Italia aportar¨¢ tropas y aviones al conflicto de Afganist¨¢n

'Italia, tambi¨¦n en guerra'. Con estas palabras, la televisi¨®n italiana dio ayer la noticia de que la Casa Blanca ha aceptado finalmente la contribuci¨®n de tropas italianas en la Operaci¨®n Libertad Duradera. El Gobierno de Roma se lo ha tomado casi como una reparaci¨®n moral tras una serie de contratiempos internacionales. Desde el 11 de septiembre, el Ejecutivo que preside Silvio Berlusconi ha vivido pendiente obsesivamente del papel reservado a Italia en la convulsa escena internacional, encajando un rev¨¦s tras otro.

'Las Fuerzas Armadas italianas han pasado ahora a ser parte integrante de las fuerzas operativas que podr¨¢n ser empleadas en la Operaci¨®n Libertad Duradera', dec¨ªa el comunicado del Ministerio de la Defensa, que transparentaba la satisfacci¨®n que ha producido en Roma la noticia. Las ayudas ofrecidas por Italia incluyen algunas naves, una decena de aviones (entre seis y ocho Tornado; un Boeing 707, que puede suministrar combustible en vuelo a tres aviones a la vez, y un C-130, para transporte humano y log¨ªstico) y casi 1.000 soldados, adem¨¢s de helic¨®pteros y tanques Centauro.

Componentes navales, a¨¦reos y terrestres que, seg¨²n Defensa, pueden incorporarse a la zona de operaciones en un plazo de 15 a 60 d¨ªas, aunque todo apunta a que las fuerzas de tierra s¨®lo ser¨¢n requeridas al final de la guerra en una misi¨®n de paz. La decisi¨®n final de enviar estas tropas deber¨ªa tomarla el Parlamento esta misma semana, pero el s¨ª de Washington proporcion¨® ayer una inyecci¨®n de optimismo al Ejecutivo de centro-derecha, hundido en una crisis de identidad que se ha trasladado a todo el pa¨ªs, como consecuencia de los ¨²ltimos reveses internacionales.

El retraso con el que Berlusconi fue recibido por el presidente norteamericano, Geogre W. Bush, en Washington; la ausencia de Il Cavaliere en la reuni¨®n mantenida por Alemania, Francia y Reino Unido previa a la cumbre de Gante, y la tard¨ªa invitaci¨®n al encuentro organizado anoche por el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, en Londres, tras un penoso tira y afloja diplom¨¢tico, han pasado a ser poco menos que derrotas nacionales. S¨ªntomas de lo que parece perfilarse como una crisis de identidad nacional alimentada por las cambiantes circunstancias de la pol¨ªtica internacional.

Dada la pasi¨®n italiana por el f¨²tbol, el debate hab¨ªa quedado resumido en una sola pregunta: ?est¨¢ Italia en el grupo de naciones de Primera Divisi¨®n o en el de Segunda? La oposici¨®n insist¨ªa que en Segunda y, adem¨¢s, por culpa del Gobierno de Berlusconi. Y citaba los numerosos contratiempos sufridos por el primer ministro, que no parece encontrar la sinton¨ªa deseada no ya con la Uni¨®n Europea, sino con Estados Unidos. Hasta ayer, los americanos no parec¨ªan especialmente receptivos a la oferta de env¨ªo de tropas hecha por Italia (hace m¨¢s de un mes) y los peri¨®dicos hablaban con aprensi¨®n de la posible exclusi¨®n del grupo de 29 pa¨ªses cuyos ciudadanos no necesitan visado para entrar en EE UU.

'Grupo de los grandes'

En cuanto a Europa, ?qu¨¦ hab¨ªa sido de la privilegiada posici¨®n de Italia, pa¨ªs fundador del Mercado Com¨²n, y ahora apartado del grupo de los grandes, como lo demostraba la ausencia de Berlusconi en la reuni¨®n mantenida por Blair, el franc¨¦s Chirac y el alem¨¢n Schr?der el 18 de octubre para discutir sobre la evoluci¨®n de la guerra? Berlusconi reaccion¨® a las cr¨ªticas acusando a la oposici¨®n de 'falta de patriotismo' y record¨® a sus adversarios la actividad desarrollada por el Ejecutivo en los primeros meses de gobierno y del propio primer ministro, que 'ha participado en 48 reuniones internacionales' y ha mantenido 'un centenar de conversaciones con los l¨ªderes mundiales'.