La Embajada china aglutina la ira de Belgrado
La capital yugoslava se moviliza ante el ataque sin precedentes a una legaci¨®n diplom¨¢tica
ENVIADO ESPECIALLlevaba la frente ensangrentada y la herida en el brazo derecho era visible a trav¨¦s de su camisa desgarrada. Sus gafas hab¨ªan perdido un cristal. "Cayeron tres misiles. No s¨¦ cu¨¢ntos han muerto adentro. Hay muchas personas atrapadas; por favor, vengan a ayudarnos". El diplom¨¢tico hablaba con desesperaci¨®n, su rostro iluminado por las llamaradas que se alzaban desde el segundo piso de la Embajada de China en el barrio de Nuevo Belgrado. Hab¨ªan transcurrido s¨®lo pocos minutos desde el primer ataque de la OTAN en los primeros minutos de ayer, la jornada m¨¢s violenta desde el lanzamiento de la ofensiva contra Yugoslavia hace seis semanas.
"?ste ha sido un ataque contra la Rep¨²blica Popular de China", afirmar¨ªa instantes despu¨¦s el embajador Pan Zhanlin, conmocionado. El Gobierno de Milosevic calificar¨ªa m¨¢s tarde el bombardeo de la embajada de "crimen deliberado, encaminado a aterrorizar y eliminar de la manera m¨¢s cruel a las representaciones diplom¨¢ticas que trabajan en Yugoslavia y son testigos diarios de los cr¨ªmenes cometidos contra un pa¨ªs soberano y sus ciudadanos". El propio Milosevic envi¨® un mensaje de condolencias al presidente chino, Jiang Zemin.
Pero por entonces el embajador contemplaba su legaci¨®n con incredulidad: el edificio de cinco plantas hab¨ªa perdido pr¨¢cticamente todo un flanco, las losas de m¨¢rmol de su fachada hab¨ªan quedado hechas a?icos, no se hab¨ªa salvado una sola ventana y en el estacionamiento ard¨ªan tres coches. Intacta, la bandera roja ondeaba desde un m¨¢stil que se estremec¨ªa con las numerosas explosiones que retumbaban en la castigada capital yugoslava.
Las malas noticias se conocieron s¨®lo horas m¨¢s tarde. Por lo menos cuatro de las treinta personas que se encontraban en la legaci¨®n perecieron en el acto. Otros dos permanec¨ªan aparentemente atrapados entre los escombros. El n¨²mero de heridos se elevaba a 20, cinco de ellos graves, incluyendo el agregado militar. En Pek¨ªn se confirm¨® que entre los muertos figura Shao Yunhuan, corresponsal de la agencia china de noticias Xinhua.
Fogonazos y alarmas
Todo comenz¨® al filo de la medianoche del viernes. Como casi todas las noches, la electricidad se hab¨ªa cortado alrededor de las diez. Ocasionalmente, s¨®lo las balas trazadoras de las bater¨ªas antia¨¦reas iluminaban fugazmente el cielo en su trayectoria a ninguna parte. Luego comenzaron las explosiones, y los fogonazos recortaban n¨ªtidamente la silueta de los edificios. Belgrado temblaba.En el trayecto a la embajada atacada tronaron otras dos explosiones cercanas. A unos quinientos metros de la legaci¨®n china ard¨ªa el hotel Yugoslavia. Nuevas andanadas de cohetes se abatieron sobre las ruinas del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, la sede del Gobierno serbio y los ministerios de Defensa e Interior, todos ¨¦stos ubicados en la otrora se?orial avenida Knez Milosa. Ayer, esa v¨ªa era una cicatriz urbana con transe¨²ntes sombr¨ªos, ¨¢rboles mutilados y aceras cubiertas de escombros y cristales rotos.
