Espa?a, control m¨¢s control, y de postre, control

Cuando Felipe Gonz¨¢lez dice que "har¨¢ falta un gran esfuerzo" para unirse al pelot¨®n de cabeza de Europa, no est¨¢ hablando de cosas abstractas sino de algo concreto que afecta al futuro y a los servicios que recibe cada ciudadano.Si dentro de 3 semanas se llega a un acuerdo y Espa?a firma el nuevo Tratado, en los pr¨®ximos 6 a?os (hasta 1997) el Gobierno (socialista o conservador) quedar¨¢ comprometido a realizar una pol¨ªtica econ¨®mica que persiga estos cuatro objetivos:
1) Controlar el d¨¦ficit p¨²blico, es decir la diferencia entre lo que se ingresa a trav¨¦s de los distintos impuestos y lo que se destina cada a?o a gasto. En 1997 ese d¨¦ficit (que incluye el de la Administraci¨®n central, las Comunidades Aut¨®nomas, los municipios y la Seguridad Social) no podr¨¢ ser superior al 3% del Producto Interior Bruto. En la actualidad, es del 3,7%.
Reducir esa diferencia supone controlar estrechamente los Presupuestos, de forma que no se disparen los gastos. Es evidente que el mayor gasto se origina en los llamados cap¨ªtulos sociales (sanidad, pensiones, educaci¨®n), de infraestructura y de pago de intereses de la deuda p¨²blica.
Para reducir el d¨¦ficit en Espa?a es imprescindible llegar a un acuerdo con las Comunidades Aut¨®nomas. Europa exige tambi¨¦n que la deuda p¨²blica (instrumentos que utiliza el Estado para aumentar sus recursos y financiar los gastos) no sea superior en 1997 al 60% del PIB. Actualmente en Espa?a es del 44,7%.
2) Controlar la inflaci¨®n, de forma que no supere en m¨¢s de 1,5 puntos la media de la que consiguieron los tres mejores pa¨ªses de la CE en 1996. En la actualidad, la inflaci¨®n espa?ola es de 5,7 puntos, y la media de los tres mejores, 2,7.
Seg¨²n la pol¨ªtica desarrollada hasta ahora en Espa?a, s¨®lo hay tres formas de luchar contra la inflaci¨®n:
a) altos tipos de inter¨¦s, para que el cr¨¦dito sea caro y haya menos demanda, y reducir la masa de dinero en circulaci¨®n. Ambas cosas hacen que el ritmo de crecimiento econ¨®mico sea menor, que se genere menos empleo y que aumente el paro.
b) reducci¨®n del gasto p¨²blico y aumento de los impuestos.
c) una pol¨ªtica de rentas que permita vincular los salarios, a la productividad y controlar su crecimiento. Es decir, algo parecido al "pacto de competitividad" propuesto por Carlos Solchaga.
3) Control de los tipos de inter¨¦s a largo plazo. La CE exigir¨¢ que no sean superiores en m¨¢s de 2 puntos a la media de los 3 m¨¢s bajos (resulta incompatible con una de las medidas aconsejadas para luchar contra la inflaci¨®n). Los bajos tipos de inter¨¦s reducen, l¨®gicamente, la llegada de capital extranjero y dificultan el control del d¨¦ficit.
4) Control de los tipos de cambio. Como muy tarde el 1 de enero de 1994, (aunque muchos expertos consideran que antes) la peseta no podr¨¢ oscilar en su cotizaci¨®n respecto a otras monedas comunitarias en m¨¢s de un 2,25%, arriba o abajo. Actualmente puede oscilar en un 6,18% en ambas direcciones. Desaparece as¨ª un instrumento utilizado normalmente para favorecer la competitividad de la econom¨ªa. No se descarta que la entrada en lo que se llama "banda estrecha" coincida con un reajuste de paridades, de forma que la peseta se deval¨²e.
Si se consiguen estos objetivos, en 1997 se entrar¨¢ en la fase 3 de la Uni¨®n, y la pol¨ªtica monetaria y macroecon¨®mica espa?ola pasar¨¢ a depender, como las de los otros pa¨ªses, de organismos comunitarios.
Dada la actual integraci¨®n de la econom¨ªa espa?ola en la europea, la Uni¨®n no se plantea, seg¨²n el Gobierno, como una opci¨®n, sino como obligaci¨®n. Si Espa?a forma parte del proceso conseguir¨¢ quiz¨¢s un crecimiento m¨¢s peque?o que el que obtiene ahora, pero ser¨¢ estable y continuado.
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