Linares, comienza el drama

Suzuki acaba de oficializar que rescindir¨¢ el contrato de 1.614 trabajadores de Santana en Espa?a. De ellos, 1.496 ser¨¢n de la factor¨ªa de Linares, donde s¨®lo quedar¨¢n trabajando 941. En la ciudad de Linares, 61.000 habitantes, el 80%, aproximadamente, viven dela f¨¢brica, directa o indirectamente. No hay alternativas. La ciudad, movilizada, comienza a solapar la presi¨®n con la desesperaci¨®n. El consumo se ha segado de ra¨ªz, se han suspendido bodas y comuniones y la animada vida de anta?o ha dejado paso a bares, cafeter¨ªas y restaurantes semivac¨ªos. La ciudad vive los peores momentos de su historia con una juventud absolutamente frustrada. Hace 17 a?os que nadie entra en Santana. Los trabajadores m¨¢s j¨®venes tienen ahora 35 a?os y el grueso de la plantilla se halla entre los 45 y los 55 a?os. Los padres que han llevado adelante las familias se ven abocados al paro. La zona no ofrece otras posibilidades que la factor¨ªa de Santana de la que viven otras 1.000 familias de la fabricaci¨®n de componentes en los pueblos lim¨ªtrofes. La par¨¢lisis de la vida en Linares se traduce en tiendas vac¨ªas y calles semidesiertas a partir del anochecer. La venta en los supermercados se ha desplomado y las empresas de servicios comienzan a sopesar el impacto del ajuste en la factor¨ªa. La juventud de Linares ser¨¢ la m¨¢s perjudicada en el futuro y, como tal, se halla en plena movilizaci¨®n. Colegios, institutos y escuelas de formaci¨®n profesional mantienen un calendario de protestas casi diario. Los mayores del lugar dan por muerta la antigua prosperidad y las familias se preparan para el ajuste que viene. Tres de ellas exponen sus miedos e inquietudes.