Ventas en cadena.
El proceso de enajenaci¨®n de empresas ha sido continuo e ininterrumpido durante los ¨²ltimos doce a?os
Aunque el Partido Popular (PP) ha hecho del plan de privatizaciones una de sus principales banderas electorales, lo cierto es que la venta de empresas al sector privado, as¨ª como las salidas a Bolsa, ha sido un proceso ininterrumpido desde el a?o 1985, (ver cuadro adjunto). El PSOE, durante la etapa en la que gobern¨®, ejecut¨® una pol¨ªtica de privatizaciones de gran calado que admite ciertas comparaciones con el actual impulso que quiere dar el actual Gobierno.El Gobierno del PSOE, en la anterior legislatura que dur¨® desde 1993 hasta el mes de marzo de 1996, privatiz¨® empresas por valor de 1,12 billones de pesetas, incluyendo en esa cifra el tramo de Argentaria que decidi¨® privatizar en los ¨²ltimos meses de mandato.
Sin embargo, en esa misma etapa el ministro de Econom¨ªa, Pedro Soibes, paraliz¨® tres importantes proyectos de privatizaci¨®n como fueron los de Aldeasa, Tabacalera y Trasmediterr¨¢nea.
Los planes de privatizaci¨®n de Aldeasa se encontraban muy adelantados y el nuevo equipo de Gobierno se puede encontrar con terreno andado en este sentido. De hecho, Aldeasa puede ser una las primeras empresas en salir al mercado.
El PSOE sin grandes alharacas ha logrado poner en manos privadas empresas de gran dimensi¨®n como SFF, Seat, Entursa, Enasa, Enfersa, y parte de Argentaria, Ence, ENDESA y una gran parte de Repsol.
Una vez que se ha desatado el proceso privatizador falta por ver si al final ser¨¢ una realidad el manido tema de los n¨²cleos duros (un grupo de accionistas aglutinan sus t¨ªtulos y marcan la gesti¨®n). Hasta ahora se ha logrado formar estos n¨²cleos en Telef¨®nica (BBV, Argentaria y La Caixa) en ENDESA (]Banco Santander, Argentaria y BCH) y en Repsol (BBV y La Caixa). En Espa?a la privatizaci¨®n se! ha hecho b¨¢sica mente de dos formas. Por un lado, la venta directa en su totalidad (caso de Seat) o en parte, y por otro con la colocaci¨®n en Bolsa de paquetes de acciones.
Las privatizaciones han sido argumentadas con similares motivos por el anterior Gobierno y por el actual. Por una parte, se dice que tratan de responder al deseo de racionalizaci¨®n y reestructuraci¨®n de sectores p¨²blicos que no tienen red comercial ni capacidad tecnol¨®gica para competir y cuya permanencia supone cargas injustificadas para el Estado. Por otra, se argumenta que son un mecanismo de obtenci¨®n de recursos para reducir el d¨¦ficit p¨²blico.
El actual marco legal comunitario que exige la eliminaci¨®n de los monopolios y las subvenciones a las empresas p¨²blicas, que qued¨® consagrado en Maastricht, es un detonante que impulsa las privatizaciones.
El Estado cuenta actualmente con unas acciones que valen en Bolsa 2,3 billones de pesetas. ?ste es el valor de las participaciones que mantiene en un abanico de empresas tan diverso como ENDESA, Telef¨®nica, Argentaria, Repsol, Tabacalera, Gas Natural, Trasmediterr¨¢nea, Ence o Indra Sistemas.
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