Paquetes tur¨ªsticos en ¨®rbita
Mosc¨² planea obtener m¨¢s de 300.000 millones de pesetas gracias a programas comerciales en la estaci¨®n espacial
?Quiere viajar al espacio? Adelante, s¨®lo que la excursi¨®n es cara. La de Dennis Tito, que regresa hoy a la Tierra despu¨¦s de haber permanecido nueve d¨ªas en el espacio, seis de ellos en la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS, seg¨²n sus siglas inglesas), cost¨® unos 3.700 millones de pesetas. E incluso esta suma le parece insuficiente a la NASA, que aunque en principio no est¨¢ en contra del turismo c¨®smico, hizo todo lo posible por impedir el viaje del multimillonario californiano.
Rusia es una entusiasta del turismo espacial, ante todo, por razones financieras. Con una eterna escasez de dinero, la Agencia Espacial rusa y el consorcio espacial Energuia ven en las excursiones al cosmos una fuente adicional de financiaci¨®n, que les puede permitir realizar sus programas astron¨¢uticos. Los millones que pag¨® Tito, por ejemplo, representan un 7% del presupuesto espacial anual de Rusia.
Para las excursiones ISS, los rusos utilizar¨¢n las Soyuz, que hacen de salvavidas en el complejo orbital. Estas naves tienen un plazo de vida de unos seis meses, por lo que dos veces al a?o deben ser reemplazadas. Las Soyuz tienen una capacidad m¨¢xima de tres plazas, lo que permite enviar a los insustituibles comandante de la nave e ingeniero de a bordo y vender el otro pasaje al que pueda pagarlo. Los rusos ya han reservado siete plazas para turistas espaciales que volar¨¢n en las Soyuz de aqu¨ª a 2008. Mosc¨² planea obtener m¨¢s de 300.000 millones de pesetas con programas comerciales en la ISS. De ellos, m¨¢s de un tercio con el turismo espacial.
Quien disponga de los millones que cuesta el paquete -estancia en la ISS m¨¢s entrenamiento y sesiones de comunicaci¨®n peri¨®dicas desde el cosmos- puede dirigirse directamente a la Agencia Espacial de Rusia, aunque no le ser¨¢ f¨¢cil hacerse entender: en su servicio de prensa hablan s¨®lo ruso. Por eso es mejor hacerlo a trav¨¦s de la firma rusa Atlasaerospace (www.atlasaerospace.net) o a trav¨¦s de la estadounidense Space Adventures (www.spaceadvetures.com), la cual, por cierto, ayud¨® a Tito a realizar su sue?o. Si no tiene tanto dinero como Tito pero quiere experimentar lo que sienten los astronautas al volar, puede conseguirlo sin viajar a la ISS.
Ambas firmas ofrecen la posibilidad de volar en la ingravidez gracias al avi¨®n ruso IL-76MDK, verdadero laboratorio para el entrenamiento de astronautas llamado Vomit Comet por los norteamericanos (unas 740.000 pesetas con Atlas y 990.000 con SA), ver la curvatura de la Tierra desde un Mig-25 (1,7 millones con Atlas y 2,3 con SA); sentir en una centrifugadora lo mismo que el cosmonauta al ser puesto en una Soyuz en la ¨®rbita extraterrestre, o, con escafandra c¨®smica, sumergirse en la piscina con la maqueta de la desaparecida estaci¨®n orbital Mir.
Mosc¨² conf¨ªa en que el ejemplo de Dennis sea contagioso y que el mismo financiero ayude a encontrar otros millonarios dispuestos. Por de pronto, Tito ya hizo publicidad a la excursi¨®n desde el cosmos y afirm¨® que su viaje vale los millones que le ha costado. 'Hay personas que pueden permitirse semejantes gastos, y a ellas yo les recomiendo que sigan mi ejemplo', dijo. 'Vivir en el espacio es como tener una vida diferente, vivir en un mundo diferente. Es mucho m¨¢s espectacular de todo lo que hab¨ªa so?ado', agreg¨®.
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