Bertelsmann rompe el juego de las discogr¨¢ficas y pacta con Napster vender m¨²sica en Internet
Para el resto de las grandes compa?¨ªas del disco, integradas en la RIAA, el proceso judicial sigue
Hay una forma de vencer al enemigo: unirse a ¨¦l. Bertelsmann, el gigante alem¨¢n de la comunicaci¨®n, anunci¨® ayer que se retirar¨¢ del caso Napster y utilizar¨¢ esta popular p¨¢gina web de contenidos musicales -que se convertir¨¢ en un servicio de abonados- para difundir su cat¨¢logo por Internet. Es el ¨²ltimo episodio de la batalla que desde el verano enfrenta en un tribunal de San Francisco a este servidor, que ha conseguido 38 millones de usuarios, y a la industria discogr¨¢fica norteamericana, que le acusa de violar las leyes sobre derechos de autor. Los directivos de Bertelsmann y Napster hicieron p¨²blicos ayer en Nueva York los detalles de esta "alianza estrat¨¦gica" que ha conmocionado el mundo de la m¨²sica.
Gracias al apoyo t¨¦cnico y financiero del gigante alem¨¢n, la p¨¢gina web se convertir¨¢ en un servicio de abonados, donde el internauta deber¨¢ pagar una cuota fija mensual (4,95 d¨®lares, unas mil pesetas) para acceder de forma ilimitada a los archivos musicales que hasta ahora pod¨ªan descargarse gratuitamente. Es una soluci¨®n salom¨®nica que conviene a las dos partes. David se ha aliado con Goliat. A cambio de perder algo de su alma, Napster consigue el respaldo de una de las discogr¨¢ficas que hasta ahora hab¨ªa pedido su cierre. Bertelsmann, por su parte, reconoce que la difusi¨®n de la m¨²sica por Internet es imparable y soluciona as¨ª el problema de los royalties para los artistas y los sellos discogr¨¢ficos.
Napster.com es un servidor que conecta bilateralmente ordenadores para descargar gratuitamente un contenido musical en MP3, un formato que comprime la grabaci¨®n digital en peque?os archivos que pueden intercambiarse en la red. Napster no cobra cuotas ni tiene beneficios.
El gigante alem¨¢n se desmarca as¨ª del resto de la industria que el pasado verano casi consigue, en una sentencia judicial que luego fue revocada, la desaparici¨®n de este peque?o servidor, invento de un estudiante de 19 a?os, Shawn Fanning.
El resto de los demandantes que componen la Asociaci¨®n Discogr¨¢fica de Am¨¦rica (en ingl¨¦s RIAA), Seagram, Universal Music, Emi y Sony, entre otros, calificaron este acuerdo de positivo, seg¨²n Reuters. "Damos la bienvenida a toda decisi¨®n que conduzca a los participantes a jugar un papel leg¨ªtimo en la industria de la m¨²sica on line", dijo ayer la presidenta de RIA, Hilary Rosen, "pero esto no supone que el pleito con Napster haya finalizado", a?adi¨®. Un portavoz de Time Warner se refiri¨® al acuerdo como "un paso positivo para la industria musical".
Llamamiento
Tanto Bertelsmann como Napster han hecho un llamamiento al resto de la industria para que se apunte al acuerdo. "?sta es una oportunidad para abrir nuevos mercados. Invitamos a todos a que participen en este esfuerzo", dijo Andreas Schmidt, presidente de Bertelsmann Ecommerce Group, en la conferencia de prensa que tuvo lugar en Nueva York. De hecho, algunas discogr¨¢ficas, como es el caso de la Universal, ya han intentado lanzar por su cuenta un servicio de m¨²sica por Internet muy similar al de Napster. "Es un hecho ineluctable, alguien ten¨ªa que dar el primer paso y hemos sido nosotros", dijo Schmidt. La situaci¨®n es ahora un poco m¨¢s complicada que antes. Bertelsmann seguir¨¢ formando parte del caso contra Napster hasta que se formalice el acuerdo "dentro de unos meses, lo antes posible", dijo su presidente, Hank Barry. El gigante alem¨¢n, despu¨¦s de lo que calific¨® de "intensas negociaciones", se ha comprometido a otorgar un pr¨¦stamo a Napster (no se han dado cifras) para desarrollar el nuevo servicio de abonados. A cambio, el servidor entregar¨¢ un porcentaje de sus ingresos, en torno al 60%, a la discogr¨¢fica. Cuando se haya resuelto el aspecto t¨¦cnico del pacto, Bertelsmann permitir¨¢ entonces el acceso por Internet a su cat¨¢logo, que incluye a artistas como Whitney Houston o Carlos Santana.
La empresa alemana no teme que esto pueda afectar a sus ventas directas. "M¨¢s bien al contrario", coment¨® Schmidt. "Compartir archivos entre varias personas ha despertado la imaginaci¨®n de millones de usuarios por su facilidad, sus amplios contenidos y su sensaci¨®n de comunidad. Napster ha apuntado en la buena direcci¨®n para distribuir m¨²sica y creemos que formar¨¢ la base de un nuevo e interesante negocio en esta industria", dijo Thomas Middelhoff, presidente de Bertelsmann, en un comunicado oficial.
"Napster seguir¨¢ siendo Napster", dijo ayer en Nueva York su presidente, Hank Barry. "No podemos evitar que la gente siga intercambiando m¨²sica a trav¨¦s de Internet, al menos as¨ª les aseguramos una mejor calidad en sus archivos musicales. Nuestro formato no cambiar¨¢".
Mientras tanto, el caso sigue. A principios de octubre, el juez del tribunal de apelaciones de San Francisco decidi¨® aplazar la decisi¨®n unos cuantos meses, sin fijar fecha, a la espera de que la industria solucionara su contencioso fuera de los tribunales.
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