Los ciudadanos que camino de la compra (millares de personas han comenzado a aprovisionarse de comida, agua, velas y m¨¢s rollos de cinta adhesiva para sus ventanas) inventariaban los destrozos, contemplaban estupefactos los edificios gubernamentales. "Maldita OTAN", mascull¨® una se?ora que acarreaba una caja de cart¨®n repleta de trozos de vidrio. Las explosiones en Knez Milosa han causado otra vez da?os en un radio de 300 metros a la redonda, incluyendo el Ministerio de Asuntos Exteriores, justo frente al Estado Mayor, reducido desde hace un mes a una especie de esqueleto de hormig¨®n machacado y ennegrecido. Aparentemente, la OTAN quiere pulverizarlo.
Centenares de personas se arremolinaban entretanto en las proximidades de la Embajada china para examinar los da?os provocados por el nuevo error aliado, que ha desatado una grave crisis inesperada. Muchos de ellos se sumaron a una reducida comitiva de residentes chinos, que marcharon por el vecino puente de Branko, sobre el Sava, denunciando el ataque como un nuevo acto de barbarie. Iban precedidos por un joven con una gran bandera roja. Los automovilistas tocaban las bocinas de sus coches en se?al de solidaridad.
Ayer por la tarde se produc¨ªan 18 heridos, entre ellos cuatro periodistas rumanos, en los ataques de la Alianza contra puentes, dep¨®sitos de combustible, un repetidor de televisi¨®n y un cuartel en varias localidades del centro y sur de Serbia, y era alcanzado el consulado griego en Nis, aunque sin que en ¨¦l se registraran v¨ªctimas.
Conjeturas
Mientras tanto, Milosevic dec¨ªa que, a excepci¨®n de los bombardeos de la OTAN y de las actuaciones de la defensa antia¨¦rea yugoslava (que seg¨²n Tanjug derrib¨® en la madrugada de ayer un avi¨®n sin piloto), no hay actividad militar alguna en todo el pa¨ªs, incluido Kosovo, y que se pod¨ªa extraer alguna conjetura sobre las causas del error nocturno. Ubicada en un terreno abierto flanqueado por caros y modernos edificios de apartamentos sobre la llamada calle de los Cerezos, la misi¨®n diplom¨¢tica est¨¢ en las proximidades del hotel Yugoslavia, un enorme bloque de nueve pisos. Tanto el ministro brit¨¢nico de Exteriores, Robin Cook, como el secretario general de la OTAN, Javier Solana, hab¨ªan reconocido que era uno de los objetivos militares del ataque de ayer, por entender que serv¨ªa de cuartel general de los tigres, la temible fuerza paramilitar dirigida por Zeljko Raznatovic, Arkan, acusado de cr¨ªmenes de guerra durante el conflicto de Bosnia y presunto organizador de la campa?a de limpieza ¨¦tnica en Kosovo.Vestido ¨ªntegramente de negro, con unas gafas enormes de sol, Arkan, uno de los hombres m¨¢s buscados por el Tribunal de la Haya, se pavoneaba ayer entre los escombros del hotel, donde funciona uno de sus negocios m¨¢s lucrativos, el Gran Casino Internacional, y donde su mujer, Ceca, una despampanante cantante pop, ten¨ªa hasta hace poco una tienda. "Dicen que este era el cuartel de los tigres", dijo con sorna, "pero s¨®lo es un objetivo civil, como tantos otros golpeados por estos criminales de guerra de la OTAN, estos perros locos y descerebrados". Fuentes oficiales confirmaron que el hotel se hallaba vac¨ªo, ya que carece de electricidad y agua potable. El casino no est¨¢ funcionando desde hace semanas. La ¨²nica v¨ªctima fue un cuidador del establecimiento.
Algo que intranquilizaba un tanto a ciertos corresponsales extranjeros en Belgrado es que Arkan es uno de los m¨¢s asiduos clientes del restaurante del hotel Hyatt Regency, sede improvisada de los periodistas. Seg¨²n se desprende de las declaraciones de Cook y Solana, bien podr¨ªa ser incluido en la lista de objetivos aliados. En definitiva, parece haber llegado la hora de acostarse vestido y con los zapatos listos para salir volando.
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