Solchaga amenaza con endurecer la pol¨ªtica econ¨®mica si el a?o pr¨®ximo se negocian salarios elevados

El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, amenaz¨® ayer con tomar duras medidas de ajuste si en 1989 los salarios se muestran incompatibles con el fin de reducir la inflaci¨®n. No concret¨® cu¨¢l ser¨¢ el objetivo de precios para 1989, aunque apunt¨® que se aproximar¨¢ al 3% y reconoci¨® que tales medidas podr¨ªan perjudicar a la creaci¨®n de empleo. Al anticipar las grandes cifras de los Presupuestos Generales del Estado para 1989, revel¨® que los gastos crecer¨¢n en 1988 un 3,5%, m¨¢s de lo presupuestado y los ingresos un 6%

El Gobierno est¨¢ dispuesto a tomar medidas m¨¢s duras que las aprobadas esta semana, aunque perjudiquen a la creaci¨®n de empleo, si el a?o pr¨®ximo los salarios alcanzan niveles incompatibles con situar la inflaci¨®n en la senda del 3%, seg¨²n dijo ayer el ministro de Econom¨ªa y Hacienda. Carlos Solchaga apunt¨® que este objetivo es alcanzable, pero reiter¨® que el Ejecutivo no se pronunciar¨¢ sobre la cifra exacta de inflaci¨®n prevista [3%, 3,5% ¨® 4%] hasta el pr¨®ximo d¨ªa 30 cuando se anuncie el nuevo cuadro macroecon¨®mico para 1988 y 1989.Tras avanzar algunas l¨ªneas de los presupuestos del Estado para 1989 y explicar las medidas contra el rebrote manifestado por los precios en julio y agosto, Solchaga se anticip¨® a las preguntas de los periodistas; con el anuncio de que el Gobierno "no ha decidido todav¨ªa" el objetivo de precios para 1989. Luego, interrogado sobre posibles diferencias en el Ejecutivo en torno a la revisi¨®n o no del 3%, contest¨® con una sonrisa ir¨®nica que "todos los ministros coinciden en el objetivo de luchar contra la inflaci¨®n".

El titular de Econom¨ªa asegur¨® que antes de final de a?o la tasa anual de inflaci¨®n se situar¨¢ por debajo del 5,6 de agosto, porque espera una bajada de la alimentaci¨®n. Sin embargo, Solchaga a?adi¨® que el Gobierno "no se hab¨ªa hecho ilusiones" de terminar 1988 con el 3%, a la vista de que no se reduc¨ªa la inflaci¨®n subyacente -sin contar la energ¨ªa ni los alimentos perecederos- y de que la negociaci¨®n salarial daba lugar a incrementos salariales de hasta el 8%.

Solchaga dijo que para 1989 pod¨ªa proponerse como objetivo de inflaci¨®n el 3%, pero advirti¨® que si los convenios se firman con incrementos salariales del 6%, no le parec¨ªa "un objetivo alcanzable". Precis¨® que, si esto ocurre, el Gobierno se ver¨¢ obligado, como acaba de hacer esta semana, pero incluso con mayor alcance, a tomar medidas monetarias y fiscales para impedir que el nivel del cr¨¦dito y del gasto recalienten la econom¨ªa y conduzcan a desequilibrios. Admiti¨® que estas medidas afectar¨ªan a la creaci¨®n de empleo, por lo que "desear¨ªamos no llegar a ellas".

El ministro apunt¨® como principal amenaza para la inflaci¨®n a los salarios. "El Gobierno", dijo, "no puede convertirse en ¨¢rbitro entre empresarios y trabajadores en la fijaci¨®n de salarios, pero si se pone en peligro el objetivo de inflaci¨®n, estamos dispuestos a tomar medidas".

Di¨¢logo social

A la vez, recogi¨® la invitaci¨®n de la patronal CEOE para que el Gobierno promueva una reuni¨®n con patronal y sindicatos con el fin de llegar a un acuerdo social Sin embargo, advirti¨® que "el di¨¢logo social es una actitud permanente, mientras la concertaci¨®n es una transacci¨®n. Lo que no se puede hacer es sentarse a una mesa y decir que negociar salarios es una cosa anticuada". No se mostr¨®, partidario de reabrir la mesa de negociaci¨®n con los funcionarios, porque "ya han pactado incrementos salariales por encima de la inflaci¨®n".

Solchaga insisti¨® en que el Estado no tiene ni tendr¨¢ el a?o pr¨®ximo un papel expansivo ante el crecimiento econ¨®mico y la inflaci¨®n, porque reducir el d¨¦ficit significa que aumenta su recaudaci¨®n fiscal en m¨¢s de lo que devuelve luego a la econom¨ªa con incremento de gastos.