Tur¨ªn 96, m¨¢s empleo, m¨¢s Europa

La Conferencia Intergubernamental (CIG) de la Uni¨®n Europea ha sido convocada bajo la presidencia italiana, cumpliendo lo establecido en el Tratado de Maastricht de 1992, que prev¨¦ su revisi¨®n para introducir modificaciones, ya entonces consideradas necesarias, sobre todo para reformar el funcionamiento institucional a que obligar¨ªan las nuevas ampliaciones.Sin embargo, para UGT y CC OO y para el conjunto del movimiento sindical europeo, esta conferencia deber¨ªa abordar una reforma en profundidad y proceder, frente al creciente euroescepticismo, a un relanzamiento del proyecto de unidad europea que corrija los desequilibrios actuales.

La Conferencia Europea de Sindicatos (CES) presentar¨¢ a los jefes de gobierno de la UE importantes enmiendas para su estudio y consideraci¨®n por la CIG. Muchas de ellas son plenamente coincidentes con las posiciones del Parlamento Europeo.

El objetivo central de la CES es el pleno empleo y, en lo inmediato, el cumplimiento de los compromisos del Libro Blanco de Jacques Delors de reducir el paro en la Uni¨®n Europea (actualmente est¨¢ en 20 millones de trabajadores) a la mitad para el a?o 2000.

Este es tambi¨¦n el reto que, en el plano nacional, UGT y CC OO nos hemos fijado mediante una activa campa?a por el "Empleo Estable". A trav¨¦s de esta campa?a pretendemos implicar al conjunto de la sociedad espa?ola en el esfuerzo de lograr soluciones eficaces a este grav¨ªsimo problema, estableci¨¦ndonos como metas concretas el recorte del paro a la mitad en un plazo de siete a?os y la dr¨¢stica reducci¨®n de la temporalidad en tres a?os.

?sta es, por otra parte, la principal preocupaci¨®n del movimiento sindical europeo, que es un¨¢nime en exigir que el empleo est¨¦ en el centro de todas las pol¨ªticas comunitarias. Estas deben fortalecerse, adem¨¢s, intensificando las acciones de los Fondos Estructurales y del Fondo e Cohesi¨®n, tal y como reclama tambi¨¦n el Consejo Econ¨®mico y Social de nuestro pa¨ªs en un reciente informe. Es urgente de manera especial que la Uni¨®n Europea tenga poderes y medios que le permitan llevar a cabo una verdadera pol¨ªtica econ¨®mica coordinada a escala europea. Los procedimientos laborales establecidos en la Cumbre de Essen deben ser ampliados e incorporados al trabajo junto a los procedimientos de vigilancia.

En consecuencia, el Tratado debe incluir mecanismos vinculantes de creaci¨®n de empleo y conceder a ¨¦ste la misma importancia que a la pol¨ªtica monetaria.

La credibilidad del proyecto europeo se juega en torno al empleo, sin menospreciar otras cuestiones sin duda importantes, como la democratizaci¨®n interna o la pol¨ªtica exterior. Como se?ala el manifiesto de la CES, el ¨¦xito de Europa depende de la combinaci¨®n entre progreso econ¨®mico y progreso social.

Y tal y como advirti¨® Emilio Gabaglio, secretario general de la CES, el movimiento sindical europeo no dar¨¢ cheques en blanco. Despu¨¦s de tantos a?os de defensa incondicional del proyecto europeo ha llegado el momento de que ¨¦ste acepte e integre una dimensi¨®n social hasta ahora vetada o marginada.

Efectivamente, las perspectivas no son buenas. La reducci¨®n de la inflaci¨®n se ha hecho a costa del crecimiento y del empleo, cuyos costes han perjudicado a las finanzas p¨²blicas y a la reactivaci¨®n, que ha sido d¨¦bil e insuficiente, cuando ya existen datos de una nueva recesi¨®n en algunos pa¨ªses.

Es positiva la iniciativa de Jacques Santer, el presidente de la comisi¨®n, de convocar una mesa redonda con patronales y sindicatos sobre el empleo, y por ello participaremos activamente en su desarrollo. Pero el di¨¢logo social, aunque sea al m¨¢ximo nivel, y a¨²n en el caso de que fructifique no puede eliminar la necesidad de medidas pol¨ªticas y de reformas institucionales sobre el tema.

Los sindicatos europeos pediremos que los derechos sociales fundamentales sean integrados constitucionalmente, superando as¨ª el Tratado de Maastricht que s¨®lo los recogi¨® y de manera parcial en los anexos, permitiendo la autoexlusi¨®n brit¨¢nica.

Entre las materias que la CES quiere constitucionalizar, se incluyen la igualdad de trato e igualdad de oportunidades, la prohibici¨®n de la discriminaci¨®n racial y la xenofobia, la libre circulaci¨®n, los derechos sindicales de asociaci¨®n, negociaci¨®n colectiva y de huelga (todos ellos referidos al ¨¢mbito europeo), la protecci¨®n de la salud y la seguridad en el trabajo y la informaci¨®n y consulta, cuya regulaci¨®n ya se ha iniciado con la Directiva, que permite la creaci¨®n de comit¨¦s de Empresa multinacionales.

La Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, y con ella CC OO y UGT, no minusvalora el debate que en torno a la reforma pol¨ªtica y a la Uni¨®n Monetaria puede polarizar el desarrollo de la Conferencia, entre los partidarios de mantener e incluso agudizar el control por parte de los gobiernos y lo que quieren fortalecer los poderes del Parlamento y de la Comisi¨®n. Y entre los que quieren una Europa de dos velocidades y los que pretenden corregir la UEM fortaleciendo la cooperaci¨®n entre todos los estados y la coordinaci¨®n econ¨®mica.

Apostamos por una din¨¢mica federalista, con unas instituciones europeas fuertes, representativas de los pueblos de Europa, y por el desarrollo de la ciudadan¨ªa europea.

Para ello es importante ampliar el papel del Parlamento Europeo (¨²nica instituci¨®n internacional elegida por sufragio universal) y simplificar el procedimiento de codecisi¨®n. Las decisiones por mayor¨ªa cualificada, deber¨ªan ser la regla para las materias sociales y de medio ambiente.

Nos pronunciaremos a favor del desarrollo del concepto de ciudadan¨ªa europea, que debe ser ampliado para la protecci¨®n de los derechos humanos, protegiendo jur¨ªdicamente de toda discriminaci¨®n a todas las personas residentes en la UE.

Los actos que la CES y los sindicatos italianos han organizado en Tur¨ªn el d¨ªa 28 son la se?al de salida para una movilizaci¨®n sostenida y descentralizada en cada pa¨ªs, que deber¨¢ impulsar la CES y que los sindicatos CC OO y UGT estamos dispuestos a asumir, conscientes de la importancia que la CIG tiene para el futuro del empleo y de los derechos sociales.

Antonio Guti¨¦rrez y C¨¢ndido M¨¦ndez son secretarios generales de Comisiones Obreras y Uni¨®n General de Trabajadores.