Como en los Viejos tiempos

El golpe de Estado contra Mija¨ªl Gorbachov lla provocado un fuerte: impacto psicol¨®gico en Estados Unidos. La reacci¨®n de las gentes de este pa¨ªs ha sido mucho m¨¢s contundente que la inicial respuesta oficial ofrecida por el presidente George Bush el pasado lunes y que motiv¨® una segunda respuesta del, dirigente republicano trariscurridas unas horas.La popularidad de Gorbachov y la confianza que emanaba , su imagen y su pol¨ªtica de apertura y deshielo en EE UU ha sido largamente tratada durante los ¨²ltimos seis a?os. La gorbymania no se ha reflejado en ning¨²n otro pa¨ªs con la intensidad con que se ha vivido en ¨¦ste, donde el mandatario sovi¨¦tico gozaba y goza de una gran reputaci¨®n.

La ca¨ªda de Gorbachov no s¨®lo ha provocado la inmediata y masiva respuesta de los medios informativos, sino que tambi¨¦n ha afectado a muchos habitantes del pa¨ªs. La comunidad jud¨ªa, por ejemplo, se pregunta qu¨¦, va a pasar con las decenas de miles de hebreos sovi¨¦ticos que esperaban un visado para viajar a Estados Unidos y reunirse con sus familias.

Centeriares de estudiantes, hombres de negocios atra¨ªdos por la perestroika, estaban a punto de viajar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, unos para iniciar cursos acad¨¦micos y otros para tratar de penetrar en el mercado sovi¨¦tico.

Colapso telef¨®nico

Algunos datos permiten tener conciencia de los efectos que ha tenido en EE UU el golpe que ha derribado a Gorbachov, elegido en 19 89 hombre de la d¨¦c¨¢da por la revista Time. La American Telephone and Telegraph Company registr¨® el lunes un aumento del 100% en el flujo de llamadasa la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Un portavoz de la compa?¨ªa reconoci¨® ayer que los circuitos estaban completamente colap:sados. Las compa?¨ªas a¨¦reas y las agencias de viaje se han visto asimismo asaltadas por clientes deseosos de saber qu¨¦ situaci¨®n van a encontrar en Mosc¨².

Pese al golpe de Estado y las irecomendaciones del Departamento de Estado, que aconseja rio viajar a la URSS, los norteamericanos no

han cancelado sus reservas, seg¨²n explican los ejecutivos de Pan Am y Aeroflot. En estos momentos, el Departamento de Estado calcula que 4.500 norteamericanos se encuentran en el interior de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

La Voz de Am¨¦rica, Radio Liberty y Radio Free Europe han iniciado transmisiones en ruso dirigidas a los habitantes de la URSS. La ca¨ªda de Gorbachov y la vuelta de los duros al Kremli:n han despertado a los norteamericanos del sue?o de la perestroika para sumergirlos, una vez m¨¢s, en la oscuridad y temores que caracterizaron los viejos tiempos. El fantasma de la gLierra fr¨ªa vuelve a aparecer en EE UU.