Opel recurrir¨¢ a un plan de ajuste dr¨¢stico con recortes de plantilla para salvar la crisis

Los 86.000 empleados de Opel en Europa conocer¨¢n hoy el alcance de la profunda reestructuraci¨®n que acometer¨¢ su compa?¨ªa. La direcci¨®n tiene previsto comunicar esta ma?ana a sindicatos y directivos de personal de sus plantas europeas el contenido del plan Olympia, un proyecto con el que que intentar¨¢ redefinir su estrategia en Europa, pero que supondr¨¢ la adopci¨®n de medidas dr¨¢sticas para hacer rentable la empresa, que ha visto como sus ventas ca¨ªan en picado en los ¨²ltimos a?os. El objetivo: recudir la producci¨®n un 15% y ahorrar 1.850 millones de d¨®lares (340.000 millones de pesetas) hasta 2003, seg¨²n el semanario alem¨¢n Wirtschaftswoche.

La compa?¨ªa ha intentado mantener en secreto los detalles del plan Olympia. La prensa alemana, sin embargo, contempla varias posibilidades, que incluyen la fabricaci¨®n de nuevos modelos de autom¨®viles, la venta de algunos activos de la compa?¨ªa y una reducci¨®n de su capacidad de producci¨®n que, l¨®gicamente, ir¨ªa acompa?ada de una reducci¨®n de plantilla. Las cifras muestran que Opel, que el a?o pasado fabric¨® 1,7 millones de coches, padece un exceso de capacidad productiva de entre 350.000 y 400.000 unidades.

Ninguna de las cuatro f¨¢bricas de Opel en Alemania parecen estar en peligro. La compa?¨ªa, que dispone de 19 centros de producci¨®n en Europa, se inclina por echar el cierre en su planta de Amberes (B¨¦lgica), seg¨²n una informaci¨®n publicada ayer por el diario alem¨¢n Handelsblatt. Esta planta da empleo a 6.000 trabajadores para la fabricaci¨®n del Astra.

Inversiones en Zaragoza El futuro de la factor¨ªa de Zaragoza, que el a?o pasado registr¨® p¨¦rdidas por 12.152 millones de pesetas, tambi¨¦n ha sido puesto en tela de juicio. Los sindicatos espa?oles reconocieron ayer que habr¨¢ 'medidas de ahorro', pero descartan el cierre de la planta de Figueruelas, donde este mismo agosto se realizan inversiones para fabricar el nuevo Corsa a partir de 2003. 'Est¨¢ en juego todo', afirm¨® Fernando Bolea, de UGT y representante en la Intersindical Europea. 'No esperamos medidas tan dr¨¢sticas como el cierre de plantas, pero algo vendr¨¢, y lo har¨¢n para obtener mejores resultados', a?adi¨®. Bolea considera que hoy podr¨ªan anunciarse medidas como 'prejubilaciones o subcontrataciones'.

Cuando la prensa alemana mencion¨® la posibilidad del cierre en Zaragoza, la direcci¨®n de Opel en Espa?a emiti¨® un comunicado en el que se alud¨ªa al proyecto Olympia. 'En la medida en que se debe ajustar la capacidad de producci¨®n a unas cifras realistas, la reducci¨®n de fabricaci¨®n o, incluso, el cierre de algunas plantas, se contempla como alternativa. En este punto el proyecto est¨¢ en fase de an¨¢lisis'. Pero, tanto los portavoces de Opel en Zaragoza como los representantes sindicales aseguraron que el cierre no tiene sentido en una planta que recibe una inyecci¨®n de 80.000 millones de pesetas -unos 6.000 provienen del Estado espa?ol- para preparar la planta zaragozana, que fabricar¨¢ el nuevo Corsa. La f¨¢brica, que emplea a 8.500 personas, es responsable del 25% de la producci¨®n de Opel en Europa.

Adem¨¢s, 7.200 trabajadores de la industria auxiliar sufrir¨¢n desde el 30 de agosto un expediente de regulaci¨®n de plantilla para ajustar el ritmo de fabricaci¨®n a la demanda. Otras 11 empresas suministradoras de Opel en Arag¨®n han visto ya aceptados sus expedientes de reducci¨®n de plantilla, que afectan a m¨¢s de 2.000 trabajadores. Opel es uno de los motores de Arag¨®n. Su capacidad de producci¨®n es hasta 450.000 veh¨ªculos al a?o -aunque en este momento han descendido hasta 326.000- y est¨¢ considerada una de las plantas m¨¢s productivas de la empresa. En cualquier caso, la luz de alarma se ha encendido y, aunque se descarta el cierre, el propio Gobierno aut¨®nomo reconoce que lleva a?os estudiando las alternativas a un hipot¨¦tica fuga de la empresa.

Opel, que en la d¨¦cada de los noventa era uno de los fabricantes de autom¨®viles m¨¢s rentables del mundo, ha visto c¨®mo sus ventas han ca¨ªdo en picado en los ¨²ltimos a?os. El fabricante dej¨® que su imagen se deteriorara con coches de baja calidad. Y, aunque los Opel se tienen en mejor consideraci¨®n ahora que hace unos pocos a?os, la lucha de la direcci¨®n por mejorar su imagen no ha dado muchos frutos.

S¨®lo en el primer semestre de este a?o, las ventas se han reducido un 4,3%. Las p¨¦rdidas para este a?o se estiman en entre 500 y 700 millones de marcos (entre 42.500 y 59.500 millones de pesetas).

La c¨²pula de General Motors, decidida a acabar con la crisis de su principal filial en Europa, coloc¨® en abril pasado al frente de Opel a Carl-Peter Foster, que desarroll¨® casi toda su carrera en BMW. Foster declar¨®, desde el principio, que su principal objetivo ser¨ªa lavar la imagen de la compa?¨ªa. Foster, que sustituy¨® a Robert Hendry, es el art¨ªfice del plan que se anunciar¨¢ hoy. Los problemas m¨¢s acuciantes de Opel son, a juicio de los expertos, una plantilla demasiado numerosa, un exceso de capacidad de producci¨®n y una tupida red de concesionarios.