LA BATALLA DEL AUDIOVISUAL
La verdadera lucha europea contra EE UU pasa por las futuras autopistas de comunicaci¨®n
Estados Unidos movi¨® en 1992, seg¨²n datos de su industria, 18.000 millones de d¨®lares (2,5 billones de pesetas) en el cine, la televisi¨®n y el v¨ªdeo dom¨¦stico. De ellos, unos 4.000 (552.000 millones de pesetas), procedentes de Europa. Sin rivales, su control supone m¨¢s del 80% del mercado europeo y mundial. Pero los expertos consideran que EE UU no aspira tanto a aumentar ese porcentaje en los acuerdos del GATT como a lograr la m¨¢xima libertad de las comunicaciones para una d¨¦cada crucial, cuando no menos de 500 canales caigan sobre Europa la actividad est¨¦ dictada por las des ¨®pticas, la multiplicaci¨®n canales y la numerizaci¨®n y presi¨®n de las im¨¢genes.
Hollywood tiende sus redes en Europa
"El asunto no consiste en hablar de cine, televisi¨®n o v¨ªdeo, sino del audiovisual en el sentido amplio. Y la verdadera batalla no es la industria cinematogr¨¢fica de cada pa¨ªs, sino las locomotoras audiovisuales capaces de establecer las nuevas redes de cable ¨®ptico". Juan Cueto, director de Canal +, est¨¢ seguro de que las nuevas telecomunicaciones son las materias primas del futuro y que Europa, y por supuesto Espa?a (mal cableada o sin cablear), no tiene los motores para las nuevas autopistas. Autopistas en las que caben servicios como la telemedicina, la ofim¨¢tica (inform¨¢tica de las oficinas) o el entretenimiento.Juan Cueto compara el cine con un mcguff?n (escenas de Hitchcock que no aportan nada a la intriga pero que la hacen crecer). Lo de las identidades culturales y otras reivindicaciones le parecen ingenuidades menores en un asunto que tiene que ver con "una nueva era econ¨®mica". "Lo significativo es que Espa?a o Italia est¨¢n nulamente cableadas, y Francia est¨¢ mal cableada", dice, "y si los motores para esas redes no existen, aviados estamos. El asunto es: ?esas nuevas redes van a estar en manos nacionales o no?"
"A mediados de los a?os cuarenta, en Estados Unidos al lado del tel¨¦fono iba el cable de la televisi¨®n", a?ade. "Ahora, junto al cable de la televisi¨®n nos pondr¨¢n un nuevo tel¨¦fono, que son las redes digitales de servicios integrados. El cine es una locomotora, el mcguff?n de Hitchcock, pero lo importante de esas redes es todo lo que va de detr¨¢s".
"Me gustar¨ªa ser ingenuo, dar¨ªa cualquier cosa para discutir s¨®lo del mcguffin, pero como s¨¦ que detr¨¢s hay otras cosas, no puedo ser ingenuo", concluye.
La pregunta: ?en qu¨¦ manos van a quedar las, nuevas redes?, ha convertido al audiovisual en el ¨²ltimo campo de batalla de los acuerdos del GATT previstos para el pr¨®ximo d¨ªa 15. Y, dentro del audiovisual, el cine est¨¢ jugando un papel que para unos resulta fundamental en la supervivencia de la cultura europea y, para otros, es s¨®lo un pretexto, una distracci¨®n, del verdadero fondo del asunto, cuyo futuro se nos vendr¨¢ encima en pocos a?os.
Estrategias
La estrategia americana es conseguir la mayor libertad en las nuevas tecnolog¨ªas, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Otero, de la Fundaci¨®n Procine, que agrupa a los principales productores de cine espa?oles. "La tesis de EE UU es que no se apliquen cuotas ni otras barreras comerciales a los nuevos canales de redes de cable y v¨ªa sat¨¦lite directos, como los de Ted Turner que ya se reciben en Francia y que emiten largometrajes y dibujos animados"."No son las pel¨ªculas lo que se negocia ni Hollywood quien negocia, sino las compa?¨ªas de tel¨¦fonos, que lo van a controlar todo", dice el productor espa?ol Andr¨¦s Vicente G¨®mez, que ha participado en Bruselas en reuniones sobre el GATT. "La gran batalla es la televisi¨®n y todo lo que pueda surgir de ella: la tecnolog¨ªa digital, la interactividad...", a?ade Jos¨¦ Mar¨ªa Otero.
Se prev¨¦ que en los pr¨®ximos cuatro a?os ese mercado crezca en, un 50%, y de forma impredecible a partir del a?o 2.000. Otero cita varias posibilidades para el futuro cercano: emisi¨®n de las pel¨ªculas por sat¨¦lite a las salas de exhibici¨®n, con lo que pueden llegar a desaparecer las copias; supermercados de pel¨ªculas v¨ªa sat¨¦lite, con distintos precios seg¨²n criterios de novedad; ampliaci¨®n por sat¨¦lite y cable del campo de los v¨ªdeojuegos; canales tem¨¢ticos; telecompras...
"Esa es la batalla grancle", a?ade Otero. "La excepci¨®n cultural es importante para nosotros como europeos desde el punto de vista de la identidad, pero no se puede perder de vista el futuro".
Otero forma parte de los partidarios de hacer frente a Estados Unidos en cualquier frente porque considera que ellos buscan el dominio del 100% del mercado. ' Un ejemplo de ese avasallamiento ser¨ªa, por ejemplo, Parque Jur¨¢sico, de Steven Spielberg, que se estren¨® en 400 pantallas de Francia el pasado octubre en medio de la protesta de intelectuales, pol¨ªticos y, sobre todo, cineastas que tem¨ªan que sus propias pel¨ªculas fueran expulsadas de unos circuitos entregados al taquillazo. Para la Motion Picture Association of America (MPAA), que agrupa a las majors, esa posici¨®n proteccionista de Europa, capitaneada por Francia, responde a una epidemia "de antiarnericanismo". Sin embargo, desde el punto de vista europeo, la epidemia es considerada por cineastas como Stephen Frears, Almod¨®var, Wini Wenders o Bertolucci como pura supervivencia industrial y cultural. El d¨¦ficit de la CE conrespecto a Estados Unidos en 1990 en cine, televisi¨®n y v¨ªdeo ascendi¨® a unos 480.000 millones de pesetas. Por eso el desarrollo de una pol¨ªtica de ayudas al sector audiovisual es uno de los puntos de la declaraci¨®n de principios de la CE con respecto al GATT, as¨ª como la puesta en pr¨¢ctica efectiva de la directiva de Televisi¨®n sin Fronteras y, sobre todo, el mantenimiento de la posibilidad de regular las nuevas tecnolog¨ªas y los nuevos modos de transmisi¨®n.
Babelia
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