Los nuevos 'miuras'
Tal y como salieron ayer en la primera de feria de La Magdalena de Castell¨®n, as¨ª deben ser los nuevos miuras. Y salieron seis que en principio de presencia pod¨ªan pasar por domecqs y nadie lo notar¨ªa. O sea, por fuera eran comod¨ªsimos de cabeza, y aunque los hubo altos y largos cual m¨¢quina del Ave, como el primero, las hechuras y sobre todo, las caras, eran de novillotes adelantados de Jandilla o Torrestrella, sin ir m¨¢s lejos. Y de hechos y comportamientos de todo hubo. Salieron nobles los m¨¢s y otros descastados y flojos.El mejor lote se lo llev¨® quien a la postre ser¨ªa el triunfador de la tarde, Juan Jos¨¦ Padilla. Para ¨¦l fue el noble animal al que dieron la vuelta al ruedo, por aquello de que en el pa¨ªs de los ciegos... Era un toro casta?o al que Juan Jos¨¦ Padilla recibi¨® a porta gayola luci¨¦ndose con el capote. Clav¨® banderillas reunido y en lo alto, tras grandes alardes atl¨¦ticos. Con el p¨²blico entregado hizo una faena bullidora basada en la mano derecha. Lo intent¨® tambi¨¦n por el pit¨®n izquierdo, pero ah¨ª el animal se quedaba m¨¢s corto, por lo que sigui¨® con la diestra y le ase¨® una faena que no pudo rematar con la espada. Al toro se le premi¨® con una excesiva vuelta al ruedo, no tanto por sus m¨¦ritos como por los que no tuvieron los dos anteriores.
Miura / Fern¨¢ndez, Higares, Padilla Toros de Miura, de desigual presentaci¨®n; varios sospechosos de afeitado; 3? premiado con vuelta al ruedo; 4? y 6?, encastados y nobles; resto con dificultades Fern¨¢ndez Meca: estocada tendida (ovaci¨®n); pinchazo hondo perpendicular, pinchazo y estocada (silencio)
?scar Higares: dos pinchazos y estocada penpendicular (silencio); estocada corta (ovaci¨®n). Juan Jos¨¦ Padilla: media, tres descabellos y se echa el toro (vuelta); estocada, descabello -aviso- y descabello (oreja). Plaza de Castell¨®n, 26 de marzo. 1? corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Despu¨¦s puso broche el torero jerezano con otro noble animal. Volvi¨® a marcharse a esperarlo a porta gayola, lance del que sali¨® con bien. No tuvo tanta suerte al repetir la cambiada y al dudar, siendo arrollado sin consecuencias. Hizo Padilla lo mejor de la tarde con el capote lanceando a pies juntos, y luego llev¨® por chicuelinas a su enemigo hasta el caballo. Se le pic¨® lo justo para tener movilidad y dar lucimiento al matador jerezano con los rehiletes, destacando en un par del viol¨ªn. Se arrancaba de lejos el miura y Padilla lo fue metiendo en faena. Lo tore¨® con la mano diestra mucho mejor que al natural, y construy¨® una faena con cierto temple, sin ser la sexta maravilla. Mat¨® de estocada, pero necesit¨® de un par de golpes de verdugillo, no sin obst¨¢culo para que ante la fuerte y exagerada petici¨®n el us¨ªa concediese una oreja.
Los miuras defraudaron, pues poco queda, al menos de los presentados aqu¨ª, de aquellos animales poderosos y temidos que lucen divisa negra en Madrid por sus dram¨¢ticos hechos. En Castell¨®n fueron de dulce, pero amargaron el deb¨² en esta plaza del franc¨¦s Fern¨¢ndez Meca, torero nacido en Nimes y al que apodera Sim¨®n Casas, empresario del coso castellonense.
No pudo hacer gran cosa el debutante ante sus dos enemigos, el que abri¨® plaza era, eso s¨ª, alto y largo, pero se dej¨® las fuerzas en la dehesa. Cabece¨® durante toda su lidia y se revolv¨ªa con no sanas intenciones. Lo llev¨® a media altura y traste¨® hasta entrar a matar, consiguiendo una estocada que qued¨® tendida, pero que le vali¨® al menos una ovaci¨®n. Con el cuarto, Fern¨¢ndez Meca pas¨® inadvertido con el capote. Posteriormente, aunque el animal ten¨ªa buen tranco y se arrancaba de lejos, siempre le enganch¨® el enga?o al no acompasar la velocidad. O sea, al no conseguir templar una embestida que acab¨® por darle un susto.
?scar Higares estuvo, pero pod¨ªa haber dejado su puesto a cualquier otro. Tambi¨¦n el p¨²blico pod¨ªa pensarlo de los compa?eros, pero el caso es que el torero madrile?o no estuvo entonado en toda la tarde. Con su primero, estuvo animoso y haciendo de enfermero. Con el segundo, Higares dej¨® escapar unas orejas que le pueden servir en la presente temporada. En Castell¨®n las vio marcharse al desolladero.
Babelia
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