Contra la pared
Abbey National compr¨® las acciones de Cor despu¨¦s de la fecha de retracci¨®n de la quiebra
El banco brit¨¢nico Abbey National adquiri¨® a Cor su participaci¨®n del 23% en la corporaci¨®n Abbeycor Nacional Hipotecario despu¨¦s de la fecha de retracci¨®n de la quiebra del Grupo Cor decretada por el Juzgado n¨²mero 10 de Barcelona. El Grupo Cor se enfrenta a un doble proceso legal al seguir adelante la suspensi¨®n de pagos admitida a tr¨¢mite por el Juzgado n¨²mero 60 de Madrid y tener decretada la quiebra por el Juzgado n¨²mero 10 de Barcelona. La empresa, fundada en 1986 por el financiero Jes¨²s Balaguer, no logra cristalizar un acuerdo con los acreedores. Un grupo de ¨¦stos estudia la impugnaci¨®n de la venta de las acciones de Cor a Abbey National porque considera que "se ha producido en la pr¨¢ctica un alzamiento de bienes", se?alan los representantes legales de los acreedores disconformes.
El pasado 24 de febrero, el juez admit¨ªa el expediente de suspensi¨®n del Grupo Cor con una deuda global de 3.142 millones de pesetas, de los que 2.000 millones corresponden a pagar¨¦s emitidos por la empresa y suscritos por inversores particulares en paquetes inferiores a tres millones de pesetas. Ese grupo, controlado por Jes¨²s Balaguer y el constructor catal¨¢n Juan Antonio Mediavilla, centra su actividad en el mercado inmobiliario y se ha extendido en el sector financiero por medio de la sociedad hipotecaria Abbeycor Nacional Hipotecario.
Insolvencia
La sociedad hipotecaria Abbeycor estaba participada desde su fundaci¨®n por Abbey National (67%), Grupo Cor (28%) y Winterthur (5%). En marzo de 1991, el Grupo Cor, agobiado por importantes problemas de liquidez, inici¨® un repliegue culminado en octubre del mismo a?o con la venta del 23% de Abbeycor Nacional Hipotecario al socio mayoritario, Abbey National. Tras esta operaci¨®n, el banco brit¨¢nico abandon¨® la actividad como sociedad hipotecaria para convertirse en Abbey National Bank SAE con nueva ficha en el registro del Banco de Espa?a. En paralelo a este proceso, y mientras Cor preparaba la suspensi¨®n de pagos (aceptada el 24 de febrero de este a?o), se abr¨ªa inesperadamente una nueva v¨ªa judicial con la quiebra instada en Barcelona.El mecanismo judicial de la quiebra expresa ahora los interrogantes sobre la insolvencia real de Balaguer y Mediavilla, encubiertos por la iliquidez que les llev¨® a la suspensi¨®n de pagos. El juzgado de Barcelona ha fijado la retracci¨®n de la quiebra -fecha desde la cual los propietarios de la empresa son insolventes- en mayo de 1991. Sin embargo, Balaguer y Mediavilla vendieron su participaci¨®n en Abbeycor mucho despu¨¦s -en octubre del mismo a?o-. Eso "significa que enajenaron activos cuando eran muy conscientes de su insolvencia", seg¨²n afirman los representantes legales de algunos acreedores que no han llegado a un acuerdo para cobrar las cantidades adeudadas. Estas deudas, origen del actual litigio, corresponden a vencimientos de los pagar¨¦s emitidos por Cor.
Los representantes legales de los acreedores han requerido a David Pheland, consejero delegado de Abbeycor National, y a Jos¨¦ Cercos, consejero del banco y consejero delegado de Winterthur, para advertirles que al adquirir las acciones de Cor incurren en "cooperaci¨®n necesaria en una operaci¨®n en la que la ocultaci¨®n de bienes se verifica mediante desplazamiento del patrimonio del deudor", cita textualmente el escrito de los letrados. Despu¨¦s de aquella transmisi¨®n, el Abbey National est¨¢ controlado por el Abbey brit¨¢nico en m¨¢s del 90%, mientras que Winterthur incrementa su participaci¨®n "desde el 5% hasta el 7%, como consecuencia de la reordenaci¨®n accionarial de la sociedad financiera", se?alan fuentes de la aseguradora. Los dos procesos legales a los que se enfrenta Cor son por su propia naturaleza incompatibles, en opini¨®n de fuentes jur¨ªdicas. Cor anunci¨® su intenci¨®n de recurrir la quiebra. Esas fuentes jur¨ªdicas a?aden que si ambas partes se empe?an en seguir adelante y recurrir las decisiones de la otra puede ser que se llegue al Tribunal Supremo. Cuando coinciden los procedimientos de quiebra y suspensi¨®n de pagos, la Administraci¨®n judicial suele dar preferencia a esta ¨²ltima porque la quiebra entra?a mayores riesgos de que desaparezca la compa?¨ªa.Antonio Pe?arroja, el abogado que inst¨® a la quiebra en nombre de una serie de acreedores, asegura que en este caso el procedimiento que debe seguirse es la quiebra "porque permite depurar responsabilidades". En esta l¨ªnea se manifiesta Mar¨ªa Rosa Moya, portavoz de un grupo de acreedores que re¨²nen una deuda de 2.000 millones de pesetas. Mar¨ªa Rosa Moya se?ala que las cifras de activo y pasivo que se han presentado en la suspensi¨®n de pagos no se ajustan a la realidad ya que el activo, en su opini¨®n, no pasa de 1.500 millones de pesetas y el pasivo asciende a 4.942 millones. Estas cifras difieren de las que Cor present¨® en el juzgado. En el expediente se dice que el activo es de 8.390 millones y el pasivo de 3.142 millones. La empresa dice que s¨®lo se trata de un problema de liquidez m¨¢s que de solvencia.
Los representantes legales de la empresa reunieron a los acreedores el d¨ªa 16 para formar un comit¨¦ que negocie la venta de activos. En esa reuni¨®n los representantes (el abogado Juli¨¢n Chamorro y el presidente de Dineinsa, Fernando Berm¨²dez) reconocieron un pasivo superior en 1.524 millones al declarado en el juzgado y que tiene su origen en "cr¨¦ditos dif¨ªcilmente justificables jur¨ªdicamente".
P¨®lizas
De las deudas totales, 508 millones de pesetas corresponden a p¨®lizas de cr¨¦dito con diversas entidades financieras. El primer acreedor, con 175 millones, es el Banco Europeo de Finanzas, que fue intervenido el 30 de septiembre de 1991 por el Banco de Es pa?a y cuya venta est¨¢ a punto de cerrarse con Unicaja. Despu¨¦s figura Bancotrans, con 125 millones. Le siguen BBV y Banco de Galicia (Grupo Popular) con 75 millones cada uno, y Caja de ?lava con 25 millones. Otros 300 millones corresponden a diversos acreedores particulares con montantes de entre tres y cinco millones.
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