M¨¢s de 200.000 ni?os son comprados a sus familias como esclavos en ?frica occidental
El trabajo infantil alcanza al 41% de los menores del continente, seg¨²n la OIT
El 41% de los ni?os africanos de entre 5 y 14 a?os se ve obligado a trabajar, seg¨²n informes de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). El problema es mundial (250 millones de menores lo sufren en todo el planeta), pero en ciertas zonas como ?frica occidental va en aumento un tipo de trabajo primo hermano de la esclavitud: m¨¢s de 200.000 ni?os rurales son comprados a sus familias por traficantes para trabajar, bajo tremendas condiciones de explotaci¨®n, en viviendas de gente rica en las ciudades o incluso de recolectores de caf¨¦ o cacao en otros pa¨ªses.
En Benin hay unos 450.000 ni?os trabajadores, 250.000 en Togo, y entre 50.000 y 70.000 son mano de obra esclava. 'Si un ni?o tiene que trabajar, hay que garantizar que cobre, que vaya a clase, al m¨¦dico, que no sufra maltrato', dice Alfonso Gonz¨¢lez, delegado para Benin y Togo de Tierra de Hombres (TDH), una ONG con 25 en la regi¨®n. 'Lo otro, aunque los Gobiernos africanos no quieran equiparlo a la esclavitud cl¨¢sica, contra la que hay leyes dur¨ªsimas, es esclavizaci¨®n'.
La figura por extirpar es el traficante. 'Llega al poblado', describe Gonz¨¢lez, 'elegantemente vestido, con deportivas brillantes. Paga un dinero simb¨®lico a los padres y les asegura que el peque?o enviar¨¢ grandes remesas. El ni?o no vuelve a aparecer. Los padres creer¨¢n que vive una vida mejor'.
Pero ser¨¢ vida de esclavo. 'Los menores que, gracias a alguna ONG, logran regresar, cuentan historias atroces', dice Elizabeth Ponce, encargada de Formaci¨®n y Capitalizaci¨®n de TDH en la zona. 'A veces vuelven con costurones de latigazos. En Gab¨®n, a los traidos de Benin o de Togo se les paga, pero los traficantes les quitan la documentaci¨®n y el dinero y les obligan a trabajar para enjugar la deuda. Un traficante puede ganar 40.000 pesetas por una ni?a empleada dom¨¦stica en Gab¨®n, o el doble por un ni?o recolector en Costa de Marfil. Los menores, cuando llegan a la adolescencia, roban a los due?os y se echan a la calle; las chicas tienen que prostituirse. Las ONG intentan devolverlos a casa'.
La reinserci¨®n es una epopeya. 'Tenemos en Coton¨² (Benin) y Lom¨¦ (Togo) dos Centros Oasis para recuperar a los ni?os', dice Ponce. 'Les acompa?amos a su regi¨®n, por si pueden reconocer a sus padres. Hacemos un diagn¨®stico de la familia. Logramos que los padres firmen un compromiso de honor, vigilado por el jefe de la comunidad, de que no volver¨¢n a vender al cr¨ªo. Y montamos una red de protecci¨®n: el hechicero, el cura, el profesor, estar¨¢n atentos a lo que le pase al chico'.
Las estad¨ªsticas expresan el caldo de cultivo de la esclavitud infantil. En Benin el promedio de hijos por mujer es 6, y s¨®lo un 3,5% usa anticonceptivos; 117 de cada 1.000 ni?os mueren antes de cumplir cinco a?os; la mitad de los 6 millones de habitantes tiene menos de 15 a?os. En Togo las condiciones eran mejores, pero la cerraz¨®n del Gobierno a una apertura pol¨ªtica ha llevado al bloqueo de la cooperaci¨®n. Benin cuenta a su favor con estabilidad social, y la ense?anza insiste en una cultura de paz; la desnutrici¨®n, enorme hace 25 a?os, ahora no pasa del 6 por 1.000.
'La campa?a que estamos lanzando para conseguir leyes expl¨ªcitas', dice Gonz¨¢lez, 'se basa en un esl¨®gan: La ley no es una soluci¨®n, pero no puede haber soluciones sin ley. Hay que castigar a los traficantes y regular el trabajo de los ni?os'.
El pasado fin de semana un patrullero de Nigeria intercept¨® una piragua que llevaba 23 ni?os hacia Camer¨²n: una nueva edici¨®n del caso Etireno, buque nigeriano descubierto en abril cuando transportaba ni?os de Benin a Gab¨®n. TDH acogi¨® a los ni?os e intervino en la investigaci¨®n judicial en Benin. 'Parece que iban unos 250 menores, que fueron desembarcados en Gab¨®n y de los que ese pa¨ªs s¨®lo localiz¨® a 23', dice Gonz¨¢lez. El barco hab¨ªa recorrido 2.000 kil¨®metros durante tres semanas, tratando de dejar ni?os en Nigeria, Camer¨²n y Guinea Ecuatorial. Este a?o ha habido otras dos interceptaciones: en una, el pasado julio, tambi¨¦n con destino Gab¨®n, se cree que murieron unos 150 ni?os arrojados al mar.
El tr¨¢fico mar¨ªtimo (casi siempre en grandes piraguas) lleva a Nigeria y Gab¨®n. Por tierra las rutas conducen a Costa de Marfil y Nigeria. Y dentro de los pa¨ªses emisores el tr¨¢fico es del campo a la ciudad. En Gab¨®n o Benin, los cr¨ªos, y en especial las ni?as, acaban como criados en casas pudientes; en Costa de Marfil cultivan cacao o caf¨¦; en Nigeria los destinos laborales son m¨²ltiples.
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