Dodi Fayed regal¨® un anillo de 30 millones a la princesa horas antes del accidente

La aparici¨®n de un anillo de diamantes entre los restos destrozados del autom¨®vil donde encontr¨® la muerte Diana de Gales ha a?adido un punto de sarcasmo al tr¨¢gico accidente. La princesa no s¨®lo habr¨ªa encontrado por fin un alma gemela. Podr¨ªa haber pensado incluso en casarse en breve con Dodi Fayed, heredero del imperio financiero forjado por su padre, Mohamed al Fayed, con los almacenes Harrod's de Londres y el hotel Ritz de Par¨ªs.

De ser as¨ª, las secuelas del choque superar¨¢n con creces las lesiones f¨ªsicas o emocionales de familiares, ciudadanos y el guardaespaldas superviviente. La teor¨ªa de una conspiraci¨®n para acabar con la pareja, el supuesto anuncio de boda previsto para el domingo y el tanteo, tambi¨¦n presunto, entre los Fayed y los Windsor sobre un inminente enlace circulan por ahora con sordina pero sin freno por el Reino Unido.Una cosa s¨ª es cierta. Dodi Fayed le regal¨® a Diana un reluciente anillo valorado en m¨¢s de 30 millones de pesetas horas antes de morir con ella. El joyero parisino Alberto Repossi le recibi¨® en su establecimiento cercano al Ritz con un ruego especial. "Deseaba una pieza singular, ¨²nica. Me dijo cu¨¢nto la amaba y que ansiaba pasar el resto de sus vidas juntos", asegura ahora el orfebre. Dodi recogi¨® la joya en persona el pasado s¨¢bado para cenar luego con Diana en el hotel propiedad de su progenitor. La "sortija de la amistad", as¨ª llamada por los amigos de la princesa, fue entregada m¨¢s tarde a las hermanas de la princesa con el resto de sus objetos personales. Todo se encuentra de vuelta en el Reino Unido.

La aparici¨®n del anillo puede reforzar entre el p¨²blico la sensaci¨®n de que el destino se burl¨® otra vez de Diana Spencer. Ella hab¨ªa sido expulsada de los c¨ªrculos reales y su t¨ªtulo de Princesa de Gales era una concesi¨®n especial.

El millonario de origen egipcio Mohamed Al Fayed, por el contrario, ha hecho lo imposible en los ¨²ltimos 20 a?os por congraciarse con sus miembros. En una ocasi¨®n instaur¨® incluso un trofeo h¨ªpico para poderlo entregar junto a la Reina. La atracci¨®n que siente por el Reino Unido le llev¨® a adquirir Harrods y a pedir la ciudadan¨ªa brit¨¢nica. Un esfuerzo vano nunca bien explicado por las autoridades. Sus intentos de acercarse a todos y a todo le han salpicado incluso en un presunto caso de corrupci¨®n con el anterior Gobierno conservador.

?C¨®mo podr¨ªa haber aceptado Buckingham esa boda, y a sus descendientes, en tales circunstancias? Las teor¨ªas conspiratorias emanadas de Libia no tienen empacho en explicar las muertes. El ciudadano medio no les da cr¨¦dito pero comenta cualquier conjetura. En la ¨²ltima aparece el posible telegrama de p¨¦same que Isabel II podr¨ªa remitir a Al Fayed padre.