La intervenci¨®n pol¨ªtica en las cajas

La designaci¨®n de Juan Pedro Hern¨¢ndez Molt¨® como presidente de Caja Castilla-La Mancha ha vuelto a desatar la pol¨¦mica de la intervenci¨®n de los pol¨ªticos en los ¨®rganos de gesti¨®n de las cajas de ahorro. Hern¨¢ndez Molt¨® es uno de los pol¨ªticos de m¨¢s renombre entre los socialistas de la comunidad aut¨®noma, organizaci¨®n de la que lleg¨® a ser secretario general.Ahora es diputado nacional y jefe de la oposici¨®n en la ciudad de Toledo. Estuvo a punto, incluso, de ser el nuevo alcalde de Toledo en los ¨²ltimos comicios. En su vida parlamentaria siempre se ha movido en el terreno econ¨®mico. Fue, por ejemplo, el portavoz de su grupo cuando el caso de Mariano Rubio lleg¨® al Parlamento.

?ste no es un caso ¨²nico en el mundo de las cajas. Normalmente, los responsables de estas entidades est¨¢n siempre cerca del partido que gobierna en su regi¨®n, aunque no sean militantes. E, incluso, el poder central coloca a uno de su cuerda en la CECA. Pas¨® con Braulio Medel y el PSOE; pasa ahora con Manuel Pizarro y el PP.

El Banco de Espa?a siempre ha mostrado mucha preocupaci¨®n por esa entrada masiva de pol¨ªticos en las cajas, aun reconociendo que deben estar presentes en ellas. Desde el palacio de Cibeles siempre se ha defendido que la gesti¨®n est¨¦ en manos de profesionales y no haya injerencias pol¨ªticas.

Es dif¨ªcil de conseguir. Pero no por ello deja de vigilar. Por ejemplo, sigue con mucha atenci¨®n la evoluci¨®n de las negociaciones de la ley andaluza, as¨ª como del proyecto del Gobierno Chaves de constituir una gran caja en esa comunidad aut¨®noma. Una posibilidad que cada vez parece contar con menos apoyos debido a las diferencias entre las propias cajas o los posibles problemas con la competencia, como le ocurre a las gallegas.

En el Banco de Espa?a a¨²n se recuerda que casi todas las ¨²ltimas leyes auton¨®micas de cajas han conllevado aumento del poder pol¨ªtico. Incluso que normas de rango inferior, caso de Castila y L¨¦on, obligan a las cajas a dirigir gran parte de sus inversiones a proyectos prefijados. Es m¨¢s, cuando la autoridad monetaria da serias advertencias a la gesti¨®n de una caja -caso del expediente abierto a Caja Cantabria recientemente-, las fuerzas pol¨ªticas respetan su estable equilibrio sin fisuras. A veces sucede lo contrario, que las diferencias pol¨ªticas, caso de Caja Canarias, provocan la salida de su alta direcci¨®n.

Los partidos pol¨ªticos se defienden argumentando que apoyan que la gesti¨®n de las cajas sea lo m¨¢s profesional posible. Y remarcan que el hecho de que haya personas que proceden del campo pol¨ªtico en la gesti¨®n de las cajas de ahorro no significa que ¨¦stas vayan a tener problemas indefectiblemente. Se?alan, incluso, que las autoridades econ¨®micas han tenido que emplearse m¨¢s a fondo con los bancos (el caso m¨¢s reciente es el Banesto de Conde) que con las cajas de ahorro.