La familia Aldaya conf¨ªa en que ETA libere al secuestrado en Navidad
Cumplidos doscientos d¨ªas de secuestro, superados todos los plazos imag¨ªnables, la familia del empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya deposita ahora sus esperanzas en las fechas navide?as. Sea porque dispongan de datos con que alimentar esta ilusi¨®n, sea porque, como ellos mismos dicen, el absurdo de este sufrimiento no puede prolongarse m¨¢s all¨¢ de la cita navide?a, el caso es que los Aldaya se muestran estos d¨ªas menos abatidos. Pese a las campa?as de agitaci¨®n que ha promovido en su historia reclamando la l¨ªberaci¨®n de sus presos en la Navidad, ETA no cuenta con precedente alguno que permita esperar de ella en gesto benevolente.
La puesta en libertad de los secuestrados de ETA jam¨¢s ha sido acelerada para que las v¨ªctimas pudieran llegar a tiempo de sentarse con la familia ante la cena de Nochebuena. As¨ª que la renovada esperanza de los Aldaya debe sustentarse m¨¢s bien en las informaciones recabadas durante los trabajosos contactos con la banda terrorista, suponiendo, claro est¨¢, que este nuevo plazo no responda exclusivamente a la necesidad de aliviar la angustia con una referencia ilusionante que permita seguir soportando el sufrimiento.Tampoco existen precedentes de que ETA haya liberado a alguno de sus rehenes sin que previamente la familia o los amigos de la v¨ªctima hayan satisfecho parte del rescate. Lo dec¨ªa ayer el consejero vasco del Interior, Juan Mar¨ªa Atutxa: "La prolongaci¨®n del secuestro no busca sino consumar el chantaje econ¨®mico al que quieren someter a una persona y a una familia trabajadora".Si las nuevas previsiones, voluntaristas o no, no llegan a cumplirse, Aldaya corre el serio riesgo de convertirse en el secuestrado que m¨¢s tiempo ha pasado en manos de la organizaci¨®n terrorista, un t¨ªtulo que corresponde actualmente a Em¨ªliano Revilla, con 249 d¨ªas de cautiverio. Aldaya, padre de tres hijos, cumpli¨® 54 a?os el pasado 24 de octubre. Las dificultades que los intermed¨ªarios de la familia han encontrado para contactar con ETA y el retraso mismo en la reivindicaci¨®n del secuestro corroboraron la impresi¨®n, apuntada por la polic¨ªa, de que la situaci¨®n pod¨ªa prolongarse varios meses. Durante alg¨²n tiempo, sin embargo, la familia se aferr¨® a la posibilidad de que ETA optara por poner en libertad a su reh¨¦n al comprobar que le hab¨ªa atribuido una fortuna inexistente.Aunque el dinero haya sido y contin¨²e siendo el objetivo prioritario de los secuestros de ETA, la banda terrorista valora igualmente la publicidad que le acarrean este tipo de acciones y el efecto int¨ªmidador que provoca en aquellas personas que son v¨ªctimas de su extorsi¨®n. Tras la experiencia cosechada en el secuestro de Julio Iglesias Zamora, y para contrarrestar las movilizaciones ciudadanas, ETA ha ensayado en el caso de Aldaya el m¨¦todo de la contramanifestaci¨®n, un recurso intimidatorio que se ha revelado eficaz. Con todo, a partir de la fecha en que la Ertzaintza . empez¨® a proteger las concentraciones . por la liberaci¨®n del empresario, el n¨²mero de ciudadanos movilizados ha ido aumentando progresivamente, recuperando un terreno abandonado por las agresiones fisicas. Es posible que este dato contribuya a hacer pensar a ETA en la conveniencia de acelarar la puesta en libertad del peque?o empresario donostiarra, capturado el 8 de mayo cuando, acabada la jornada laboral, se dirig¨ªa a su casa en Hondarribia (Guip¨²zcoa).
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