Vuelve la pol¨¦mica del 'caf¨¦ para todos'
Sindicalista de la Administraci¨®n de JusticiaDe guardia civil a 'mosso'Maestro que no domina el euskera
La configuraci¨®n de Espa?a como Estado Auton¨®mico fue uno de los rasgos definitorios de la Constituci¨®n de 1978. Desde entonces el camino recorrido ha sido largo y fruct¨ªfero, aunque incompleto para los partidos nacionalistas, que reclaman mayores cotas de autogobierno sobre la base de una lectura abierta de la Constituci¨®n. Pensado en principio para dar satisfacci¨®n a las reivindicaciones de las tres comunidades que hab¨ªan tramitado sus estatutos en 1936 -Catalu?a,Euskadi y Galicia-, el modelo auton¨®mico se generaliz¨® a 17 autonom¨ªas. Fue el llamado caf¨¦ para todos, impulsado por el PSOE y la UCD para acallar las quejas de las regiones que tem¨ªan sufrir una discriminaci¨®n. Una ley para homogeneizar y limitar el sistema (la LOAPA, impulsada en 1981 por socialistas y centristas) fracas¨® al ser declarada parcialmente inconstitucional.
CARLES PASTOR Los partidos nacionalistas reclaman mayores cotas de autogobierno y rechazan la pretensi¨®n de poner punto final al proceso de transferencias, acogi¨¦ndose a una lectura abierta de la Constituci¨®n que, argumentan, es la que se les prometi¨® durante su elaboraci¨®n. Los nacionalistas reivindican que la distinci¨®n constitucional entre nacionalidades (subterfugio de la ¨¦poca para no referirse a naciones) y regiones tenga una traducci¨®n en la pr¨¢ctica, para que las comunidades con menos conciencia auton¨®mica no lastren el autogobierno de quienes desean m¨¢s poder pol¨ªtico.
No es ¨¦sta la filosof¨ªa del Partido Popular, por lo que si gana las elecciones los encontronazos del nuevo Gobierno y las comunidades gobernadas por nacionalistas est¨¢n asegurados. El PP quiere ir a una "igualaci¨®n competencial b¨¢sica" y s¨®lo admite excepciones en las materias vinculadas a los hechos diferenciales: lengua propia, reg¨ªmenes forales y conciertos vasco y navarro, o insularidad.
La financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas ha sido en el pasado y ser¨¢ en el futuro otro foco de conflictos. La atribuci¨®n alas comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n del 15% del IRPF recaudado en sus territorios fue un acuerdo pol¨¦mico pero asumido ya por quienes anta?o lo criticaron. Los nacionalistas catalanes reclaman que ese porcentaje pase ahora al 30% y participar tambi¨¦n de la recaudaci¨®n del IVA y de los llamados impuestos especiales. Y tambi¨¦n que la nueva f¨®rmula quinquenal de financiaci¨®n acabe con que unas comunidades reciban del Estado mucho m¨¢s dinero per c¨¢pita que otras para un mismo nivel de competencias. Esas diferencias se dan entre comunidades de r¨¦gimen com¨²n pero sobre todo entre ¨¦stas y las forales (Euskadi y Navarra). En 1994, la media de las primeras era de 120.881 pesetas por habitante por servicios equivalentes (seg¨²n c¨¢lculos de CiU), mientras que las que tienen un r¨¦gimen de cupo y concierto econ¨®mico recibieron una media de 229.193. Los socialistas, pero sobre todo los populares, creen haber encontrado la soluci¨®n atribuyendo a las autonom¨ªas capacidad para incrementar la presi¨®n fiscal si es que quieren o necesitan m¨¢s dinero, lo que es rechazado por CiU.
La propuesta de Manuel Fraga de Administraci¨®n ¨²nica -las comunidades aut¨®nomas asumir¨ªan tambi¨¦n la gesti¨®n de competencias de titularidad estatal- ha sido recogida por el programa del PP aunque con el nombre de "Administraci¨®n com¨²n". Pero no parece que vaya a representar la desaparici¨®n de la Administraci¨®n perif¨¦rica del Estado.
Vicente Navarro
Vicente Navarro, nacido en Badalona hace 32 a?os, es oficial de la Administraci¨®n de Justicia y preside la Junta de Personal de la provincia de Barcelona. A ¨¦l y a otros dirigentes sindicales, CC OO les invit¨® a darse de baja por encabezar la oposici¨®n de los 5.200 funcionarios de Justicia destinados en Catalu?a a ser transferidos a la Generalitat. "?Qu¨¦ pod¨ªamos hacer, si el 93% de la plantilla vot¨® no a ser transferidos y luego las asambleas se opusieron al reglamento que se nos quiere imponer?".A finales de 1994, una reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial abri¨® la puerta a esa transferencia. Los funcionarios se oponen a que el Gobierno aut¨®nomo pueda modificar sus horarios y el r¨¦gimen disciplinario, entre otras cuestiones que creen que deben seguir teniendo un car¨¢cter homog¨¦neo en todo el territorio espa?ol.
Gabriel Alcal¨¢ P¨¦rez
Gabriel Alcal¨¢ es un Mosso d'Esquadra de 42 a?os nacido en Palos de la Frontera, la poblaci¨®n onubenses desde donde parti¨® Col¨®n en 1942 para descubrir Am¨¦rica. Alcal¨¢, casado y padre de dos hijos, fue antes Guardia Civil.En 1980 entr¨® en los mossos de la Diputaci¨®n de Barcelona y en 1983 este cuerpo se convirti¨® en la polic¨ªa auton¨®mica de Catalu?a. Alcal¨¢ reconoce que hizo el cambio por motivos econ¨®micos y porque no quer¨ªa dejar Catalu?a. "A principios de los ochenta los mossos ganaban 58.000 pesetas; y los guardias civiles, 48.000", se?ala. En la actualidad un mosso gana 180.000 pesetas; y un guardia civil, 140.000. "Adem¨¢s", a?ade Alcal¨¢, "estoy integrado en Catalu?a. Hablo catal¨¢n y no quiero moverme de Barcelona. Estoy bien con los mossos, un cuerpo policial que naci¨® en 1690 y que tiene un buen entorno de trabajo".
I?aki Delacotera
"Llevo 21 a?os en el mismo colegio, soy el segundo funcionario m¨¢s antiguo del centro y ahora tengo que buscarme la vida porque mi plaza ha sido ocupada por una persona que posee el nivel 2 de euskera". Lo explica I?aki Delacotera, de 26 a?os, maestro en un colegio p¨²blico en Bilbao. "Lo indignante es que a mi plaza de sexto de EGB en la especialidad de Ciencias Sociales se le asign¨® el perfil 1 con un plazo de vencimiento que llegaba hasta el a?o 2003 y la exenci¨®n de acreditar ese perfil al pasar de los 45 a?os. En el curso pasado, al desaparecer sexto se establece una nueva plantilla y de buenas a primeras se modifican alegremente los perfiles ling¨¹¨ªsticos y se le asigna a mi plaza el nivel 2. La ley de funcionarios no se cumple, a m¨ª nadie me ha comunicado oficialmente nada y por lo que s¨¦ hay otros muchos maestros en id¨¦ntica situaci¨®n".
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