El lenguaje, testigo de 20 a?os de historia
Hace rn¨¢s de veinte a?os, Fernando L¨¢zaro Carreter emprendi¨® su particular cruzada contra el mal uso del espa?ol en los medios de comunicaci¨®n, "porque de entre los grupos de hablantes que ejercen un influjo m¨¢s en¨¦rgico en el estado y el curso de la lengua destaca el formado por los periodistas". "El vocablo nominar", escrib¨ªa el ahora director de la Academia en Informaciones en 1975, "lo est¨¢n sacando a rastras de su retiro los traductores a mocosuena, para lanzarlo al torrente de las noticias impresas o radiodifundidas. Peligroso torrente que deja charcos a su paso, donde se estancan antihigi¨¦nicos limos. Y ¨¦ste puede quedar".?Vaya si ha quedado! Por lo menos hasta hace tres d¨ªas, en la mayor parte de los medios de comunicaci¨®n, las pel¨ªculas continuaban siendo nominadas a los oscar de Hollywood, pese a que en el Diccionario de la Real Academia se puede leer que "nominar" es dar nombre a una persona o cosa, y no designar o proclamar, como en buena l¨®gica le hab¨ªa pasado, por ejemplo, a la pel¨ªcula El paciente ingl¨¦s, que finalmente obtuvo nueve galardones.
A trav¨¦s de la aguda cr¨ªtica de L¨¢zaro Carreter han discurrido an¨¢lisis sobre las m¨¢s diversas materias y t¨¦rminos. Desde el discurso del presidente del Gobierno predemocr¨¢tico Carlos Arias Navarro (1976) hasta expresiones como en pelotas, vulgarismo usado para referirse a c¨®mo aparecieron en pantalla algunas actrices en la Espa?a de los primeros destapes. El escenario de uso p¨²blico del idioma se centr¨® en la pol¨ªtica a partir de 1977, y as¨ª se analizaron los buenos y los malos usos de refer¨¦ndum, inflaci¨®n, dilema, disgresi¨®n, posgraduado, entre otros.
Jerga cheli
La d¨¦cada de los ochenta lleg¨® cargada de lenguaje cheli (jo, macho, que m¨¢s tarde se convirti¨® en tronco, t¨ªo) y se abus¨® mucho de expresiones como finalizar, de alguna manera, como muy importante, detentar, vergonzante, coaligarse, puntual, sponsor, playoff. Los noventa nos sorprendieron, siguiendo el hilo del an¨¢lisis de L¨¢zaro Carreter, con una nueva invasi¨®n de tecnicismos extranjeros y con t¨¦rminos como "la guerra de efectivos en Oriente Medio", la madre de todas las batallas en Kuwait", los stages profesionales, la moci¨®n de censura, el airbag y, en fin, ?c¨®mo no!, la sociedad medi¨¢tica (crudo anglicismo con el que se pretende, entre otras cosas, abrillantar el lenguaje en la llamada sociedad de la informaci¨®n).Centenares de t¨¦rminos y expresiones son usados de forma indebida y tienen en la obra de Fernando L¨¢zaro Carreter cumplida referencia. En la edici¨®n del Diccionario de la Real Academia Espa?ola de 1992 se incorporaron 12.000 palabras y acepciones. Muchas de ellas hab¨ªan sido criticadas por L¨¢zaro Carreter en su El dardo en la palabra. Peatonal, honesto (siempre por honrado), derbi, liderar, contactar, culminar... son algunos ejemplos.
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