La OTAN refuerza su equipo de prensa para ser m¨¢s cre¨ªble
La OTAN tard¨® cinco d¨ªas en reconocer su ataque, del 14 de abril, contra un convoy de refugiados en Kosovo, su primer error que caus¨® 75 muertos. Belgrado tard¨® s¨®lo unas horas, el 21 de abril, en colocar ante la sede, semidestruida por las bombas, del Partido socialista de Slobodan Milosevic un cartel publicitario en el que se ve¨ªa la Torre Eiffel destrozada y en el que se pod¨ªa leer en ingl¨¦s: ?Imag¨ªneselo! ?Alto al bombardeo! La fotograf¨ªa del cartel con el rascacielos quemado al fondo fue publicada en numerosos peri¨®dicos occidentales. "Belgrado se permite el lujo de una publicidad gratuita en la prensa enemiga", titulaba el rotativo Le Monde. Desde entonces, la OTAN y los gobiernos occidentales han intentado mejorar su pol¨ªtica de comunicaci¨®n. Cuando estall¨® la guerra, Jamie Shea, el prolijo portavoz brit¨¢nico de la OTAN, no daba abasto. El m¨¢s preocupado por dotarle de un equipo eficaz, capaz de seducir a las opiniones p¨²blicas europeas, fue el primer ministro Tony Blair. El 17 de abril viaj¨® a Bruselas y regres¨® a Londres convencido de que Shea necesitaba refuerzos.Envi¨® primero a la capital belga a Alastair Campbell, su gur¨² de la comunicaci¨®n, y, despu¨¦s, uno tras otro, los expertos en relaciones p¨²blicas de Downing Street y del Foreign Office se fueron trasladando a Bruselas. En total un grupo de una veintena de personas secunda ahora a Shea. En su mayor¨ªa son brit¨¢nicos, pero los hay tambi¨¦n norteamericanos como Jonathan Prince que en la Casa Blanca escrib¨ªa los discursos del presidente Clinton.
Cambio de m¨¦todos
Los m¨¦todos de trabajo han cambiado radicalmente. Ahora se sigue m¨¢s de cerca la cobertura de la prensa occidental; se intentan prever las preguntas capciosas de los corresponsales y contestarlas concreta y sucintamente; se pretende dar una respuesta r¨¢pida a las denuncias de Belgrado y, sobre todo, no meter la pata como sucedi¨® cuando la OTAN anunci¨® el asesinato de personalidades kosovares que horas despu¨¦s aparecieron con vida.Para ello ha sido necesario mejorar la comunicaci¨®n entre civiles y militares, siempre reacios a dar informaci¨®n y proclives a acusar a la prensa de todos sus males. En el Cuartel General de la Alianza se dedic¨® un buen rato a buscar a un nuevo portavoz militar que tuviese un f¨¢cil acceso al general Wesley Clark, el comandante en jefe de la OTAN.
Se intent¨® encontrar a alguien que se expresase correctamente en ingl¨¦s y franc¨¦s y que no fuese norteamericano o brit¨¢nico para no dar la impresi¨®n que la Fuerza Aliada era una operaci¨®n exclusivamente anglosajona. Al final se eligi¨® el pasado fin de semana al general de aviaci¨®n alem¨¢n Walter Jertz. Sus primeras palabras en la sala de prensa causaron buena impresi¨®n: "Soy un piloto. Quiero ser cre¨ªble y honrado".
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