Garc¨ªa-Trevijano admite que se qued¨® con 15 millones de la indemnizaci¨®n de su cu?ado

El testimonio de Garc¨ªa-Trevijano, que lleg¨® a estar imputado en la causa, fue radicalmente distinto al ofrecido el d¨ªa anterior por el profesor Manuel Garrido, casado con su hermana Carmen y con el que ahora no tiene ning¨²n tipo de relaci¨®n como consecuencia de este proceso. Seg¨²n declar¨® ante el Tribunal Superior de Justicia, su primera intervenci¨®n en el caso se produjo en una reuni¨®n con el ex rector Villapalos para hablar de unos cursos de la Universidad de Verano de El Escorial. Fue entonces cuando sac¨® a relucir las reclamaciones de su cu?ado, que conoc¨ªa porque entonces se llevaban bien.

M¨¢s tarde, Garc¨ªa-Trevijano remiti¨® a la universidad un escrito en el que demandaba para su cu?ado una indemnizaci¨®n de 50 millones por los da?os y perjuicios que le hab¨ªa ocasionado el expediente sancionador que le hab¨ªan instruido y que posteriormente fue revocado en recurso contencioso-administrativo. El abogado, que lleg¨® a calificar a su cu?ado, catedr¨¢tico de L¨®gica y Teor¨ªa de la Ciencia, como 'uno de los mejores fil¨®sofos del ¨²ltimo medio siglo', manifest¨® que ya no supo nada m¨¢s hasta que el ex rector le comunic¨® que estaba dispuesto a pagar a Garrido 30 millones de indemnizaci¨®n e iniciar el proceso para nombrarle profesor em¨¦rito. Esto ocurri¨® d¨ªas antes de que el profesor tuviera que declarar en el juzgado por la querella criminal que hab¨ªa presentado contra Villapalos.

Garc¨ªa-Trevijano, en contra de lo declarado por su cu?ado, asegur¨® que no ten¨ªa conocimiento de la declaraci¨®n ni de la querella, 'por lo que Villapalos no condicion¨® la indemnizaci¨®n a la separaci¨®n de la querella'. Pese a ello, Garrido firm¨® su renuncia a declarar el 10 de mayo de 1995.

M¨¢s adelante, la universidad se puso en contacto con el letrado para el pago, el d¨ªa 29, de los 30 millones. 'La noche anterior, durante una cena en mi casa, mi cu?ado, que sab¨ªa que yo ten¨ªa pendientes unos pagos de unos cinco o seis millones de pesetas, me ofreci¨® ayudarme con 15 millones, a lo que yo acept¨¦ con la condici¨®n de hacerme cargo de la minuta del abogado que le llev¨® el contencioso-administrativo', asegur¨® Garc¨ªa-Trevijano, contradiciendo de nuevo la versi¨®n de su cu?ado, quien hab¨ªa declarado el martes que el dinero se lo hab¨ªa pedido ¨¦l y en concepto de pr¨¦stamo, no de ayuda familiar; y no la noche anterior, sino cinco minutos antes de subir al rectorado a cobrar.

'En la cena', continu¨® Garc¨ªa-Trevijano, 'hab¨ªamos quedado en que, despu¨¦s de cobrar, mi cu?ado me har¨ªa un tal¨®n por los 15 millones para endosarlo en mi banco, pero, en el rectorado, Jes¨²s Calvo [el gerente, tambi¨¦n procesado] le pregunt¨® [a Garrido] cu¨¢ntos cheques quer¨ªa'. 'Mi cu?ado me mir¨® y yo le dije que dos [haci¨¦ndole un gesto con dos dedos por debajo de la mesa, seg¨²n dijo despu¨¦s a los periodistas]; ¨¦l interpret¨® que uno a su nombre y otro al m¨ªo', cont¨® el abogado. ?ste a?adi¨® que nunca lleg¨® a tocar los talones: 'Mi cu?ado se los dio al director de mi despacho para que los endosara en los bancos'.

Un tercer tal¨®n

Garc¨ªa-Trevijano reconoci¨® que por aquellos d¨ªas tambi¨¦n cobr¨® del rectorado otro tal¨®n de un mill¨®n de pesetas (en la contabilidad de la universidad figura con una numeraci¨®n intermedia entre los otros dos de la indemnizaci¨®n) y que el abogado justific¨® 'por el pago de ocho conferencias y restos de la direcci¨®n de un curso de verano'.

Aunque, el martes pasado, Garrido manifest¨® ante el tribunal que reclam¨® insistentemente a su cu?ado la devoluci¨®n de los 15 millones, Garc¨ªa-Trevijano asegur¨® que nunca le pidio ese dinero e insisti¨® en que se trataba de una ayuda entre familiares. 'De la misma forma que otras muchas veces yo le hab¨ªa ayudado', agreg¨® el abogado. Tan s¨®lo admiti¨® que tiene que devolver a Garrido unos tres millones, ya que la minuta que hab¨ªa que pagar al abogado que llev¨® el recurso contencioso a este profesor era de seis millones y medio. Despu¨¦s, Garrido y Garc¨ªa-Trevijano decidieron unilateralmente, en una cena, rebajar a la mitad la minuta. Sin embargo, Garrido declar¨® ante el tribunal que hab¨ªa pagado a ese asesor legal la totalidad de sus emolumentos (6,5 millones de pesetas).

Los dos cu?ados s¨®lo coincidieron, a preguntas de los periodistas, en que su relaci¨®n se rompi¨® cuando Garrido decidi¨® seguir con la querella contra Villapalos.