Una rueda de prensa con sorpresa

Afeitado y duchado, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar compareci¨® ante la prensa a las 7 y diez minutos de la ma?ana, una hora despu¨¦s que el m¨¢s r¨¢pido de sus colegas, el primer ministro holand¨¦s Wim Kok. El presidente del Gobierno espa?ol sigui¨® la regla de parsimonia con que protagoniz¨® la cumbre, pues tambi¨¦n fue el ¨²ltimo de los l¨ªderes de pa¨ªses grandes en enviar un mensaje a la naci¨®n tras el bombardeo de Serbia, y el ¨²ltimo que se dirigir¨¢ al Parlamento nacional, ya que tiene prevista su comparecencia para el pr¨®ximo martes.Aznar se mostr¨® cansado tras el intenso forcejeo de diez horas, pero entero y con su frecuente buen humor met¨¢lico. "Hac¨ªa mucho tiempo que no pasaba una velada as¨ª", en blanco, ironiz¨®, algo que le devolvi¨® el "esp¨ªritu joven".

Fue una conferencia de prensa accidentada. Justo en el momento en que un periodista le dirig¨ªa una bater¨ªa de preguntas muy t¨¦cnicas al presidente espa?ol, acudi¨® en su ayuda el correteo de un inesperado rat¨®n. Hubo revuelo, carcajadas y gentes subi¨¦ndose a las sillas.

Era el ¨²ltimo cap¨ªtulo del libro de an¨¦cdotas de la cumbre m¨¢s larga y compleja a la que se han sometido los jefes de Gobierno de los Quince. A la organizaci¨®n alemana s¨®lo se le han escapado dos detalles: el rat¨®n y la energ¨ªa el¨¦ctrica que, en la noche del mi¨¦rcoles, apag¨® momentaneamente la reuni¨®n.