Econom¨ªa estima que el d¨¦ficit superar¨¢ el 9% en 1997 si no se corrigen los desequilibrios

Las primeras proyecciones del Ministerio de Econom¨ªa sobre la evoluci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico y de la deuda de las administraciones p¨²blicas son bastante desalentadoras en el caso de que no se adopten serias medidas correctoras. En el documento de an¨¢lisis entregado por el Gobierno a los agentes sociales el pasado viernes, se incluye un escenario que dispara el d¨¦ficit al 9,1% del producto inte rior bruto (PIB) en 1997, lo cual supondr¨ªa triplicar el criterio fijado en el Tratado de Maastricht. En esa proyecci¨®n se coloca la deuda bruta en el 77,3% del PIB en 1997, tambi¨¦n por encima del criterio comunitario.

El evidente acercamiento de posturas que se est¨¢ produciendo entre el Ejecutivo y los agentes sociales, incluso antes de que se abra al m¨¢s alto nivel la mesa del pacto social, tiene una clara explicaci¨®n si se analizan los datos que se est¨¢n manejando. Al alto nivel de paro, el d¨¦ficit descontrolado y la imposibilidad de atajar definitivamente la inflaci¨®n, se unen unas proyecciones de lo m¨¢s pesimistas si no se adoptan medidas urgentes.En el documento entregado el pasado viernes por el Ejecutivo a los agentes sociales se manejan tres escenarios [ver EL PA?S de ayer] en los que se calcula, entre otros datos, un aumento del paro de entre 166.000 y 200.000 personas. El estudio realizado por el equipo de Econom¨ªa dedica un cap¨ªtulo muy especial a describir los efectos de la crisis econ¨®mica sobre las cuentas del Estado y establece una proyecci¨®n tendencial de sus efectos hasta 1997, a?o en el que deber¨ªa comenzar la tercera fase de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria.

Fuerte desviaci¨®n

De acuerdo con esos c¨¢lculos -que est¨¢n realizados suponiendo que no hubiera ning¨²n tipo de acuerdo con los agentes sociales, que no se adoptasen medidas correctoras efectivas y que persistiera la crisis-, el d¨¦ficit p¨²blico se situar¨ªa en el 8,5% del PIB en 1996 y en el 9,1% en 1997. Estas dos cifras ser¨ªan la culminaci¨®n de una serie que se iniciar¨ªa este a?o con un d¨¦ficit total del 6,6% y que el a?o pr¨®ximo podr¨ªa si tuarse en el 7,4% del PIB. Estos datos son especialmente relevantes si se tiene en cuenta que el criterio de convergencia para el d¨¦ficit p¨²blico de los Doce es del 3% del PIB. No obstante, el secretario de Estado de Econom¨ªa, Alfredo Pastor, conf¨ªa en que aplicando las reformas previstas, el d¨¦ficit podr¨¢ estar en la senda comunitaria en 1997.El documento del Ejecutivo deja bien claro que el d¨¦ficit es el problema central de la econom¨ªa espa?ola y explica el origen de las desviaciones producidas en este ejercicio, para el que se esperaba una cifra definitiva de d¨¦ficit del 2,4% del PIB.

Por la parte de los ingresos, Econom¨ªa reconoce que los no financieros, en t¨¦rminos de recaudaci¨®n, se sit¨²an en 498.000 millones de pesetas por debajo de la previsi¨®n establecida en los presupuestos para este a?o. Por la parte de los gastos, hace especial hincapi¨¦ en la cobertura, a trav¨¦s de la tramitaci¨®n de cr¨¦ditos extraordinarios, de los d¨¦ficit acumulados por el Instituto Nacional de Empleo (Inem) desde 1991. El importe de esa regularizaci¨®n asciende a 871.00 millones de pesetas.

La tramitaci¨®n de cr¨¦ditos extraordinarios, as¨ª como las ampliaciones de cr¨¦ditos para casos muy espec¨ªficos afectados por el desplome de la presa de Tous, ajustes del sistema de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, enfermos de SIDA, etc- supusieron un incremento en la necesidad de financiaci¨®n de otros 283.400 millones de pesetas. Por ¨²ltimo, un bloque de gastos no contemplado inicialmente en las cuentas del Estado para 1993 aporta otros 63.200 millones de pesetas a la espectacular desviaci¨®n del d¨¦ficit.

La proyecci¨®n hasta 1997 del d¨¦ficit recoge un leve incremento de los recursos totales del Estado, tres d¨¦cimas del PIB en cuatro a?os, mientras que los gastos crecer¨ªan casi tres puntos. Para llegar a esos datos, Econom¨ªa maneja que las prestaciones sociales crezcan muy ligeramente, pasando del 17,1% del PIB en 1993 al 17,5% en 1997, id¨¦ntico nivel que en 1996 y 1995. En cuanto a las inversiones, la hip¨®tesis se centra en un mantenimiento del gasto en el 4,4% del PIB a lo largo del periodo 1994-1997. El cuadro de gastos sin intereses se dibuja con el crecimiento de una d¨¦cima en el periodo analizado.

Los gastos en intereses

El despegue de los gastos se produce cuando entran en juego los intereses de la deuda. Los c¨¢lculos de Econom¨ªa ponen de manifiesto que los gastos en intereses pasar¨ªan de 4,8 puntos del PIB en 1993 a 7,1 en 1997.Ello explica, b¨¢sicamente, el fuerte despegue del d¨¦ficit, a¨²n manteniendo pr¨¢cticamente constantes los gastos sin tener en cuenta los intereses. Adem¨¢s, da como resultado que la deuda bruta de las administraciones p¨²blicas para 1997 pueda llegar a colocarse en el 77,3% del PIB, despu¨¦s de acabar 1993 con el 54,5%. Si esto sucediera as¨ª, el endeudamiento tambi¨¦n quedar¨ªa lejos de las condiciones de Maastricht, que establece un tope del 60% del PIB.