Las ayudas agr¨ªcolas se reducen el 1% con el paso del 'ecu verde' a euros

El sector agrario ver¨¢ reducirse los ingresos en concepto de ayudas comunitarias en unos 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas) al a?o como consecuencia de la implantaci¨®n de la nueva divisa como moneda de pago y el tipo de paridad fijado por Bruselas para la peseta. El recorte en las ayudas, seg¨²n los primeros datos barajados por el sector, ser¨ªa del 1,05% respecto a unos ingresos por ayudas de Bruselas 850.000 millones de pesetas en 1998 (corresponder¨ªan a 5.200 millones de euros). Durante el ¨²ltimo a?o, los agricultores y ganaderos espa?oles recibieron 168,33 pesetas por cada ecu verde, mientras que en 1997 ese cambio, espec¨ªfico para el sector, fue de 166,30 pesetas. Con la paridad del euro fijada el pasado 31 de diciembre en 166,386 pesetas, los agricultores y ganaderos espa?oles rebajan sus ingresos a raz¨®n de dos pesetas por euro.

Bruselas contemplaba en sus reglamentos, para el paso del antiguo al nuevo sistema, la posibilidad de compensaciones a cada pa¨ªs si las modificaciones de la paridad generaban una desviaci¨®n superior al 2,5% para las ayudas ligadas a los precios y el 0,5% para las ayudas por superficie de terreno agrario o por cabeza de ganado. En una primera estimaci¨®n, no se considera que Espa?a vaya a tener compensaciones por el establecimiento de la nueva paridad, fija e irreversible, de la peseta respecto al euro, y todo indica que el sector agrario tendr¨¢ que asumir la rebaja de las ayudas que ahora recibe.

El establecimiento del euro ha supuesto la desaparici¨®n del anterior sistema agrimonetario por el que hist¨®ricamente se fijaban los mecanismos para hacer los pagos en el sector. Este sistema contemplaba el funcionamiento del llamado ecu verde, cuyo cambio en 1998 estaba establecido en 168,330 pesetas. Con los mecanismos agrimonetarios, los diferentes pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea, mediante la pol¨ªtica de devaluaciones, tuvieron la posibilidad de modificar la paridad de cada moneda nacional respecto al ecu verde, aumentando as¨ª sus ingresos en pesetas.

Devaluaciones competitivas

Eso fue lo que hizo, por ejemplo, Espa?a en los inicios de los a?os noventa, cuando la paridad de la peseta respecto al ecu verde lleg¨® a las 190 unidades. Con el establecimiento del euro ya no es posible la pol¨ªtica de devaluaciones para aumentar los ingresos en pesetas y la UE logra, de ese modo, una estabilidad. De paso, Bruselas se evita tambi¨¦n la fluctuaciones en sus pagos a consecuencia de las medidas de este tipo que antes pod¨ªan adoptar los pa¨ªses miembros. La Uni¨®n Europea estima el ahorro por el cambio del sistema agrimonetario por el del euro en unos 1.500 millones de euros.

La implantaci¨®n del euro deber¨¢ tener un efecto positivo en todo el sector agrario y alimentario volcado en las exportaciones, por cuanto supone un ahorro al evitar todo tipo de comisiones por cambio de moneda y seguro de cambio entre divisas y transferencias.Entre los sectores beneficiados por la introducci¨®n de la moneda ¨²nica destacan las frutas y hortalizas, con unas ventas en el exterior de un bill¨®n de pesetas. El nuevo r¨¦gimen monetario ser¨¢ tambi¨¦n positivo para sectores con potencial exportador, como vino y aceite. Respecto al consumidor, con el euro se va a introducir una mayor transparencia en los mercados y la posibilidad de establecer comparaciones de precios para un mismo producto en distintos mercados.

La implantaci¨®n del euro va a provocar tambi¨¦n, seg¨²n distintos an¨¢lisis, que aflore dinero negro, fuera de todo control administrativo y fiscal, en el sector.Seg¨²n fuentes de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores, en los ¨²ltimos meses se est¨¢ notando una mayor afluencia de dinero para la adquisici¨®n de tierras r¨²sticas tanto en zonas de secano como en otras de vi?edos, olivares y c¨ªtricos. Los nuevos inversores, ajenos a la actividad agraria, han pagado precios por encima de las cotizaciones habituales del mercado, encareciendo el suelo r¨²stico. Los mismos medios sindicales critican esta situaci¨®n por estimar que esos precios no responden a la rentabilidad real del campo y que con ello se est¨¢ imposibilitando el acceso a la tierra de los profesionales del sector.