢s listo de la clase es el l¨ªder argentino. No puede ocultar su admiraci¨®n: "La recuperaci¨®n de Argentina se debe al gran valor de una persona, de Ra¨²l Alfons¨ªn".
De Brasil se limita a decir que conflia en su futuro. Mucho es, teniendo en cuenta que la moratoria brasile?a oblig¨® a su banco a aumentar en 3.000 millones de d¨®lares las provisiones para afrontar cr¨¦ditos fallidos y a colocar 1.000 millones en p¨¦rdidas.
El hombre del Citibank para Latinoam¨¦rica quiere creer en sus pa¨ªses adoptivos. "Tienen tanta potencia exportadora...", suspira.
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