Los anuncios de Piqu¨¦ chocan con las decisiones de Rato

Desde que el ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqu¨¦, anunciase el pasado 13 de septiembre -bajo la sospecha de que el dato de IPC de agosto que se conocer¨ªa el d¨ªa siguiente iba a ser muy malo- un amplio "plan de choque" para frenar la inflaci¨®n, hasta la decisi¨®n ayer del Consejo de Ministros, el globo se ha ido desinflando. Aquel d¨ªa, Piqu¨¦ adelant¨® que el Gobierno iba a actuar sobre los sectores de la energ¨ªa, agrario, turismo y autom¨®vil.La incursi¨®n de Piqu¨¦ en un terreno m¨¢s propio del ministro de Econom¨ªa le sali¨® cara a las empresas de estos sectores, que el d¨ªa siguiente perd¨ªan m¨¢s de un 2% en Bolsa, por el temor a que el Gobierno decidiese una rebaja de tarifas, incluidas las del tel¨¦fono, como hizo en abril.

En Econom¨ªa aseguraban desconocer ese paquete de medidas, a las que su titular, Rodrigo Rato, se encargaba personalmente de restar importancia. "La principal medida contra la inflaci¨®n es la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico", asegur¨® tras la reuni¨®n del Consejo de Ministros del 25 de septiembre, que aprob¨® los Presupuestos del 2000.

Para ese d¨ªa se esperaba el anuncio de las medidas, pero el debate entre Rato y Piqu¨¦ sobre si se deb¨ªa incluir una rebaja de impuestos, como quer¨ªa ¨¦ste, estaba caliente y se retras¨® su aprobaci¨®n. Preguntado Piqu¨¦ entonces, respondi¨® con iron¨ªa: "En cuesti¨®n de impuestos, el ministro de Econom¨ªa siempre tiene la raz¨®n". Al final, el plan se ha quedado en una rebaja del butano.

Un tercero en discordia ha sido el titular de Fomento, Rafael Arias-Salgado, que se vio obligado a desmentir el jueves la aprobaci¨®n de medidas para facilitar la competencia en las tarifas telef¨®nicas. Rato no ha querido ni comentarlo: "Ya lo explicar¨¦ cuando se apruebe", dijo ayer.