Potencia mundial de segundo orden
Aceralia, Arbed y Usinor se esfuerzan en asegurar que en Espa?a no va a pasar nada
Una potencia de segundo orden. La fusi¨®n anunciada el pasado lunes 19 en Bruselas entre los dos primeros productores mundiales de acero, la francesa Usinor, cuarta en la clasificaci¨®n de productores, y el grupo formado por la luxemburguesa Arbed y la espa?ola Aceralia, tercera en el r¨¢nking mundial, va a suponer un vuelco total en el panorama del acero en Europa y tambi¨¦n en el espa?ol. La creaci¨®n de una nueva sociedad, que absorber¨¢ a las otras tres, coloca al acero espa?ol en el grupo l¨ªder del mundo, pero en un segundo lugar. La larga tradici¨®n sider¨²rgica espa?ola se agrupa con las tambi¨¦n largas tradiciones francesa y luxemburguesas, que la superan.
El nuevo grupo industrial, que provisionalmente adopta el nombre de Newco, diminutivo en ingl¨¦s de nueva compa?¨ªa, es una fusi¨®n entre europeos con el prop¨®sito de crear una sociedad europea, pero l¨®gicamente las posiciones no son iguales. Aceralia es el hermano peque?o, que llega de la mano de Arbed, y Usinor es el vencedor. Pese al reparto escrupuloso del poder para que todo el mundo aparezca en la foto, los franceses salen m¨¢s grandes. Y, l¨®gicamente, los espa?oles los m¨¢s peque?os.
Francis Mer: 'El mercado espa?ol est¨¢ en crecimiento. Es el que tiene mayores posibilidades de expansi¨®n'
No se puede olvidar que el accionista de referencia de Aceralia, con el 35% del capital, es Arbed. Los a?os setenta fueron los de la decadencia de la gran siderurgia espa?ola, representada por Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa, por culpa de la recesi¨®n internacional provocada por la crisis del petr¨®leo y por el exceso de capacidad. A la crisis le sigui¨®, con retraso respecto al resto de Europa, la reconversi¨®n y los cierres.
El favorito
El primer Gobierno socialista, con Carlos Solchaga en la cartera de Industria, llev¨® adelante las primeras reestructuraciones que terminaron con la fusi¨®n de las otrora rivales en un solo grupo en 1991: Corporaci¨®n Sider¨²rgica Espa?ola. Por el camino se hab¨ªan inyectado en ambas sociedades cerca de 650.000 millones de pesetas y se hab¨ªan perdido 10.338 empleos. El ¨²ltimo paso, ya con el Partido Popular en el poder, se dio en 1997. El grupo, ya saneado, se privatiz¨® y frente a todo pron¨®stico la luxemburguesa Arbed, la primera industria del peque?o pa¨ªs centroeuropeo, se hizo con el control de la sociedad. En el camino qued¨® el favorito: Usinor.
Hoy las tres sociedades se han vuelto a cruzar en el camino y Aceralia, integrada en Arbed, va a la fusi¨®n como el hermano peque?o. Los accionistas de Aceralia representar¨¢n el 20,1% del accionariado de Newco, los de Arbed el 23,4% y los de Usinor el 58,5%, la mayor¨ªa.
Hoy, en Espa?a, la gran preocupaci¨®n de los trabajadores es el futuro de los centros productivos y la mano de obra. El recuerdo de la reconversi¨®n del pasado es muy fuerte y no se olvida. Desde que el viernes 16 de febrero se suspendi¨® la cotizaci¨®n de las tres sociedades en los mercados de valores, tras la publicaci¨®n por el diario asturiano El Comercio de la existencia de contactos entre las tres aceristas, los sindicatos espa?oles han exigido el mantenimiento de las plantas productivas y del total de las plantillas.
El anunci¨® por parte de los presidentes de las tres sociedades, Jos¨¦ Manuel ?lvarez Rendueles de Aceralia, Joseph Kinsch de Arbed y Francis Mer de Usinor, de que la fusi¨®n iba a lograr unas sinergias que permitir¨ªan un ahorro de 300 millones de euros el primer a?o y progresivamente alcanzar los 600 millones de euros antes de 2006, han hecho temblar a las centrales sindicales que no olvidan la reciente historia de ajustes de la siderurgia nacional.
'Este no es un sector en crecimiento. No tenemos intenci¨®n de incrementar nuestra capacidad, que ya es importante. Sacaremos el mejor partido de las instalaciones m¨¢s rentables, debemos mejorar costos. Tenemos que crecer en productividad con unos efectivos razonables en el tiempo'. Este comentario de Mer el pasado lunes en Bruselas deja la puerta abierta a la reconversi¨®n, sin embargo, a continuaci¨®n quiso dejar claro que se alcanzar¨ªan 'acuerdos para que no hubiera dramas', que estuvieran en consonancia con la 'cultura social' europea.
