El enfrentamiento en la OMC complica el lanzamiento de una ronda de liberalizaci¨®n
Revuelta de los pa¨ªses pobres contra el intento de Bruselas de regular cuestiones medioambientales
Las negociaciones para lanzar una nueva ronda de liberalizaci¨®n del comercio mundial estaban anoche en un punto muerto, a pocas horas del cierre de la cumbre de Duh¨¢. El borrador de la declaraci¨®n final de la reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) que se conoci¨® en la ma?ana dejaba en evidencia las fuertes divergencias que manten¨ªan las delegaciones. En las negociaciones sobre agricultura, textiles y medio ambiente, los temas m¨¢s pol¨¦micos, no se hab¨ªa avanzado nada y los ministros se preparaban a trasnochar para alcanzar un acuerdo y no repetir el fracaso de Seattle.
A primera hora de ayer trascendi¨® un borrador de texto final y todos los observadores, miembros de ONG y periodistas pensaron que la culminaci¨®n de los cuatro d¨ªas de negociaciones de los 142 pa¨ªses miembros de la OMC en Duh¨¢ estaba pr¨®xima. Nada m¨¢s lejos de la verdad.
Una vez le¨ªdo el texto con detenimiento, los primeros nervios comenzaron a aflorar. El borrador no supon¨ªa ning¨²n avance concreto hacia el lanzamiento de la primera ronda de liberalizaci¨®n del comercio mundial desde 1986 y la octava desde 1947, cuando se cre¨® el GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Tarifas), el antecesor de la OMC.
El bloqueo en alguno de los puntos de las negociaciones pone en peligro no s¨®lo el lanzamiento de una nueva ronda global de liberalizaci¨®n del comercio, sino tambi¨¦n a los pactos ya alcanzados en la cumbre de Duh¨¢, como el del acceso a medicamentos a bajo coste para los pa¨ªses pobres, porque en la OMC, como principio, nada est¨¢ acordado hasta que todo lo est¨¢.
La situaci¨®n en el ¨²ltimo de los cinco d¨ªas de la cumbre era realmente cr¨ªtica, pero a¨²n se conservaba la esperanza de alcanzar el ¨¦xito debido a que todas las delegaciones ten¨ªan muy presente la crisis econ¨®mica que vive el mundo en este momento y que ¨¦sta fue sin duda agravada por los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre.
Subvenciones agr¨ªcolas
La eliminaci¨®n de las subvenciones a las exportaciones agr¨ªcolas y la reducci¨®n de las ayudas a este sector, que la UE se niega a aceptar, la pretensi¨®n de Bruselas de enlazar la protecci¨®n del medio ambiente con la liberalizaci¨®n del comercio y la exigencia de India, Bangladesh y Pakist¨¢n de que Estados Unidos reduzca sus tarifas de importaci¨®n de textiles mantuvieron en vilo a todos durante la jornada de ayer.
La intransigencia era absoluta en las posiciones de una y otra parte. Francia, pa¨ªs que celebrar¨¢ elecciones generales en la primavera pr¨®xima, e Irlanda encabezaban el n¨²cleo duro de la Uni¨®n Europea (UE), que se opon¨ªa a cualquier m¨ªnima concesi¨®n en el tema de ayudas agrarias.
El comisario de Agricultura europeo, el austriaco Franz Fischler, se quej¨® a puerta cerrada de que no ten¨ªa ya margen de maniobra para negociar. El grupo de grandes exportadores agr¨ªcolas, encabezado por los pa¨ªses del Mercosur, que se enfrentan a la UE en este tema, tampoco estaba dispuesto a ceder.
La delegaci¨®n india echaba chispas. A media tarde hicieron p¨²blico un comunicado en el que informaban de que el borrador de la declaraci¨®n final iba muy en contra de sus intereses. Miembros de la misma delegaci¨®n, de forma tajante, afirmaron que no conceder¨ªan nada m¨¢s a los pa¨ªses industrializados.
La acritud de los indios, al igual que la de los bangladesh¨ªes y varios miembros de delegaciones africanas y centroamericanas, apareci¨® despu¨¦s de una reuni¨®n en la que Estados Unidos y Canad¨¢ rechazaron rotundamente hablar de reducci¨®n de aranceles (Washington impone una tarifa del 28% sobre el precio del producto) para las importaciones textiles porque, seg¨²n ¨¦stos, no ten¨ªan mandato de sus parlamentos para hacer concesiones en este tema.
