La cuadratura de la tarifa circular

Los primeros pasos del metrosur est¨¢n resultando dif¨ªciles por las dificultades conceptuales que encierra el proyecto. Sacar el metro de Madrid ya no constituye una novedad, una vez que la l¨ªnea 9 se ha adentrado en Rivas-Vaciamadrid y Arganda del Rey, pero s¨ª que lo es el dise?o de un recorrido circular por cinco t¨¦rminos municipales distintos. Por lo pronto, uno de los temas m¨¢s peliagudos se va a encontrar a la hora de fijar las tarifas. La Comunidad a¨²n no ha encontrado la soluci¨®n.El problema del precio se remonta a la pasada primavera, cuando la plana mayor del PP regional presenta a la prensa el primer esbozo del proyecto durante una comida en Alcorc¨®n. Ah¨ª, ante no menos de 30 periodistas, un Ruiz-Gallard¨®n ya metido en precampa?a asegura tener "decidido" que las tarifas del metrosur sean las mismas que las del metro de Madrid. A su lado, Luis Eduardo Cort¨¦s parece preocupado, pero (cosas del escalaf¨®n pol¨ªtico) asiente.

Desde entonces, todo el equipo t¨¦cnico regional de infraestructuras trabaja sobre la hip¨®tesis de que el mismo billete que se emplea en la capital sirva para circular por el metrosur. La apuesta inversora ser¨ªa de primera magnitud, ya que un usuario cualquiera s¨®lo pagar¨ªa 68 pesetas (la d¨¦cima parte de un metrobus de diez viajes) por desplazarse, por ejemplo, desde M¨®stoles a Chamart¨ªn, cerca de 35 kil¨®metros.

Sin embargo la promesa de Ruiz-Gallard¨®n encierra dificultades envenenadas. La mayor, el agravio comparativo. ?Por qu¨¦ el billete cuesta mucho m¨¢s para ir a Arganda y lo mismo para llegar a Legan¨¦s?, se preguntar¨ªan al instante varios miles de usuarios. Y todav¨ªa peor: ?por qu¨¦ cuesta mucho m¨¢s ir de Legan¨¦s a Madrid en tren de cercan¨ªas que en metro? ?Qu¨¦ pensar¨¢ Renfe, titular del servicio de cercan¨ªas, sobre las pretensiones tarifarias de Ruiz-Gallard¨®n?

Cort¨¦s no se quiso pronunciar al respecto. "Todav¨ªa es pronto para saber c¨®mo vamos a resolver ese asunto, que ciertamente encierra alguna complicaci¨®n", admiti¨®. Cort¨¦s record¨® que, "en puridad", la tarifa que abona el viajero del transporte p¨²blico debe cubrir el 55% del coste real del viaje, mientras que las administraciones se hacen cargo, mediante las subvenciones, del 45% restante.