Aznar asegura a los empresarios que no cambiar¨¢ su pol¨ªtica econ¨®mica

La crisis econ¨®mica, la incertidumbre internacional y la situaci¨®n delicada de algunos ministros no provocar¨¢n cambios en la actual pol¨ªtica econ¨®mica. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, dio ayer esta garant¨ªa a los principales empresarios del pa¨ªs, a quienes asegur¨® que no "abrir¨¢ el grifo" del gasto p¨²blico, que har¨¢ la reforma fiscal "si las circunstancias lo permiten" y que proseguir¨¢ con las medidas de liberalizaci¨®n. Se refiri¨® a la reforma de los convenios, para lo que ya no pone plazo a las fuerzas sociales, pese a que les culpa de que la negociaci¨®n est¨¦ atascada por 'intereses organizativos'.

Acompa?ado por varios parlamentarios del PP y por su esposa, Ana Botella, Aznar tuvo ayer un encuentro multitudinario con empresarios y banqueros, reunidos por el foro de la Nueva Econom¨ªa, que organiza el diario Abc. El presidente intent¨® transmitir un mensaje de confianza ante los frentes que tiene abiertos: desde la crisis internacional hasta un eventual cambio de Gobierno o el atasco en la reforma de la negociaci¨®n colectiva.

?Habr¨¢ una remodelaci¨®n del Ejecutivo antes de que Espa?a asuma la presidencia de la Uni¨®n Europea, el pr¨®ximo 1 de enero? 'Pasemos a otra pregunta', contest¨® Aznar sin m¨¢s comentarios. En el discurso que pronunci¨® momentos antes, el presidente asegur¨® 'la continuidad y la confirmaci¨®n de la actual pol¨ªtica econ¨®mica, que durar¨¢ con todas sus consecuencias hasta el final de la legislatura'. Si esa continuidad alcanza o no a las personas, no fue desvelada ayer, como es la norma habitual del presidente.

Frente a las cr¨ªticas de inmovilismo ante la incertidumbre econ¨®mica, el presidente defendi¨® los buenos resultados obtenidos hasta ahora. No se han modificado las previsiones macroecon¨®micas elaboradas el pasado mes de julio, aunque el super¨¢vit presupuestario se ha sustituido por el d¨¦ficit cero. 'Se alzan voces que reclaman un cambio sustancial, un giro en la pol¨ªtica econ¨®mica' ante un 'ejercicio m¨¢s dif¨ªcil que los anteriores', se plante¨® Aznar. Pero 'el Gobierno va a mantener la apuesta emprendida en 1996: la opci¨®n por el rigor de las cuentas del Estado y una progresiva liberalizaci¨®n de la econom¨ªa', a?adi¨®. 'No hay alternativa mejor, nadie en la oposici¨®n tiene otra m¨¢s cre¨ªble', asegur¨®.

Dej¨® claro que el gasto p¨²blico crecer¨¢ menos que la econom¨ªa, aunque la crisis se profundice. 'No esperen de m¨ª que incumpla el compromiso riguroso del gasto', explic¨®, para a?adir que no tiene previsto 'echar mano de un recurso tan gastado como el de abrir el grifo'. Se comprometi¨® al tiempo a 'una reducci¨®n realista, pero cierta, de impuestos', que complet¨® con un 'si las circunstancias lo permiten' plagado de inc¨®gnitas.

Las reformas estructurales seguir¨¢n adelante, asegur¨® el presidente del Gobierno, aunque sin anunciar novedades. Se refiri¨® a la reforma laboral, las medidas para garantizar el funcionamiento del mercado ¨²nico o la intenci¨®n de incrementar la competencia en sectores como las telecomunicaciones y la energ¨ªa.

?nicamente se detuvo en la reforma de la negociaci¨®n colectiva que lleva meses en gestaci¨®n. La novedad es que Aznar no dio ayer un nuevo ultim¨¢tum -habr¨ªa sido el cuarto-, sino que manifest¨® su deseo de que 'se agoten todos los plazos', porque 'es mejor que las reformas se hagan con un consenso razonable'. Pese a este cambio de actitud, el presidente culp¨® a 'factores puramente organizativos' de que la reforma est¨¦ atascada; es decir, que los sindicatos teman perder protagonismo y por eso no faciliten el acuerdo.