El Fondo respalda el euro y cree que lograr¨¢, un peso comparable al d¨®lar como valor de reserva
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no s¨®lo conf¨ªa en que la uni¨®n monetaria europea se pondr¨¢ en marcha en la fecha prevista (enero de 1999), y con un amplio n¨²mero de pa¨ªses participantes, al menos 11. Tambi¨¦n apuesta por que el euro se convierta en una moneda reserva en competencia con el d¨®lar. Pero su fortaleza, advierte, depender¨¢ de que la UE mantenga su control del d¨¦ficit y de la credibilidad del Banco Central Europeo. Las monedas europeas representan el 26% de las reservas oficiales de divisas en el mundo, lejos del 56% que supone el d¨®lar.
El euro ha recibido un fuerte espaldarazo del FMI en las reuniones anuales de esta instituci¨®n y del Banco Mundial celebradas en Hong Kong. Para el Fondo, la constituci¨®n del euro representa "uno de los acontecimientos monetarios m¨¢s importantes desde Bretton Woods", los acuerdos que dieron origen a la creaci¨®n del propio Fondo y del Banco Mundial tras la II Gran Guerra y a la adopci¨®n del patr¨®n oro.El FMI cree que la moneda ¨²nica europea permitir¨¢ al continente tener mayor peso en las transacciones mundiales de divisas, que se concentrar¨¢n en el d¨®lar, el euro y el yen. Aunque la UE y EE UU representan cada uno un 20% de la producci¨®n mundial de bienes y servicios, la hegemon¨ªa del d¨®lar en las transacciones financieras y comerciales internacionales es abrumadora.
El 50% de los intercambios comerciales se paga en d¨®lares y s¨®lo un 30% en monedas europeas. M¨¢s de la mitad de la deuda externa de los pa¨ªses en desarrollo est¨¢ denominada en d¨®lares y s¨®lo un .16% en divisas europeas. El 37% del total de activos p¨²blicos internacionales han sido emitidos en d¨®lares, frente a un 30% en monedas de la UE.
"La mayor base econ¨®mica del euro y la eliminaci¨®n de los costes de transacci¨®n por los intercambios comerciales en diversas monedas europeas permitir¨¢n aumentar el uso del euro como una unidad para denominar los flujos comerciales", se?ala el FMI en su informe de coyuntura.
Voces alarmistas
El Fondo se desmarca de quienes piensan que la adopci¨®n del euro aumentar¨¢ la volatilidad de los mercados. Voces alarmistas como la del estadounidense Fred Bergsten, del Instituto de Econom¨ªa Internacional, creen que nada m¨¢s introducirse la moneda ¨²nica los bancos centrales vender¨¢n de forma masiva reservas en d¨®lares (ahora de un bill¨®n, 150 billones de pesetas) para comprar euros y diversificar sus carteras.
En los bancos centrales europeos, las reservas en divisas de los pa¨ªses de la uni¨®n monetaria se convertir¨¢n en euros, por lo que las reservas en divisa extranjera estar¨¢n denominadas mayoritariamente en d¨®lares. Pero ¨¦stas tender¨¢n a ser reducidas, porque el comercio en el ¨¢rea del euro ya no necesitar¨¢ estar cubierto por las reservas en moneda extranjera.
Aunque espera que se produzca una recomposici¨®n en las carteras de los bancos centrales del mundo, cuyos activos, excluidas las reservas de oro, ascienden a 1,4 billones de d¨®lares (unos 210 billones de pesetas), el FMI destaca que son las carteras privadas, que mueven 70 billones de d¨®lares (10.500 billones de pesetas) en Norteam¨¦rica, Jap¨®n y la UE, las que marcar¨¢n el posible cambi¨® en los flujos internacionales.
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