De Luis Candelas a Alejandro Magno
Naci¨® Garc¨ªa Maroto en Ja¨¦n, en diciembre de 1903. Su primer trabajo en el cine fue el de ayudante de c¨¢mara en Una aventura de Luis Candelas, dirigida por Jos¨¦ Buclis, en 1926.Desde entonces se multiplic¨® en todo tipo de funciones en todo tipo de pel¨ªculas, hasta que, en condiciones precarias y extra?as, realiz¨® en s¨®lo 30 d¨ªas, casi improvisada, La hija del penal (filme que fue consecuencia de tres cortometrajes: Una de fieras, Una de miedo y Una de ladrones, realizados en 1934), que entusiasm¨® a los cr¨ªticos de entonces y abri¨® una filmograf¨ªa poco conocida pero muy influyente en la historia de nuestro cine.
"Con La hija del penal", dice Garc¨ªa Maroto, "primero sent¨ª terror por las estrecheces en que deb¨ªa rodarse. Despu¨¦s todo comenz¨® a ir tan bien que en el rodaje ten¨ªamos que interrumpir tomas porque el equipo entero romp¨ªa a re¨ªr en mitad de ellas. Trabajar con Antonio Vico fue inolvidable. Si hubiera podido continuar mi cine humor¨ªstico en la posguerra, todo lo habr¨ªa hecho con ¨¦l. Era un actor sin igual".
Despu¨¦s vinieron Los cuatro Robinsones en 1939; Oro vil. en 1941; ?Por qu¨¦ vivir tristes? en el mismo a?o; Mi fant¨¢stica esposa en 1943; La mantilla de Beatriz en 1945; No hay chicos malos en 1946; La otra sombra en 1948; Tru anes de honor en 1952; Tres eran tres en 1958, y Aventuras de Don Quijote en 1961. Y lleg¨® el fin de su etapa de director.
Tras de ella, Garc¨ªa Maroto se convirti¨® en t¨¦cnico de producci¨®n, y como tal, en los sesenta, trabaj¨® en las producciones de Hollywood rodadas en Espa?a, lo que le permiti¨® colaborar con King Vidor, Jean Negulesco, Robert Rossen, Stanley Kubrick, Vincente Minnelli, Cary Grant, Peter Lorre, Fredrick March, Tyrone Power, Yul Bryriner, Frank Sinatra y otros grandes nombres del cine de Hollywood.
"Lo que caracteriza al cine norteamericano", dice el cineasta, "lo que le diferencia del nuestro, es su capacidad para -pese a que est¨¢ hecho por profesonales perfectamente entrenados- renovarse y aprender de los errores, rectificar. Mientras a nosotros nos paraliza la rutina, ellos supieron siempre salir de ella".
Babelia
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