As¨ª, los tres presidentes rechazaron frontalmente cualquier ajuste en Espa?a. Las reconversiones anunciadas afectar¨ªan en esencia, seg¨²n estos responsables, a los centros de Usinor en Francia y se resolver¨ªan con jubilaciones y prejubilaciones. Pero esta declaraci¨®n de intenciones no evit¨® que ese mismo lunes se anunciara ya el cierre del alto horno de la firma francesa en Charleroi en B¨¦lgica, que ha dado lugar a los primeros encierros de trabajadores locales.
Temor sindical
Ante el temor sindical a la reestructuraci¨®n en Espa?a, que ha llevado a que UGT y CC OO de Asturias solicitaran la participaci¨®n del Estado en la nueva sociedad, las tres acer¨ªas han puesto a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) como la primera garant¨ªa. Los acuerdos de privatizaci¨®n establecen que Arbed debe mantener los centros productivos existentes en Espa?a y la mano de obra hasta dentro de dos a?os. Esta voluntad se la transmitieron Rendueles y Kinsch el jueves 15 de febrero al ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro.
El ministro, y con ¨¦l los Gobiernos vasco y asturiano, -comunidades aut¨®nomas con mayor peso espec¨ªfico en Aceralia-, alabaron las bondades del acuerdo y recordaron que esta situaci¨®n, tan solo hace dieza?os, nadie la hubiera podido imaginar. Sin embargo, la inc¨®gnita sobre qu¨¦ pasar¨¢ el d¨ªa despu¨¦s sigue abierta. Nada ni nadie puede garantizar que dentro de dos a?os los planes internacionales del grupo pasen por encima de alguno de los centros espa?oles.
En Aceralia, sin embargo, ven esta posibilidad dif¨ªcil. Consideran que su empresa, que supone el 43% de la producci¨®n del grupo que forma con Arbed, est¨¢ suficientemente saneada y cuenta con unas instalaciones que est¨¢n entre las m¨¢s modernas del grupo. Los resultados de Aceralia el pasado a?o la colocan en un ratio de eficacia excepcional. La buena marcha del mercado del acero ha hecho que su beneficio neto suba un 178% respecto al del pasado a?o y alcance los 60.117 millones de pesetas.
A estos buenos resultados se a?ade que el plan industrial del nuevo grupo va a dar un papel primordial a Asturias y Pa¨ªs Vasco, ya que las plantas costeras van a ser claves. As¨ª se recoge directamente la idea de fomentar el desarrollo del llamado eje Avil¨¦s-Gij¨®n (Asturias). Asimismo, las instalaciones de la Acer¨ªa Compacta de Bizkaia ver¨¢n c¨®mo duplican su capacidad de producci¨®n.
Pero m¨¢s all¨¢ de esos planes, Aceralia va a rebasar el compromiso que adquiri¨® con la SEPI de invertir 140.000 millones de pesetas, ya ha superado los 100.000. El plan 2000-2004 prev¨¦ una inversi¨®n de 166.000 millones de pesetas. El 49% se destinar¨¢ a aumentar la gama de productos que dan un mayor valor a?adido, los m¨¢s sofisticados; el 27% a reducir costes y mejorar la calidad; un 11% a mantenimiento; el 6% a medioambiente; y el 7% a eventualidades del mercado. Estos desaf¨ªos van a exigir producir m¨¢s acero.
Las previsiones para Aceralia confirman en cierta forma la apuesta de Mer: 'El mercado espa?ol est¨¢ en crecimiento. Es el que tiene mayores posibilidades de expansi¨®n. Aplicaremos una estrategia de mejora paulatina'. La vocaci¨®n de expansi¨®n de Aceralia en los ¨²ltimos a?os se ha visto reflejada en la integraci¨®n de dos de los principales grupos vascos del acero: Aristrain y Marcial Uc¨ªn. Las dos familias mantienen ahora una participaci¨®n en el accionariado. En el segundo caso no llega al 2% del capital, pero en el primero es el 10,8%.
