Al Yazira, la CNN del mundo ¨¢rabe

Desde la salida de los periodistas occidentales de Kabul, Al Yazira, la cadena v¨ªa sat¨¦lite de informaci¨®n que por su tono ha revolucionado el paisaje audiovisual del mundo ¨¢rabe, vive nuevas horas de gloria. Los dos corresponsales de esta cadena ¨¢rabe privada en Afganist¨¢n, creada hace cinco a?os por el emir de Qatar, son los ¨²nicos que todav¨ªa se encuentran presentes en territorio controlado por los talib¨¢n. En cada bolet¨ªn de informaci¨®n, Taysir Alwani, en Kabul, y Mohammad Khayr al Burini, en Kandahar, relatan en directo la cat¨¢strofe humana que se cierne sobre los afganos

El corresponsal de Kabul, que cuenta con una estaci¨®n de transmisi¨®n por sat¨¦lite y de un coche, mostr¨® al mundo las escenas del ataque a la Embajada estadounidense y m¨¢s tarde, el pasado d¨ªa 27, la distribuci¨®n a la poblaci¨®n de los sacos de harina incautados por los talib¨¢n a la ONU.

En Kandahar, al contrario que en Kabul, el periodista s¨®lo puede comunicarse por v¨ªdeoconferencia, respondiendo s¨®lo a las preguntas del presentador de la cadena. Sus respuestas son lac¨®nicas, estudiadas. 'S¨ª, algunas familias han respondido a la llamada del mul¨¢ Omar y han venido a Kandahar; otras no han venido; pero otras han sido disuadidas sin dudas de abandonar esta ciudad desierta ante la petici¨®n del mul¨¢'.

Pero fuera de antena, el reportero de Al Yazira en Kandahar, un jordano entrevistado por tel¨¦fono desde Doha (capital de Qatar) por Le Monde, habla libremente. 'Hay un mont¨®n de cosas sobre las que yo no podr¨¦ hablar nunca', dice Al Burini. 'Jam¨¢s he conocido una situaci¨®n parecida, el peligro est¨¢ por todos lados: los talib¨¢n nos proh¨ªben filmar mientras que los partidarios de la Alianza del Norte se quieren vengar de los ¨¢rabes, de los hombres de Bin Laden; se dice que ya se ha masacrado a un mont¨®n de ¨¢rabes en Kabul; no importa si se mata a un extranjero con tal de coger su dinero. Mi t¨¦cnico y yo dormimos en una habitaci¨®n que no puede cerrarse con llave, con un solo acompa?ante afgano', relata. La conversaci¨®n telef¨®nica se desarrolla en al oficina del director de la cadena, Mohamed Jassem al Ali, quien conoce de sobra el coraje de sus corresponsales. Recupera el tel¨¦fono para darles varios consejos a sus hombres: '?Cuidaros! ?Marcharos si quer¨¦is! ?Vestiros como ellos!'

'Hemos firmado un contrato con CNN por el que la cadena tiene prioridad sobre nuestras im¨¢genes antes de que se las podamos ofrecer a otras cadenas', dice el director sin dar m¨¢s precisiones. El representante en la zona de CNN no es m¨¢s locuaz. Esta colaboraci¨®n no genera ning¨²n malestar al director de una cadena cuyo antiamericanismo no parece tener fisuras a los ojos de su p¨²blico ¨¢rabe.

Al igual que no hablan de 'terrorismo isl¨¢mico', sino de 'aquello que Am¨¦rica llama terrorismo', los presentadores de Al Yazira no califican a Osama Bin Laden de 'terrorista' ni tampoco de 'disidente saud¨ª', sino simplemente como 'jefe del movimiento Al Qaeda'. Su retrato aparece regularmente en la pantalla.

? Le Monde