?Cuidado con los tornados!

La calidad lograda por los efectos especiales en las producciones norteamericanas alcanza una de sus nuevas cimas con Twister. Resulta imposible distinguir las aut¨¦nticas tormentas, los tornados captados por la segunda unidad de producci¨®n, de las creadas por los dise?adores de efectos especiales. Tambi¨¦n destacan las excelentes mezclas conseguidas con im¨¢genes reales y efectos especiales. Basta citar, por ejemplo, la estupenda escena en que los protagonistas se ven rodeados por un tornado que se ramifica en tres mientras las vacas revolotean a su alrededor impulsadas por la potencia del viento.Sin embargo, los productores, los creadores de efectos especiales y los realizadores de estas pel¨ªculas quedan tan fascinados por sus propios hallazgos visuales que los repiten m¨¢s all¨¢ de lo recomendable. De manera que, volviendo a Twister, durante sus casi dos horas de duraci¨®n se suceden los mismos tomados, similares trucos, hasta agotar al espectador, que sale del cine cansado, destrozado, como si hubiese pasado media vida tratando de prevenir la fuerza destructora de los tomados de Oklahom

Dentro de su absoluta falta de argumento, Twister narra c¨®mo un grupo de j¨®venes cient¨ªficos especializados en tornados persigue una tormenta tras otra para intentar emplear un aparato de su invenci¨®n que les proporcione la necesaria informaci¨®n sobre lo que ocurre en su interior. Despu¨¦s de la minuciosa descripci¨®n de tres fallidos intentos, por fin lo consiguen, lo que les permitir¨¢ obtener nuevas subvenciones para desarrollar su investigaci¨®n y poder avisar de su proximidad con una mayor antelaci¨®n.

Llena de homenajes cinematogr¨¢ficos, desde que el aparato se llama Dorothy, como la protagonista de El mago de Oz, donde hay un famoso tornado, hasta la destrucci¨®n del autocine donde se proyecta El resplandor, sin olvidar el pase por televisi¨®n de Ha nacido una estrella, Twister muestra tal simplicidad narrativa que el realizador Jan de Bont, el coproductor y guionista Michael Crichton y el coproductor Steven Spielberg parecen recurrir a estos homenajes para demostrar que saben en qu¨¦ consiste una pel¨ªcula, que es algo m¨¢s que una demostraci¨®n de las m¨¢s sofisticadas t¨¦cnicas de efectos especiales.

Tras una larga carrera como director de fotograf¨ªa, el holand¨¦s Jan de Bont se instala en Estados Unidos, donde se especializa en la fotograf¨ªa de producciones de gran presupuesto y abundantes efectos especiales. Pasa a la realizaci¨®n con Speed (1994), otra de esas pel¨ªculas que mezclan los m¨¢s aparatosos efectos especiales dentro de las caracter¨ªsticas del cine de cat¨¢strofes. Con Twister se notan demasiado sus or¨ªgenes al ser las repetidas im¨¢genes de los tomados lo ¨²nico que tiene verdadero inter¨¦s.

Conscientes de la inconsistencia de la historia, los productores y el director han dado los principales papeles a actores poco conocidos y no muy atractivos, que poco pueden hacer frente a la intensidad de los tomados. El tr¨ªo protagonista, formado por Helen Hunt, Bill Paxton y Jami Gertz, no consigue dar vida a la leve trama de la pareja que llega al grupo de viejos compa?eros en busca de una firma para conseguir un divorcio que d¨¦ paso a su boda, pero se la lleva el viento como a todo lo dem¨¢s.