La Uni¨®n Europea lleg¨® a Qatar con varios caballos de batalla y fueron desmont¨¢ndose de uno en uno a medida que pasaban los d¨ªas. Su intenci¨®n de enlazar la protecci¨®n del medio ambiente al comercio ya hab¨ªa sido muy pol¨¦mica durante la fallida cumbre de Seattle y no menos lo ha sido en la de Duh¨¢.
Bruselas ha intentado que el tema est¨¦ muy detallado en la declaraci¨®n final, pero los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo creen que si ceden en esta cuesti¨®n, la UE o EE UU pueden alg¨²n d¨ªa resistirse a la importaci¨®n de alg¨²n producto aduciendo que su extracci¨®n o fabricaci¨®n da?a el medio ambiente
Irritaci¨®n
Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo creen que el tema medioambiental esconde un mecanismo para interponer barreras proteccionistas. A muchos pa¨ªses les irrita la sola menci¨®n del tema en la declaraci¨®n final, aunque la mayor¨ªa estaba ayer dispuesta a aceptar que la cuesti¨®n pase al comit¨¦ de la OMC encargado de estudiar el impacto del comercio en el medio ambiente para que presente un informe en unos dos a?os.
En Europa, las cosas se ve¨ªan de forma diferente, y fue Francia el primer pa¨ªs que se expres¨® claramente sobre lo que estaba sucediendo en Duh¨¢. En Par¨ªs, el portavoz adjunto del Ministerio de Exteriores, Bernard Val¨¦ro, critic¨® el proyecto de declaraci¨®n final. 'El texto en la mesa sigue estando muy por debajo de nuestras expectativas', afirm¨® Val¨¦ro. El texto no es satisfactorio en cuanto al 'medioambiente, la competencia, lo social y la agricultura'.
Seg¨²n el portavoz, el borrador de acuerdo no s¨®lo est¨¢ por debajo de las expectativas francesas, sino tambi¨¦n del mandato definido en la cumbre de Helsinki en diciembre de 1999 y 'confirmado en el Consejo' europeo de Bruselas el mes pasado.
La batalla por la agricultura
La Uni¨®n Europea (UE) pierde en todos los frentes en el tema agr¨ªcola, seg¨²n el ¨²ltimo borrador de la declaraci¨®n final de Duh¨¢. ?ste es muy gen¨¦rico en todas las aspiraciones de Bruselas, pero muy espec¨ªfico en los aspectos negativos. El mantenimiento de las ayudas directas al sector agr¨ªcola, que supusieron en 2000 el 68% de un total de 5.500 millones de euros, no aparece en el texto. La renovaci¨®n de la llamada cl¨¢usula de paz, por la que ning¨²n pa¨ªs puede ser demandado ante la OMC por subvencionar al sector agr¨ªcola hasta el 31 de diciembre de 2003, tampoco figura, con lo que a partir de esa fecha la UE podr¨ªa ser llevada por cualquier pa¨ªs a un panel de la OMC por las ayudas al campo. Los aspectos sociales y culturales de la agricultura que la UE quiere que se reconozcan, para que los productos agr¨ªcolas no est¨¦n sujetos a las reglas de libre mercado como todos los dem¨¢s, se expresa muy vagamente en el borrador. Los aspectos no comerciales de la agricultura son un marco crucial para que la UE pueda mantener en el futuro algunas ayudas internas al sector y las subvenciones a las exportaciones de los productos agrarios. La UE tampoco ha conseguido incluir alguna menci¨®n directa a la protecci¨®n de la denominaci¨®n de origen, un tema que particularmente interesa a Espa?a e Italia por la cantidad de estos productos que tienen. Si se consideran todas estas exigencias en conjunto, la UE corre el peligro de aparecer como el mayor obst¨¢culo al lanzamiento de una nueva ronda por su resistencia a aceptar la eliminaci¨®n de los subsidios a la exportaci¨®n. Varios delegados latinoamericanos se?alaron que hasa ahora Europa siempre hab¨ªa ganado en las negociaciones agr¨ªcolas, como lo demuestra el gran volumen de sus exportaciones frente a sus pa¨ªses, m¨¢s competitivos, algo imposible sin sus fuertes subsidios, informa Efe.
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