Los planes de expansi¨®n del grupo Aceralia se convertir¨¢n en los planes para Espa?a de Newco, que se espere entre en funcionamiento el pr¨®ximo oto?o. Los accionistas de referencia ser¨¢n los de Usinor y la sede estar¨¢ en Luxemburgo. La siderurgia espa?ola estar¨¢ en el primer fabricante mundial de acero, en la empresa europea del acero, pero no dejar¨¢ de ser la hermana peque?a. Y ello a pesar de que sus plantas sean las que se encuentran menos necesitadas de ajustes.Una potencia de segundo orden. La fusi¨®n anunciada el pasado lunes 19 en Bruselas entre los dos primeros productores mundiales de acero, la francesa Usinor, cuarta en la clasificaci¨®n de productores, y el grupo formado por la luxemburguesa Arbed y la espa?ola Aceralia, tercera en el r¨¢nking mundial, va a suponer un vuelco total en el panorama del acero en Europa y tambi¨¦n en el espa?ol. La creaci¨®n de una nueva sociedad, que absorber¨¢ a las otras tres, coloca al acero espa?ol en el grupo l¨ªder del mundo, pero en un segundo lugar. La larga tradici¨®n sider¨²rgica espa?ola se agrupa con las tambi¨¦n largas tradiciones francesa y luxemburguesas, que la superan.
El nuevo grupo industrial, que provisionalmente adopta el nombre de Newco, diminutivo en ingl¨¦s de nueva compa?¨ªa, es una fusi¨®n entre europeos con el prop¨®sito de crear una sociedad europea, pero l¨®gicamente las posiciones no son iguales. Aceralia es el hermano peque?o, que llega de la mano de Arbed, y Usinor es el vencedor. Pese al reparto escrupuloso del poder para que todo el mundo aparezca en la foto, los franceses salen m¨¢s grandes. Y, l¨®gicamente, los espa?oles los m¨¢s peque?os.
No se puede olvidar que el accionista de referencia de Aceralia, con el 35% del capital, es Arbed. Los a?os setenta fueron los de la decadencia de la gran siderurgia espa?ola, representada por Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa, por culpa de la recesi¨®n internacional provocada por la crisis del petr¨®leo y por el exceso de capacidad. A la crisis le sigui¨®, con retraso respecto al resto de Europa, la reconversi¨®n y los cierres.
El favorito
El primer Gobierno socialista, con Carlos Solchaga en la cartera de Industria, llev¨® adelante las primeras reestructuraciones que terminaron con la fusi¨®n de las otrora rivales en un solo grupo en 1991: Corporaci¨®n Sider¨²rgica Espa?ola. Por el camino se hab¨ªan inyectado en ambas sociedades cerca de 650.000 millones de pesetas y se hab¨ªan perdido 10.338 empleos. El ¨²ltimo paso, ya con el Partido Popular en el poder, se dio en 1997. El grupo, ya saneado, se privatiz¨® y frente a todo pron¨®stico la luxemburguesa Arbed, la primera industria del peque?o pa¨ªs centroeuropeo, se hizo con el control de la sociedad. En el camino qued¨® el favorito: Usinor.
Hoy las tres sociedades se han vuelto a cruzar en el camino y Aceralia, integrada en Arbed, va a la fusi¨®n como el hermano peque?o. Los accionistas de Aceralia representar¨¢n el 20,1% del accionariado de Newco, los de Arbed el 23,4% y los de Usinor el 58,5%, la mayor¨ªa.
Hoy, en Espa?a, la gran preocupaci¨®n de los trabajadores es el futuro de los centros productivos y la mano de obra. El recuerdo de la reconversi¨®n del pasado es muy fuerte y no se olvida. Desde que el viernes 16 de febrero se suspendi¨® la cotizaci¨®n de las tres sociedades en los mercados de valores, tras la publicaci¨®n por el diario asturiano El Comercio de la existencia de contactos entre las tres aceristas, los sindicatos espa?oles han exigido el mantenimiento de las plantas productivas y del total de las plantillas.
El anunci¨® por parte de los presidentes de las tres sociedades, Jos¨¦ Manuel ?lvarez Rendueles de Aceralia, Joseph Kinsch de Arbed y Francis Mer de Usinor, de que la fusi¨®n iba a lograr unas sinergias que permitir¨ªan un ahorro de 300 millones de euros el primer a?o y progresivamente alcanzar los 600 millones de euros antes de 2006, han hecho temblar a las centrales sindicales que no olvidan la reciente historia de ajustes de la siderurgia nacional.
'Este no es un sector en crecimiento. No tenemos intenci¨®n de incrementar nuestra capacidad, que ya es importante. Sacaremos el mejor partido de las instalaciones m¨¢s rentables, debemos mejorar costos. Tenemos que crecer en productividad con unos efectivos razonables en el tiempo'. Este comentario de Mer el pasado lunes en Bruselas deja la puerta abierta a la reconversi¨®n, sin embargo, a continuaci¨®n quiso dejar claro que se alcanzar¨ªan 'acuerdos para que no hubiera dramas', que estuvieran en consonancia con la 'cultura social' europea.
