MEJOR DEPORTISTA ESPA?OL
El heredero de Perico Heras, l¨ªder de la ¨²ltima generaci¨®n del ciclismo espa?ol
Que los periquistas perdonen el sacrilegio (y que se olviden un segundo de ese purismo que hace proclamar que hasta que no gane el Tour ning¨²n ciclista puede reclamar una corona), pero su mito, el Pedro Delgado ¨²nico referente de cierta forma de ver el ciclismo, ya tienen un heredero: Roberto Heras, salmantino de B¨¦jar, que no segoviano; m¨¢s bien tirando a serio, sin aquel desparpajo apabullante; igual de pragm¨¢tico en todo caso, pero no tan despistado por ahora. Igual estilo tambi¨¦n: escalador explosivo, ducho en el manejo del hachazo, y con largo recorrido tambi¨¦n, y tambi¨¦n aprendiz en las contrarreloj. Y, s¨ª, tambi¨¦n, ni?o prodigio. Heras ya gan¨® una etapa en la Vuelta a los 23 a?os, ya se ha ilustrado en el Giro ganando la etapa del Mortirolo a los 25, ha ganado la Vuelta a los 26. En su primera Vuelta fue quinto, en la segunda sexto, en la tercera tercero, en la cuarta primero; en el primer Giro, quinto; en el primer Tour, tambi¨¦n quinto.El ciclismo espa?ol ya puede proclamar que ha concluido la traves¨ªa del temible desierto que apareci¨® en el horizonte despu¨¦s de los a?os Indur¨¢in: Roberto Heras, de 26 a?os, ganador de la Vuelta, quinto en el Tour, lidera una generaci¨®n de nov¨ªsimos, una generaci¨®n de espa?oles variados, un grupo de escaladores (Beloki, Mancebo, Sevilla), de grandotes (Haimar Zubeldia, Iker Flores), de normales (Ca?ada, Igor Galdeano), con un supreclase para las cl¨¢sicas (?scar Freire) y un ganador nato (David Etxebarria), y todos jovencitos, entre los 23 y los 27 a?os. Y Heras con ellos.
Como Delgado, Heras se cay¨® en el Joux Plane. Al segoviano, la costalada le cost¨® retirarse del Tour del 84, su segunda experiencia en Francia; al bejarano, le cost¨® la victoria de etapa (gan¨® en Morzine su compa?ero de escapada, Richard Virenque), un precio que entonces le hizo llorar, pero que ahora no ve tan caro. Porque aquel d¨ªa, Heras hizo otra cosa que s¨ª que le ha marcado para el futuro, y bien. Aquel d¨ªa, la ¨²ltima etapa de monta?a, el Tour ya pr¨¢cticamente decidido, Heras atac¨® subiendo. Aquel d¨ªa Armstrong, el l¨ªder intocable, sufri¨® y no pudo seguirle al espa?ol. Aquel d¨ªa, Armstrong, el americano sin piedad, decidi¨® que Heras deb¨ªa ser su compa?ero en el siguiente Tour. M¨¢s todav¨ªa, aquel d¨ªa Armstrong, el ganador de los dos ¨²ltimos Tours, el hombre que cerr¨® el siglo XX y el m¨¢ximo favorito para abrir el XXI, decidi¨® que el Tour de 2002, cuando ¨¦l ya se habr¨¢ retirado, lo ganar¨¢ Roberto Heras. Lo ganar¨¢ liderando su equipo, la m¨¢quina del US Postal. Y Heras lo sabe. Heras, pragm¨¢tico como Perico, igual de valiente, no teme romper contratos y modas, emigrar al extranjero, buscar lo mejor. Dinero y triunfos.
Heras, sin embargo, no es Perico. La diferencia entre ambos no est¨¢ en las cualidades t¨¦cnicas ni en sus posibilidades ciclistas. La diferencia es el car¨¢cter. Perico se sinti¨® desde que naci¨® un n¨²mero uno, un l¨ªder indiscutible, y Heras, el escalador de las manos grandes, ha aceptado siempre, sigue aceptando, un papel secundario. Perico pudo haber ganado el Tour de su debut, el Tour del descubrimiento, a los 23 a?os. Todav¨ªa se lamenta el segoviano de haber perdido minutos y minutos en el pav¨¦s de Roubaix. Perico fue a aquel Tour no parea descubrir lo que hab¨ªa m¨¢s all¨¢ de los Pirineos, sino para que el mundo le descubriera a ¨¦l. Heras retras¨® unos cuantos a?os su presentaci¨®n en sociedad; prefiri¨® foguearse en la Vuelta y en el Giro, y fue al Tour a los 26 a?os, y fue con la actitud del aprendiz que no debe arriesgar para no cometer errores. Por eso termin¨® quinto.
Heras es el heredero; Heras lleva camino de ser Perico pero, tienen raz¨®n los periquistas, nunca ser¨¢ Perico. Ganar¨¢, seguramente, un Tour alguna vez; ganar¨¢, seguro, alguna Vuelta m¨¢s. Podr¨¢ tener el mismo palmar¨¦s que el segoviano,, s¨ª. Pero nunca ser¨¢ el fen¨®meno de masas, el ¨ªdolo de la sociedad, el hombre m¨¢s popular de su tiempo; el deportista que deten¨ªa la actividad en verano.
No ser¨¢ por su culpa, ser¨¢, simplemente, porque Espa?a, el ciclismo, el deporte, ser¨¢ porque todo en la ¨²ltima d¨¦cada ha cambiado.
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