Emprendedoras de pueblo

Son mujeres. Son de pueblo. Son amas de casa. Y quieren trabajar. Ese es el perfil de las 250 participantes de SIREMA, un programa de inserci¨®n laboral, que se reunieron ayer en M¨¢laga. No acud¨ªan para airear reivindicaciones, sino para poner en com¨²n sus penas y glorias en la lonja profesional. Adem¨¢s de concentrase mucho jolgorio, all¨ª hubo mucho que contar. Mar¨ªa Almagro, una mujer de 53 a?os y con 12 hijos, expuso sus vaivenes con la pescader¨ªa que acaba de abrir en Algatoc¨ªn. "Yo sola no habr¨ªa encontrado el ¨¢nimo suficiente para ponerme detr¨¢s de un mostrador", relata a forma de resumen del curso de autoempleo. Isabel Jim¨¦nez, de 29, encontr¨® adem¨¢s del valor "mucha ayuda con el papeleo" para abrir un cafeter¨ªa en el mismo lugar. Uno de los principales problemas que tienen que afrontar las mujeres es su falta de formaci¨®n. "La mayor¨ªa de ellas no supera el graduado escolar", comenta Noelia Mart¨ªnez, una economista que compone junto a una abogados el gabinete de orientaci¨®n uno de los cinco pueblos malague?os donde se concentran los programas (Algarrobo, Benahav¨ªs, Gauc¨ªn, Pizarra y Villanueva de Algaida). Otra dificultad para estas emprendedoras rurales "la falta de oferta de puestos de trabajo en los pueblos". Para paliar estos problemas el proyecto -que es bianual y que cuenta con una financiaci¨®n de 132 millones a cargo de la iniciativa Now de la UE, adem¨¢s de 32 de la Diputaci¨®n de M¨¢laga y los cinco Ayuntamientos- ha ofrecido durante el a?o pasado orientaci¨®n profesional para 326 mujeres, cursos de autoempleo para 201 y formaci¨®n ocupacional para 60. Adem¨¢s, m¨¢s de 2.000 malague?as han recibido alguna ayuda para prepararse una entrevista, redactar un curr¨ªculo o mirar un bolet¨ªn. "Ninguno de estos cursos es para mantenerlas entretenidas, sino para que suban un escal¨®n en la sociedad", manifest¨® la diputada del ?rea de Bienestar Social, Pilar Jurado en la inauguraci¨®n de las jornadas. Si fuera as¨ª Lola de la Torre, de 35 a?os, no estar¨ªa a punto de abrir una herborister¨ªa en Yunquera. De todas forma mucho antes de hacer los cursos ya era una mujer acostumbrada a trabajar. Trabaj¨® en un negocio de congelados, trabaj¨® en una cooperativa textil y ahora asegura tener "buenas expectativas" con su nuevo negocio. "Las mujeres en el ¨¢mbito rural viene con mucho empuje", asegur¨® la diputada. Pero son muchas las trabas que tienen que solucionar y las tareas por compaginar. "La mayor¨ªa de ellas tienen cargas familiares, trabajan en el campo, pero no tienen independencia econ¨®mica". Las que se animan a dar el paso y montar algo por su cuenta "se encuentran con el problemas de que no tienen independencia econ¨®mica. ?C¨®mo qu¨¦ van a invertir? ?Qui¨¦n las va a avalar?". Valerie Simus, una belga de 28 a?os que vive en C¨¢rtama ha superado estas dificultades y ha terminado con un servicio de atenci¨®n a mayores y ni?os. Ya tiene 18 clientes gracias al t¨ªtulo de auxiliar de cl¨ªnica que obtuvo en su pa¨ªs y est¨¢ estudiando para conseguir la homologaci¨®n. Saber idiomas tambi¨¦n le distingue del resto. "Es una ventaja porque en esta zona hay mucho extranjero", comenta. Pero su situaci¨®n no es la normal. Ni Lola de la Torre, ni Mar¨ªa Almagro saben franc¨¦s. Esa es con toda seguridad uno de los resultados que ofrecer¨¢ el estudio que est¨¢ realizando la Diputaci¨®n sobre las dificultades y carencias que se encuentran las mujeres rurales para trabajar.