La gran liberaci¨®n
Faltan seis d¨ªas para cerrar el mayor acuerdo comercial de la historia, que aumentar¨¢ la renta mundial entre el 1% y el 5% del PIB
La mayor liberalizaci¨®n de la historia del comercio mundial se halla al alcance de la mano. Faltan s¨®lo seis d¨ªas para que venza el plazo para la culminaci¨®n de la Ronda Uruguay que corona siete a?os de discusiones, conflictos y finalmente acuerdos entre los principales socios del comercio mundial.La fase bilateral, en la que Estados Unidos y la Uni¨®n Europea intentaban resolver sus propios contenciosos, ha quedado ya cerrada, a pesar de que han quedado dos importantes flecos pendientes: los sectores de audiovisuales y el de aeron¨¢utica. "Estamos de lleno en la fase multilateral de negociaci¨®n", afirm¨® ayer un portavoz de la Comisi¨®n Europea.
El ¨²ltimo a?o de negociaci¨®n para lograr el acuerdo ya cercano ha sido el del lanzamiento del GATT bajo los focos de la atenci¨®n mundial. Hasta el mes de diciembre de 1992 no se reanud¨® la negociaci¨®n multilateral en Ginebra, una vez iniciada la resoluci¨®n del contencioso agrario entre Washington y Bruselas. En los dos a?os de paralizaci¨®n han sucedido tantas cosas en el mundo que muchos observadores han llegado a temer una ruptura definitiva de las negociaciones y una frustraci¨®n general.
El hundimiento de los sistemas comunistas y la aparici¨®n de nuevos pa¨ªses competidores de extremo oriente en el comercio internacional ha despertado esperanzas extraordinarias, ha proporcionado horizontes de mercados crecientes e importantes, pero tambi¨¦n ha suscitado nuevas tendencias proteccionistas para defender las diferentes ecconom¨ªas.
Lo que en Europa era entonces, en 1990, una ligera recesi¨®n c¨ªclica se ha convertido en una crisis estructural, que ha eliminado centenares de miles de puestos de trabajo y ha iniciado un proceso de desindustrializaci¨®n. Se ha consolidado la competencia amenazante de los pa¨ªses ai¨¢ticos, alimentando con ello las tentaciones proteccionistas.
Simult¨¢neamente, tanto Estados Unidos como Europa han reaccionado a los nuevos desaf¨ªos, con el TLC (Tratado de Libre Comercio) y con el Tratado de Maastricht. La Uni¨®n Europea ha reformado su Pol¨ªtica Agr¨ªcola, mientras las reconversiones industriales y la adaptaci¨®n a la nueva situaci¨®n sangraba a fondo el mercado laboral.
La posibilidad de grandes bloques-fortaleza regionales ha planeado tambi¨¦n amenazante sobre el dise?o del futuro. La realidad es que el ¨²ltimo tramo de la Ronda Uruguay ha coincidido con un aut¨¦ntico boom de la pol¨ªtica comercial: nunca en la historia las opiniones p¨²blicas se hab¨ªan ocupado y preocupado tanto de los reglamentos y los conceptos vinculados a la liberalizaci¨®n de los intercambios de bienes y de servicios.
Las dudas sobre la finalizaci¨®n de la Ronda afectan ahora a la globalidad del acuerdo que se alcance. La l¨®gica de la negociaci¨®n puede llevar a que en el ¨²ltimo momento se intente dejar fuera los sectores donde no se ve posibilidades de concesiones. Un buen acuerdo, aseguran los expertos, facilitar¨¢ la continuaci¨®n del trabajo, principalmente si de la Ronda Uruguay surge una Organizaci¨®n Multilateral de Comercio que arregle las diferencias y act¨²e ya con todos los medios de una instituci¨®n internacional.
Varios retos m¨¢s se plantear¨¢n para los a?os siguientes: la incorporaci¨®n de m¨¢s pa¨ªses de las antiguas econom¨ªas de estado, como son Rusia y China; la incorporaci¨®n de sectores excluidos, como telecomunicaciones; tambi¨¦n nuevos recortes de aranceles y obst¨¢culos, por supuesto; y la consideraci¨®n de cuestiones nuevas que afectan al comercio y a la competencia, como son la preservaci¨®n del equilibrio ecol¨®gico, los derechos humanos o la estabilidad monetaria.
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