Hallado en el sur de Cerde?a parte del casco de un barco catalano-aragon¨¦s del siglo XV
El fragmento de madera ser¨¢ trasladado a Espa?a y sometido a un tratamiento de conservaci¨®n
Una misi¨®n arqueol¨®gica espa?ola, promovida por la Sociedad Estatal para el V Centenario, excava la zona donde se hallan los restos de una nave de la Corona de Arag¨®n hundida frente a las costas de Villasimius (sur de Cerde?a) a finales del siglo XV, uno de los dos ¨²nicos barcos de ¨¦poca medieval descubiertos en el Mediterr¨¢neo. El reciente hallazgo de parte del casco de una embarcaci¨®n que se supone coet¨¢nea de las de Crist¨®bal Col¨®n fue celebrado con champa?a por los 21 miembros de la expedici¨®n, que avanzan cent¨ªmetro a cent¨ªmetro por el fondo del mar a fin de aportar nuevos datos a la historia de la navegaci¨®n.
Todav¨ªa no se dispone de material suficiente para determinar con precisi¨®n de qu¨¦ barco se trata. El fragmento del casco hallado por la misi¨®n arqueol¨®gica que dirige el catedr¨¢tico Manuel Mart¨ªn Bueno, de unos 10 metros cuadrados, se encontraba cubierto por m¨¢s de un metro de arena y algas, y pertenec¨ªa, seg¨²n un estudio preliminar, a la cubierta o a un costado de la nave. La aparici¨®n de la madera, que se encuentra a unos 15 metros de profundidad, fue precedida por el hallazgo, ocurrido poco despu¨¦s de iniciarse los trabajos el pasado 15 de julio, de dos peque?os ca?ones pertenecientes tambi¨¦n a la nave naufragada.El pecio -restos de un naufragio- fue descubierto de forma casual en 1988, a?o en que especia listas italianos realizaron una primera campa?a de prospecci¨®n que culmin¨® con la recuperaci¨®n de ocho ca?ones -de dos tipos distintos-, una espada, varios trozos de cer¨¢mica y un sello de plomo. Este conjunto .de materiales -que se conserva en Cerde?a sin restaurar-, y especialmente el sello de plomo, acu?ado en Mallorca durante la ¨¦poca de Fernando el Cat¨®lico, revelan, seg¨²n coinciden en afirmar Mart¨ªn Bueno y el profesor Cesare Casula, director del Instituto para la Cooperaci¨®n Italoib¨¦rica, que el barco naufragado junto a Cavoll -Islote situado a poca distancia de la costa de Villasimius- "fue una nave mallorquina o catalana coet¨¢nea de las de Crist¨®bal Col¨®n". Dataci¨®n y pertenencia que el an¨¢lisis preliminar de las maderas encontradas ahora viene a confirmar.
"En unos casos", se?ala Mart¨ªn Bueno, "las tablas est¨¢n unidas por piezas de madera, y en otros por clavos sellados con plomo, t¨¦cnica que se utilizaba en la ¨¦poca". "Lo que todav¨ªa no podemos precisar", apunta Casula, "es si se trata de un barco de carga o de una galera [nave de guerra], aunque ocho ca?ones [en referencia a los hallados por los italianos] son muchos ca?ones para una galera".
Barco corsario
La situaci¨®n en que fueron encontrados estos ca?ones, dispersos por la zona existente entre el punto de la costa donde, al parecer, el barco golpe¨® contra las rocas y el lugar donde se hallan los restos del casco, revela que en el momento del naufragio las armas se encontraban en cubierta y no en la bodega. Este dato sugiere, a su vez, que una parte de los ca?ones formaba el sistema defensivo del propio barco y que el resto hab¨ªa sido arrebatado a otra nave en el mar. En caso de que se confirmase esta hip¨®tesis, los restos hallados en Cerde?a podr¨ªan haber pertenecido a un barco corsario al servicio de la Corona de Arag¨®n.