As¨ª, los tres presidentes rechazaron frontalmente cualquier ajuste en Espa?a. Las reconversiones anunciadas afectar¨ªan en esencia, seg¨²n estos responsables, a los centros de Usinor en Francia y se resolver¨ªan con jubilaciones y prejubilaciones. Pero esta declaraci¨®n de intenciones no evit¨® que ese mismo lunes se anunciara ya el cierre del alto horno de la firma francesa en Charleroi en B¨¦lgica, que ha dado lugar a los primeros encierros de trabajadores locales.
Temor sindical
Ante el temor sindical a la reestructuraci¨®n en Espa?a, que ha llevado a que UGT y CC OO de Asturias solicitaran la participaci¨®n del Estado en la nueva sociedad, las tres acer¨ªas han puesto a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) como la primera garant¨ªa. Los acuerdos de privatizaci¨®n establecen que Arbed debe mantener los centros productivos existentes en Espa?a y la mano de obra hasta dentro de dos a?os. Esta voluntad se la transmitieron Rendueles y Kinsch el jueves 15 de febrero al ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro.
El ministro, y con ¨¦l los Gobiernos vasco y asturiano, -comunidades aut¨®nomas con mayor peso espec¨ªfico en Aceralia-, alabaron las bondades del acuerdo y recordaron que esta situaci¨®n, tan solo hace diez a?os, nadie la hubiera podido imaginar. Sin embargo, la inc¨®gnita sobre qu¨¦ pasar¨¢ el d¨ªa despu¨¦s sigue abierta. Nada ni nadie puede garantizar que dentro de dos a?os los planes internacionales del grupo pasen por encima de alguno de los centros espa?oles.
En Aceralia, sin embargo, ven esta posibilidad dif¨ªcil. Consideran que su empresa, que supone el 43% de la producci¨®n del grupo que forma con Arbed, est¨¢ suficientemente saneada y cuenta con unas instalaciones que est¨¢n entre las m¨¢s modernas del grupo. Los resultados de Aceralia el pasado a?o la colocan en un ratio de eficacia excepcional. La buena marcha del mercado del acero ha hecho que su beneficio neto suba un 178% respecto al del pasado a?o y alcance los 60.117 millones de pesetas.
A estos buenos resultados se a?ade que el plan industrial del nuevo grupo va a dar un papel primordial a Asturias y Pa¨ªs Vasco, ya que las plantas costeras van a ser claves. As¨ª se recoge directamente la idea de fomentar el desarrollo del llamado eje Avil¨¦s-Gij¨®n (Asturias). Asimismo, las instalaciones de la Acer¨ªa Compacta de Bizkaia ver¨¢n c¨®mo duplican su capacidad de producci¨®n.
Pero m¨¢s all¨¢ de esos planes, Aceralia va a rebasar el compromiso que adquiri¨® con la SEPI de invertir 140.000 millones de pesetas, ya ha superado los 100.000. El plan 2000-2004 prev¨¦ una inversi¨®n de 166.000 millones de pesetas. El 49% se destinar¨¢ a aumentar la gama de productos que dan un mayor valor a?adido, los m¨¢s sofisticados; el 27% a reducir costes y mejorar la calidad; un 11% a mantenimiento; el 6% a medioambiente; y el 7% a eventualidades del mercado. Estos desaf¨ªos van a exigir producir m¨¢s acero.
Las previsiones para Aceralia confirman en cierta forma la apuesta de Mer: 'El mercado espa?ol est¨¢ en crecimiento. Es el que tiene mayores posibilidades de expansi¨®n. Aplicaremos una estrategia de mejora paulatina'. La vocaci¨®n de expansi¨®n de Aceralia en los ¨²ltimos a?os se ha visto reflejada en la integraci¨®n de dos de los principales grupos vascos del acero: Aristrain y Marcial Uc¨ªn. Las dos familias mantienen ahora una participaci¨®n en el accionariado. En el segundo caso no llega al 2% del capital, pero en el primero es el 10,8%.
Los planes de expansi¨®n del grupo Aceralia se convertir¨¢n en los planes para Espa?a de Newco, que se espere entre en funcionamiento el pr¨®ximo oto?o. Los accionistas de referencia ser¨¢n los de Usinor y la sede estar¨¢ en Luxemburgo. La siderurgia espa?ola estar¨¢ en el primer fabricante mundial de acero, en la empresa europea del acero, pero no dejar¨¢ de ser la hermana peque?a. Y ello a pesar de que sus plantas sean las que se encuentran menos necesitadas de ajustes.
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