Pa¨ªses de desarrollo temen injerencias en su pol¨ªtica econ¨®mica
ENVIADA ESPECIALLos pa¨ªses menos desarrollados temen que las econom¨ªas industrializadas, en complicidad con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), les impongan un ritmo demasiado r¨¢pido de apertura de sus mercados de capitales y se inmiscuyan en la gesti¨®n de sus Gobiernos. Varios de sus ministros expresaron ayer en Hong Kong, donde ambas instituciones multilaterales celebran su asamblea anual, sus recelos a las dos grandes iniciativas aprobadas.
Los recelos surgen ante el nuevo papel del FMI como impulsor de una liberalizaci¨®n "ordenada" del movimiento de capitales en el mundo y del decidido impulso a la lucha contra la corrupci¨®n de los gobiernos receptores de pr¨¦stamos.La iniciativa del FMI apoyada por el Grupo de los Siete pa¨ªses m¨¢s industralizados del mundo y las econom¨ªas europeas, se produce cuando la comunidad internacional trata de dar una respuesta a crisis monetarias como la desatada en el sureste asi¨¢tico, que ha provocado la devaluaci¨®n de cuatro monedas de la zona y la revisi¨®n a la baja de las previsiones de crecimiento de una de las regiones econ¨®micamente m¨¢s din¨¢micas del mundo.
Aun reconociendo la importancia del libre flujo de capitales en su desarrollo, varios representantes de los pa¨ªses en v¨ªas de industrializaci¨®n coincidieron ayer en alertar sobre el peligro de que el Fondo y los pa¨ªses ricos dicten el ritmo de las reformas y de la apertura de sus econom¨ªas.
Brasil, donde los controles de cambio han ayudado a mantener la fortaleza del real y, por extensi¨®n, a controlar la inflaci¨®n, se mostr¨® especialmente contrario a que el Fondo le pueda obligar a levantar este tipo de medidas. El presidente del Banco Central de Brasil, Gustavo Franco, calific¨® de "peligrosa" la propuesta del Fondo.
En su opini¨®n, lo que debe hacer el Fondo es vigilar el crecimiento de los vol¨¢tiles flujos de capitales. Dados los problemas que provoca la mundializaci¨®n, permitir el libre flujo de capitales internacionalmente es "inoportuno", se?al¨® el responsable de- la autoridad monetaria brasile?a a un grupo de periodistas, al tiempo que confirmaba la intenci¨®n de Brasil de mantener sus controles de cambio.
El propio G-24, que agrupa a Brasil y pa¨ªses como India, M¨¦xico, Venezuela o Ir¨¢n, ha expresado su temor a que las reformas que se requieren para liberalizar las cuentas de capital se hagan de forma r¨¢pida y bajo fuerte presi¨®n internacional. Estos pa¨ªses creen que el FMI debe respetar la adopci¨®n transitoria de controles en los mercados de capitales.
. En el mismo foro, Malaisia, uno de los pa¨ªses afectados por la crisis monetaria del Sureste Asi¨¢tico, pidi¨® al FMI que tome medidas para controlar las actividades de los operadores financieros, muchos de los cuales act¨²an "sin escr¨²pulos". Su ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Anwar Ibrahim, pidi¨® la creaci¨®n de un c¨®digo ¨¦tico que regule sus actuaciones.
Un, pol¨¦mico papel para el FMI
ENVIADA ESPECIALEl fuerte crecimiento del flujo de capitales privados hacia las econom¨ªas en desarrollo -de 46.000 millones de d¨®lares (6,9 billones de pesetas) en 1990 a 235.000 millones (35,25 billones de pesetas) el a?o pasado- ha sido una de las patas en las que se ha apoyado el desarrollo de muchos de estos pa¨ªses en la ¨²ltima d¨¦cada.
Lejos de querer moderar esta tendencia, pero con el objetivo de que los mercados financieros crezcan ordenadamente, el FMI prepara una reforma de sus estatutos para ampliar sus responsabilidades a los movimientos de capitales.
El Fondo se ocupa ya de ayudar a los pa¨ªses miembros a hacer frente a los problemas que pueden surgir en sus balanzas de pagos por la salida brusca de los flujos de capital, como se vio en el caso de M¨¦xico y, ahora, de Tailandia. Pero quiere ir m¨¢s all¨¢. Su objetivo es impedir una marcha atr¨¢s en la liberalizaci¨®n mundial de capitales y obligar a cualquier pa¨ªs miembro a solicitarle permiso antes de imponer controles.
La convertibilidad de la cuenta de capital significa la no existencia de ning¨²n control (de tipo cuantitativo, impuestos o subvenciones) que afecte a las transacciones entre los inversores residentes y los no residentes. Estas transacciones incluyen las operaciones de cr¨¦dito entre residentes y no residentes, los dep¨®sitos y las inversiones en Bolsa y bonos o en cualquier otro activo financiero.
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