Georg Schnura, 'Mister 10%'
De c¨®mo un joven alem¨¢n de 37 a?os, de gustos exquisitos, se ha hecho multimillonario en poco tiempo invirtiendo en las bolsas espa?olas
Georg se gast¨® aquella noche dos millones de pesetas en el festejo de Mau Mau, feliz de poder agasajar a sus amigos (Junot, Fraile, Lapique, Ruiz-Mateos, entre otros muchos apellidos), aunque no le pas¨® inadvertido un detalle: entre la concurrencia hubo muchos n¨²meros doses, pero ning¨²n verdadero n¨²mero uno. Y es que resulta dif¨ªcil, aunque uno sea multimillonario, lograr ser admitido en el restringido club de los privilegiados del dinero.Georg, hijo de una familia acomodada de Heidelberg (Republica Federal de Alemania), es hoy due?o de una fortuna que algunos de sus amigos eval¨²an en 1.000 millones de pesetas "como m¨ªnimo", levantada en los escasos meses del boom burs¨¢til espa?ol. Georg Shnura, soltero, su Mercedes con ch¨®fer, ya se siente rico e importante, y quiere darse a conocer. Le pierde el af¨¢n de notoriedad; es el man dreams of fame, que dec¨ªa el poeta, ante el horror de algunos de sus allegados, que encarecidamente le recomiendan seguir en la sombra.
Georg H. Schnura, licenciado en Derecho y Econom¨ªa por la universidad de Mannheim, doctor en Derecho por Cambridge, es un individuo exquisito, amante de lo genuinamente bueno, de lo bien hecho y acabado. Tras iniciar a nivel individual sus pinitos inversores en Espa?a en 1983, Schnura se ha hecho con la representaci¨®n de una serie de fondos de inversi¨®n alemanes decosos de invertir en las bolsas espa?olas. Hoy, Georg controla un volumen de inversi¨®n de m¨¢s de 50.000 millones de pesetas, con intereses tan importantes como un 10% de Land Rover antana, un 7% en Amper, un 10% en el Grupo 86 de seguros, tro 10% en IB-Mei y, la bomba, cerca de otro 10% en Explosivos R¨ªo Tinto. Georg H. Sclinura, o Mister 10%.
A Georg H. Schnura ha empezado a cansarle el hotel Miguel ?ngel, y anda ahora a la busca de casa en Madrid. Aunque su castellano es muy rudimentario y prefiere explicarse en ingl¨¦s, Espa?a ha captado su coraz¨®n. Como se lo han captado Marbella, el restaurante Lucio, el club El Port¨®n y el baile flamenco. Nunca tanto, sin embargo, como el edificio de la Bolsa de Madrid, en la plaza de la Lealtad. "Sienipre me ha interesado Espa?a, y ya desde mis tiempos de estudiante amontonaba libros sobre este pa¨ªs". Tras empezar a trabajar en la red exterior del BHF Bank, Georg comenz¨® a fijarse en Espa?a. Como apasionado del fen¨®meno burs¨¢til, comenz¨® a escribir para una publicaci¨®n semanal especializada de la RFA un comentario sobre la bolsa espa?ola, en el que hac¨ªa recomendaciones sobre qu¨¦ valores espa?oles comprar.
Eran los tiempos en que Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, pr¨®fugo de la justicia espa?ola, hab¨ªa instalado su cuartel general en el hotel Intercontinental de Francfort. Scl¨ªnura y Ruiz-Mateos trabaron all¨ª conocin¨²ento, y desde entonces les une una buena amistad.
Analista de inversiones
La ocupaci¨®n oficial de Georg Schnura es la de analista de. inversiones, el hombre que decide en qu¨¦ valores colocar los dineros que le confian distintos fondos de inversi¨®n y de pensiones alemanes, formados por bancos y compa?¨ªas de seguros. Ello le da una gran capacidad de decisi¨®n e influencia. Poder, en suma Muy ligado a Gesc¨¢pital, la mediadora de la que se ayud¨® nada m¨¢s llegar a Espa?a, el banco Urquijo-Uni¨®n le tiene prestada una oficina, aunque ahora Georg est¨¢ montando sus propias instalaciones, porque no est¨¢ bien vivir de la caridad ajena cuando se es ya uno de los reyes del parquet.En la Bolsa de Madrid, Georg Schnura despierta pasiones encontradas, desde quienes le reconocen como un genio, due?o de un olfato especial para adelantarse a los acontecimientos, a los que le atacan sin compasi¨®n: "Schnura es un aventurero, un especulador nato; lo de experto analista es un simple camuflaje. Lo suyo, desde que empez¨® a escribir esos comentarios en Alemania sobre la bolsa espa?ola, es recalentar t¨ªtulos: se invierte en un valor, se escriben y airean despu¨¦s las excelencias del mismo y, cuando se ha hecho subir su cotizaci¨®n, se larga el papel realizando beneficios", opina un conocido agente de bolsa
Gerentes de las empresas en las que Schnura tiene invertidos sus fondos, por el contrario, tienen a este joven alem¨¢n, m¨¢s parecido a un nuevo fil¨®sofo que a un tibur¨®n burs¨¢til, en gran estima, y no tienen reparos en manifestarlo. "Tengo una impresi¨®n excelente de Sclinura y su grupo", se?ala Antonio L¨®pez, presidente de Amper. "Desde luego, estaban con nosotros antes del crash burs¨¢til, y siguen estando; no han vendido".
Es dif¨ªcil saber d¨®nde terminan las actividades de Schnura como agente de los grupos que representa y d¨®nde empiezan sus intereses como inversor individu¨¢l. En el Grupo 86 de seguros cohabitan su condici¨®n de accionista institucional y de asesor privado. "Como tal asesor hemos hecho con ¨¦l muy buenos negocios; hemos ganado mucho dinero, 31 Schnura participa en los beneficios de esa actividad", declara Ignacio Roche, consejero delegado del Grupo 86. Con un portfolio cada d¨ªa mejor surtido de t¨ªtulos y dinero, Georg Schnura parece cada vez m¨¢s cerca de Espaffla y m¨¢s lejos de la RFA. Al fin y al cabo, "Espa?a es un pa¨ªs espl¨¦ndido pata vivir e invertir".
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