Los mercados mundiales vuelven a recuperarse
Los mercados mundiales de arte, especialmente en los apartados de obra contempor¨¢nea, impresionismo y maestros de las vanguardias comienzan a experimentar una lenta recuperaci¨®n, en consonancia con el curso apuntado por los analistas para el conjunto de la econom¨ªa mundial, cuya reactivaci¨®n se prev¨¦ para mediados de este a?o. Un factor que retrasa la reactivaci¨®n del sector es el retraimiento de la oferta, en espera de una coyuntura propicia para maximizar beneficios.Pese a ello, el sistema global de promoci¨®n, tr¨¢fico y comercializaci¨®n de obras de arte ha sufrido, a causa de la guerra del Golfo P¨¦rsico y de la recesi¨®n econ¨®mica, una sacudida que todos los observadores comparan, por sus efectos, con el viernes negro de octubre de 1987 en Wall Street, que supuso un aldabonazo para los capitales especulativos y puso en guardia a la econom¨ªa mundial ante los excesos de confianza propiciados por un per¨ªodo alcista.
En el mercado de arte, los efectos han sido parecidos. Los grupos de inversores que se dedicaban a comprar en la esperanza de una r¨¢pida realizaci¨®n de beneficios han desaparecido del mapa. Alan Bond, el promotor australiano que pas¨® del record al fiasco con su frustrada adquisici¨®n de Los girasoles de Van Gogh por m¨¢s de 5.000 millones de pesetas, ha abandonado ya sus sue?os y la obra que no pudo adquirir est¨¢ en los fondos del Museo J. Paul Getty de California, que la compr¨® por una cantidad no revelada, pero muy inferior.
Otros famosos coleccionistas-inversores de arte, como el llamado Grupo de Estocolmo -un consorcio de acaudalados inversores suecos que lleg¨® a copar lotes enteros de subastas de arte en Europa y Norteam¨¦rica- han desaparecido por completo de las galer¨ªas y las salas de puja. Lo mismo cabe decir de los japoneses, considerados en los a?os 80 como los principales compradores.
Este cambio de panorama, que restituye la primac¨ªa en el mercado adquisitivo de obras de arte a los grandes coleccionistas, las galer¨ªas y marchantes m¨¢s profesionales y los equipos de compra de los museos financiera mente bien dotados, ha tenido tambi¨¦n sus efectos al otro lado del mostrador. En Europa Occidental, Norteam¨¦rica y Jap¨®n, los vendedores de arte obsesionados por la rentabilidad y alejados de la dimensi¨®n cultural del arte -como la relaci¨®n tradicional entre artista y marchante, mucho m¨¢s profunda que una mera gesti¨®n comercial han visto socavadas sus bases de actividad.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.