Francia acusa a las mafias iraqu¨ªes y turcas del abandono de los kurdos en la Costa Azul
Otra prueba de la confusi¨®n reinante sobre lo ocurrido y la escasa capacidad de cooperaci¨®n entre los distintos Estados la da el que, seg¨²n las autoridades mar¨ªtimas griegas, el East Sea saliera a finales de octubre, con otro nombre, con destino a Chipre y transportando un cargamento de cigarrillos. Las autoridades turcas dicen, en cambio, no saber nada de una eventual escala del nav¨ªo, aunque su ministro de Justicia, Hikmet Sami Turk, admiti¨®: 'Estos criminales tienen c¨®mplices en cada una de las fases de la emigraci¨®n clandestina. Para ellos, cada inmigrante ilegal representa una ganancia equivalente entre 125.000 y 625.000 pesetas'. En la actualidad, el tr¨¢fico de hombres mueve un volumen de dinero que ya es un tercio del que genera el tr¨¢fico de drogas. Turqu¨ªa parece ser el principal punto distribuidor de inmigraci¨®n hacia Europa, pues all¨ª se aglutinan gentes procedentes de Afganist¨¢n, Pakist¨¢n, Ir¨¢n, Siria o algunas de las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas. La polic¨ªa turca ha denunciado un aumento del 100% cada a?o del n¨²mero de ilegales detenidos entre 1998 y 2000.
El Tribunal de Draguignan anunci¨® ayer que abrir¨¢ un procedimiento judicial por 'ayuda a residencia irregular'. Con esta medida, que se pondr¨¢ en pr¨¢ctica a partir de hoy, se intentar¨¢ determinar por d¨®nde pas¨® el East Sea en su traves¨ªa de siete d¨ªas por el Mediterr¨¢neo y d¨®nde est¨¢ la tripulaci¨®n. Si los inmigrantes transitaron por un pa¨ªs del espacio de Schengen podr¨ªan ser expulsados a esa naci¨®n. Seg¨²n las investigaciones policiales, el capit¨¢n y el resto de la tripulaci¨®n -'entre tres y cinco marinos'- abandonaron el carguero en una barca hinchable, y no en una de salvamento como se hab¨ªa dicho previamente. El director central adjunto de la Polic¨ªa de Fronteras, Daniel Chaze, adelant¨® que el capit¨¢n y el armador han sido identificados; ambos son iraqu¨ªes.
Es intolerable (dijo el presidente de la Rep¨²blica Francesa, Jacques Chirac) 'que mientras algunos pa¨ªses europeos controlan de manera estricta nuestras fronteras' -la referencia a los brit¨¢nicos era transparente-, 'la comunidad internacional no llegue a movilizarse para prevenir situaciones de este tipo y sancionar a los responsables'. Patrick Davedjian, diputado gaullista de origen armenio, opin¨® al respecto: 'Ser¨ªa injusto que no nos ocup¨¢semos de resolver la miseria de esta gente, sobre todo cuando estamos dispuestos a sostener que siete millones de palestinos tienen derecho a un Estado. ?Los kurdos son 26 millones y est¨¢n repartidos entre cuatro Estados, y no de los m¨¢s democr¨¢ticos!'
200.000 clandestinos
En Francia hay en la actualidad un m¨ªnimo de 200.000 personas en situaci¨®n irregular. Los clandestinos del East Sea pueden ser o bien acogidos como refugiados pol¨ªticos o bien merecer un asilo territorial -un permiso de residencia temporal-, o, por ¨²ltimo, pueden ver c¨®mo sus demandas son rechazadas. En tal caso se les comunicar¨¢ que no tienen derecho a permanecer en el pa¨ªs, pero el 80% de personas que reciben ese tipo de dictamen opta por seguir en Francia, ya sea para conseguir una regularizaci¨®n posterior de su situaci¨®n, ya sea para utilizar Francia como trampol¨ªn hacia el Reino Unido o alguno de los pa¨ªses n¨®rdicos reputados como m¨¢s tolerantes para con los inmigrantes.
Si toda esa mec¨¢nica administrativa comporta condiciones y puede desembocar en una situaci¨®n irregular ante la que se cierran los ojos, en el caso del East Sea hay que a?adirle el problema de la escasez de jueces y traductores del kurdo en el departamento del Var, cuesti¨®n que plantea c¨®mo interrogar a m¨¢s de 400 adultos en un plazo que no debiera superar los cuatro d¨ªas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.