Los socialistas franceses cierran Mas en torno a la posible candidatura de Delors

El Partido Socialista franc¨¦s (PS) dar¨¢ hoy su bendici¨®n a Jacques Delors como candidato a la presidencia francesa. El presidente de la Comisi¨®n Europea, que a¨²n no ha decidido si ser¨¢ o no candidato, estar¨¢ ausente del congreso extraordinario deLi¨¦vin , pero ser¨¢ el gran protagonista. Los socialistas, deshauciados hace s¨®lo unos meses han recuperado la esperanza gracias al factor Delors. Y parecen dispuestos a dejarle las manos libres para que desarrolle una estrategia centrista, pese al giro hacia la izquierda emprendido por el partido.
Hasta Fran?ois Mitterrand se unir¨¢ al acto de respaldo a Delors con un gesto de reconciliaci¨®n hacia sus antiguos camaradas, con los que ha mantenido una relaci¨®n g¨¦lida durante los ¨²ltimos a?os: el presidente no asistir¨¢ al congreso, pero estar¨¢ en Li¨¦vin. Esto es interpretado tambi¨¦n como una despedida. Ya no habr¨¢ m¨¢s, congresos para el presidente, que agota su segundo septenato.Cuando se convoc¨® el congreso, en julio, el ¨²nico objetivo del PS era salvar el pu?ado de esca?os y alcald¨ªas en
. que consist¨ªa todo su patrimonio pol¨ªtico. Barridos en las elecciones legislativas de 1993 y barridos- de nuevo en las europeas del pasado mes de junio, cargados de deudas y deprocesamientos, la ¨²nica esperanza era sobrevivir.
Michel Rocard, primer secretario y presidenciable, fue derribado en un golpe de palacio y el nuevo l¨ªder, Henri Emmanuelli, convoc¨® el congreso para legitimar tanto su propia situaci¨®n como el giro hacia la izquierda que quer¨ªa imprimir a un partido condenado a la oposici¨®n. No, hab¨ªa mejor sede que Li¨¦vin, una peque?a ciudad del noroeste, cerca de Calais, cuna y basti¨®n del socialismo obrero.
Cinco meses despu¨¦s, la gran cuesti¨®n que deber¨¢ plantearse el PS este fin de semana es la de c¨®mo ayudar, o al menos no estorbar, a Jacques Delors a ganar la batalla presidencial. La confirmaci¨®n de Emmanuelli como primer secretario parece asegurada y en el partido domina la convicci¨®n de que lo mejor para un centrista como Delors es que el PS se incline decididamente a la izquierda, sin hacer ascos a alguna propuesta demag¨®gica e imposible de las que tanto irritan al sabio de Bruselas. Esa paradoja puede tener sus ventajas.
Manejar bien el cr¨¦dito
La primera, la de marcar distancias entre un candidato lleno de cr¨¦dito y un partido desacreditado. La segunda, la de permitir a Delors buscar votos, centristas mientras el PS mantiene su clientela de izquierdas. La tesis de la autonom¨ªa entre candidato y partido, sostenida por el n¨²cleo mayoritario organizado en torno a Henri Emmanuelli y Laurent Fabius, es contestada por una minor¨ªa renovadora que defiende la delorizaci¨®n del PS.
. "El partido debe ponerse en bloque tras el candidato", afirman los renovadores. "No demos a Delors, con un retorno a la demagogia izquierdista, la mejor excusa para renunciar a su candidatura" agregan. En la corriente renovadora figuran el exprimer ministro Pierre Mauroy, los restos del rocardismo y nada menos que Martine Aubry, hija de Delors. Mayor¨ªa y minor¨ªa tendr¨¢n que ponerse de acuerdo sobre cu¨¢l ser¨¢ la relaci¨®n entre partido y candidato.
Fran?ois Mitterrand, refundador del PS en 1971, distanciado del partido desde que el tormentoso congreso de Rennes ( 1990) rompi¨® con el mitterrandismo y se dej¨® llevar por la corriente rocardiana, har¨¢ una ins¨®lita aportaci¨®n a la concordia con su presencia en Li¨¦vin. No asistir¨¢ al congreso porque, en la tradici¨®n de la Y Rep¨²blica, los presidentes no deben intervenir directamente en asuntos partidistas. Pero estar¨¢ a unos metros, para presidir un recordatorio a las v¨ªctimas de un desastre minero de 1974.
[Michel Mauer, presidente de uno de los grupos de promoci¨®n inmobiliaria m¨¢s importantes de Francia, la Cogedim, dimiti¨® ayer por "razones de salud", seg¨²n . la empresa, y despu¨¦s de haber sido inculpado por "tr¨¢fico de influencias agravado". Matier fue vinculado por el juez Van Ruymbeke, a la financiaci¨®n ilegal del partido republicano y a la construcci¨®n del chal¨¦ del ex ministro de Industria, Gerard Loriguet, informa-
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