Gombrich critica la epidemia actual de nacionalismo, chovinismo y tribalismo
El historiador del arte fue investido doctor 'honoris causa' por la Complutense
Ernest Hans Gombrich, una de las m¨¢ximas autoridades en historia del arte, siente que hoy en d¨ªa la rep¨²blica del saber "se ve nuevamente amenazada por la locura que de vez en cuando se apodera de la humanidad". "Me refiero a la epidemia del extremo nacionalismo", dijo, "del chovinismo e, incluso, del tribalismo que ¨²ltimamente ha despedazado Estados enteros y amenaza a otros con la desintegraci¨®n y el caos". Gombrich fue investido ayer en Madrid doctor honoris causa por la Universidad Complutense, junto con el tambi¨¦n historiador del arte Yves Bottineau y el experto en derecho Antonio La Pergola. El rector, Gustavo Villapalos, fue recibido en la calle por trabajadores que protestaban contra ¨¦l.
Pese a tratarse del elevado ¨¢mbito universitario, la ceremonia tuvo rasgos de comedia celtib¨¦rica de costumbres: el rector fue esperado en la calle de San Bernardo al grito de "?Villapalos, chorizo, cumple tus compromisos!"; el acto comenz¨® con media hora de retraso; la sala estaba llena por encima de su capacidad; algunos instrumentos del grupo musical desafinaban horriblemente; un apag¨®n sumi¨® a la sala en las tinieblas y dej¨® al orador sin megafon¨ªa durante unos minutos, y miembros del personal universitario desplegaron en varios momentos carteles reivindicativos.
Todo ello no consigui¨® que se interrumpiera la larga ceremonia, cerrada por el breve pero intenso discurso de Grombich, comenzado en lat¨ªn y terminado en ingl¨¦s. Nacido en Viena en 1909, el autor de una Historia del arte que ha vendido m¨¢s de dos millones de ejemplares y ha sido traducida a 18 idiomas hizo un ataque contra el patriotismo arrogante y una defensa de la universalidad de las artes.
"El patriotismo, es decir, el amor por el propio pa¨ªs", dijo Gombrich, "es, sin lugar a dudas, una virtud, pero el orgullo y la arrogancia que producen odio y desprecio por los dem¨¢s es, tambi¨¦n sin lugar a dudas, un vicio". "Mi objetivo, la historia del arte", agreg¨®, "deber¨ªa ofrecer un ant¨ªdoto contra este pecado mortal, contra esta negaci¨®n de la hermandad entre los hombres".
El mundo del arte en el siglo XX se ha convertido en un sal¨®n de espejos, seg¨²n se?al¨® Gombrich en su discurso. Para el historiador del arte, "los peri¨®dicos y las exposiciones se preocupan de que cualquier estudiante de arte de primer a?o sepa lo que est¨¢ de moda en Nueva York o Par¨ªs. Me parece muy natural, quiz¨¢s inevitable, que esta influencia de la moda conduzca a una reacci¨®n saludable por parte de aquellos que desean preservar su identidad. Sin embargo, que nunca olviden que esta misma identidad solamente va a surgir en el contacto y en el conficto; dicho de otro modo, en el proceso de elecci¨®n con el que la situaci¨®n de las artes los enfrente. 'Ning¨²n hombre es una isla', dec¨ªa el gran poeta ingl¨¦s John Donne. Efectivamente, ning¨²n artista ha sido nunca una isla".
Previamente al discurso de Gombrich, leyeron el suyo el siciliano Antonio La Pergola, ex ministro para Europa del Gobierno italiano, catedr¨¢tico en Roma y experto en derecho intemacional y constitucional, y el historiador del arte franc¨¦s, autor de El arte barroco, Yves Bottineau.
Emest Hans Gombrich dictar¨¢ hoy una conferencia, a las doce de la ma?ana, en la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, con el t¨ªtulo La magia de los ojos.
Babelia
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