Otra hip¨®tesis en la que se trabaja apunta a la posible relaci¨®n entre el barco naufragado y una peque?a flota de la Corona de Arag¨®n que acud¨ªa a informar al Papa del descubrimiento de Am¨¦rica. Esta flota, que, seg¨²n ha constatado Casula en fuentes documentales, sali¨® de Barcelona e hizo escala en Mallorca y en Alguer, ya en la costa de Cerde?a, se perdi¨® despu¨¦s en un lugar no determinado al sur de la isla. La recuperaci¨®n completa del pecio, que seg¨²n las previsiones no se completar¨¢ hasta 1992 -en campa?as de trabajo de dos meses por a?o- aportar¨¢, previsiblemente, los datos necesarios para responder a estos interrogantes y nuevos conocimientos sobre la arquitectura naval de la ¨¦poca, as¨ª como detalles sobre el punto de partida del barco, la composici¨®n de su tripulaci¨®n o las t¨¦cnicas de navegaci¨®n que utilizaban.
El fragmento de madera hallado frente a la isla de Cavoli y los restantes materiales que se recuperen durante la actual campa?a de excavaci¨®n, que se prolongar¨¢ hasta los primeros d¨ªas del pr¨®ximo mes de septiembre, ser¨¢n trasladados a Espa?a, donde ser¨¢n tratados para su conservaci¨®n. El trabajo ser¨¢ realizado por el equipo de Mart¨ªn Bueno en la Universidad de Zaragoza, que cuenta con laboratorios apropiados para el tratamiento de la madera empapada.
Materiales org¨¢nicos
Al contrario de lo que ocurre en los yacimientos terrestres, donde pr¨¢cticamente desaparecen, los materiales org¨¢nicos -madera, cuero o telas- se conservan relativamente bien bajo el agua. Y aunque mantienen su forma, la modificaci¨®n de su estructura celular provocada por el agua los convierte en piezas de enorme fragilidad.
El sistema de conservaci¨®n que aplicar¨¢ Mart¨ªn Bueno, conocido por la siglas PEG (de polletileno glicol) es el mismo que se ha empleado, por citar dos casos paradigm¨¢ticos de resonancia internacional, con el Wasa -barco de guerra sueco hundido en 1628 que se exhibe en un museo de Estocolmo- o con los restos de las naves vikingas de Roskilde -recuperadas en 1962 en una operaci¨®n promovida por el Museo Nacional de Dinamarca- La operaci¨®n consiste en sustituir el agua que empapa la madera por PEG -un producto compuesto por ceras sint¨¦ticas con una amplia gama de variantes-, de modo que, al solidificarse, evite las deformaciones que producir¨ªa el secado natural de la pieza. La ventaja del PEG respecto a otros productos reside en que puede utilizarse en objetos de gran tama?o y en que no resulta excesivamente caro. Entre los argumentos en contra, destaca el hecho de que los objetos tratados deben permanecer a perpetuidad en unas determinadas condiciones de temperatura y humedad, lo que encarece enormemente su exposici¨®n muse¨ªstica.
Una vez tratados, los restos de Cavoli ser¨¢n expuestos en la Exposici¨®n Universal de Sevilla y despu¨¦s de ser exhibidos en una muestra itinerante ser¨¢n devueltos a Cerde?a, cuya capital, Cagliari, dispone de un notable museo arqueol¨®gico.
El final de la excavaci¨®n en Cavoli coincidir¨¢ con el inicio de los trabajos en Cadaqu¨¦s, donde han sido localizados los restos de otro barco de ¨¦poca medieval. En esta excavaci¨®n, promovida tambi¨¦n por el V? Centenario en colaboraci¨®n con la Generalitat de Catalu?a, entre otras instituciones, participar¨¢n por turnos 71 j¨®venes arque¨®logos, algunos de ellos extranjeros, dirigidos por Javier Nieto.
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