Los corsos se movilizan contra un nuevo terrorismo dirigido a matar civiles

El temor a que el terrorismo corso pase a homologarse con el irland¨¦s, el liban¨¦s o el vasco se instal¨® ayer en la sociedad francesa, conmocionada por las dos bombas que el jueves al mediod¨ªa hirieron a 20 personas y destruyeron parcialmente dos edificios p¨²blicos en Ajaccio. A las explosiones de la v¨ªspera sigui¨® ayer en C¨®rcega una jornada de psicosis de bomba alentada por la multiplicaci¨®n de las llamadas telef¨®nicas an¨®nimas que anunciaban, falsamente, nuevos estallidos. Unas 5.000 personas se manifestaron en silencio contra el terrorismo.

Los atentados a plena luz del d¨ªa contra edificios p¨²blicos son interpretados un¨¢nimemente como un salto cualitativo, preludio, quiz¨¢, de una escalada en la que las habituales bombas nocturnas dirigidas a causar da?os exclusivamente materiales van a ser sustituidas por otras de efectos indiscriminados, mucho m¨¢s mort¨ªferas. En una primera reacci¨®n contra las explosiones, 5.000 personas, la mayor¨ªa funcionarios, se manifestaron ayer en Ajaccio y en Bastia. Los comentarios espont¨¢neos de los manifestantes oscilan entre el reproche al Gobierno por la poca eficacia judicial y policial, puesta de relieve en los recientes informes parlamentarios, y la acusaci¨®n entreverada de falta de iniciativa pol¨ªtica. Hoy est¨¢ convocada una nueva protesta."El Estado de derecho ganar¨¢ en C¨®rcega", proclam¨® el ministro de Interior, Jean-Pierre Chev¨¨nement, sum¨¢ndose as¨ª a las declaraciones efectuadas la v¨ªspera por el presidente, Jacques Chirac: "Si los terroristas no entran en raz¨®n, les llevaremos a entrar en raz¨®n con la mayor de las firmezas". Tanto Chirac como el resto de los l¨ªderes pol¨ªticos han subrayado que los atentados "buscaban matar".

A falta de una reinvindicaci¨®n, la mera asociaci¨®n de ideas conduce invariablemente al asesinato, en febrero del pasado a?o, del prefecto de C¨®rcega, Claude Erignac, el atentado que marc¨® un antes y un despu¨¦s en el agitado activismo corso. Aunque la mayor parte de los activistas presuntamente responsables de aquella muerte se encuentran detenidos -no as¨ª el autor material, Yvan Colonna, actualmente huido-, las inc¨®gnitas sobre la naturaleza y caracter¨ªsticas de ese grupo, te¨®ricamente escindido del tronco central del Frente de Liberaci¨®n Nacional Corso (FLNC)-Canal hist¨®rico, contin¨²an vigentes. "Ser¨ªa extra?o que atentados tan at¨ªpicos como ¨¦stos hayan sido organizados por un movimiento identificado", indicaron ayer los expertos franceses en el terrorismo corso. La perplejidad que denotan sus comentarios no es diferente a la que suscit¨® el asesinato de Claude Erignac.

Romper con las reglas

La idea, generalmente compartida en los medios con mayor conocimiento de la situaci¨®n, es que una secci¨®n del terrorismo corso, dividido actualmente en varias facciones, ha optado por romper con las reglas de juego precedentes y abrir una nueva espiral violenta con la esperanza de doblegar al Estado. Es una andadura que en el plano de la agitaci¨®n comporta los ataques cada vez m¨¢s frecuentes a los "intereses franceses", que trata de desarraigar la idea misma de Francia en la isla. Parad¨®jicamente, la utilizaci¨®n de la violencia es una cuesti¨®n que divide m¨¢s que nunca al nacionalismo corso, comprometido en su conjunto a poner t¨¦rmino a sus luchas internas fratricidas, incluso criminales, caracter¨ªsticas de la etapa anterior.El acuerdo general sobre la necesidad de llegar a la reconciliaci¨®n se quiebra en el momento de abordar la estrategia frente al Estado. Frente a la l¨®gica que pretende la apertura de una v¨ªa pol¨ªtica y la b¨²squeda de consensos cada vez m¨¢s amplios, las organizaciones vinculadas al terrorismo establecen la preeminencia del activismo armado. El ¨²ltimo mensaje que el primer ministro, Lionel Jospin, les dirigi¨® en su ¨²ltima visita a la isla ("dejad la violencia y hablaremos de todo") ha dejado insatisfechos a los partidarios de la v¨ªa pol¨ªtica y exacerbados los ¨¢nimos de los violentos. En un acto esperanzador, sin embargo, los diputados del grupo nacionalista Corsica Nazione condenaron ayer el atentado, en un acto sin precedentes.