Insolaci¨®n

En la empresa municipal de limpieza de M¨¢laga, Limasa, andan todos quemados estos d¨ªas. Unos en sentido figurado y otros en sentido literal, pero quemados. La culpa la tienen los uniformes. Resulta que a los 250 trabajadores eventuales que contrata la empresa para la temporada estival no se les ha facilitado el uniforme de verano, y desde que empez¨® a apretar el calor, varios empleados han tenido que darse de baja por insolaci¨®n.El uniforme le ha dado m¨¢s de un quebradero de cabeza a la sociedad municipal en los ¨²ltimos a?os. Primero, una denuncia del sindicato CC OO ante la Inspecci¨®n de Trabajo oblig¨® a sus responsables a hacer una inversi¨®n para que la indumentaria de sus empleados fuera m¨¢s visible por la noche, porque con el uniforme antiguo estaban expuestos a m¨¢s de un atropello. Despu¨¦s de mucho insistir, la empresa se decidi¨® a cambiar el uniforme. Se escogi¨® un mono naranja fosforescente con bandas reflectantes, que desde luego elimin¨® totalmente cualquier posibilidad de no distinguir a un barrendero a 500 metros de distancia, pero el nuevo mono tambi¨¦n ten¨ªa algunas pegas: las costuras y las etiquetas pinchaban, y la tela no era transpirable, con lo que en los d¨ªas de calor no se pod¨ªa trabajar sin terminar cocido como un langostino.

Ese contratiempo es precisamente el que subsana el uniforme de verano, pero a los empleados contratados expresamente para trabajar en los meses m¨¢s calurosos del a?o no se les ha dado el uniforme ligero, sino el de invierno riguroso. Y claro, desempe?ar labores de limpieza en una playa con un impermeable de cuerpo entero es toda una haza?a con la que est¨¢ cayendo en estos d¨ªas.

El representante sindical de CC OO en la empresa, Juan Eduardo Rivero, present¨® las correspondientes quejas al responsable de vestuario, Juan Antonio Mu?oz, y le record¨® que la ropa de verano se le debe facilitar a toda la plantilla el 15 de mayo. Pero ¨¦ste le debi¨® de responder algo muy gordo, porque al final, el tema se ha saldado con dos denuncias de Rivero a Mu?oz: una ante la Inspecci¨®n de Trabajo, por intentar zanjar el asunto repartiendo entre los operarios afectados los monos que se retiraron hace algunos a?os por peligrosos, y otra ante el Juzgado de Guardia por "amenazas e insultos". La cosa est¨¢ que arde, y eso que todav¨ªa no ha entrado el verano.

ESPERANZA PEL?EZ