"No queremos la Europa de los mercaderes"
Josep Piqu¨¦ debate en esta entrevista las posibilidades de realizaci¨®n de los objetivos espa?oles y defiende, sobre todo, el europe¨ªsmo del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que, dice, es m¨¢s integrador que otros que se declaran federalistas.
Pregunta. Espa?a asume esta presidencia europea, que es la tercera de su historia y la primera de un Gobierno del PP, en circunstancias particularmente dif¨ªciles, econ¨®micas y pol¨ªticas, derivadas del 11 de septiembre. ?C¨®mo valora el reto?
Respuesta. Yo creo que nos jugamos muchas cosas. Nuestro principal reto es, por una parte, igualar la imagen de eficacia y de europe¨ªsmo que han tenido las otras presidencias espa?olas. Pero los retos ahora son much¨ªsimo mayores. Hoy Europa est¨¢ trabajando en tres pilares, tiene por primera vez una pol¨ªtica exterior com¨²n, ha avanzado significativamente en el espacio de justicia y de libertad com¨²n. Y tenemos por delante, por primera vez, un debate articulado a nivel europeo sobre el futuro de Europa y est¨¢, sobre todo, un reto, que es el de la ampliaci¨®n, que es distinto del de las ampliaciones anteriores, porque por primera vez estamos intentando incorporar a la UE a pa¨ªses que hasta hace muy poco tiempo eran dictaduras y no eran econom¨ªas de mercado y formaban parte de una alianza militar opuesta a la alianza militar occidental. Todo esto configura un periodo de presidencia complejo, dif¨ªcil, del que somos conscientes. Pero al mismo tiempo tambi¨¦n nos obliga a afrontar eso con voluntad pol¨ªtica de avanzar, con esperanza, con ambici¨®n y, si se me permite la expresi¨®n, con realismo optimista.
'Nuestro principal reto es igualar en eficacia y europe¨ªsmo a las otras presidencias espa?olas'
'Llegar a acuerdos de extradici¨®n con EE UU forma parte de lo deseable, faltar¨ªa m¨¢s'
'Europa sigue siendo demasiado r¨ªgida en sus sistemas econ¨®mico y social'
'No es razonable que la reforma del t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n se debata en la UE'
'No es una cuesti¨®n de principio conseguir que Europa asuma todas nuestras convicciones'
P. ?A usted no le preocupa llegar a esta cita cuando las relaciones con la oposici¨®n son peores que nunca?
R. Lo que puede preocuparnos es que lo que pueden ser confrontaciones culturales que se manifiestan en determinadas circunstancias acaben cristalizando en un disenso permanente en torno a la pol¨ªtica exterior. Espero y deseo que eso no suceda, y desde luego por parte del Gobierno vamos a procurar que eso no sea as¨ª. Espero que, despu¨¦s del ruido de estos d¨ªas, todos recuperemos el sentido com¨²n.
P. Tras el 11 de septiembre, la gran prioridad de la presidencia espa?ola es la lucha antiterrorista. Los progresos en ese campo durante el anterior semestre han sido tan importantes que no parece que ahora puedan producirse resultados espectaculares.
R. Lo que debemos hacer no es plantearnos los horizontes pol¨ªticos, porque ahora disponemos de un marco pol¨ªtico que ya es muy ambicioso y que nos obliga a trabajar precisamente en su consolidaci¨®n y en su puesta en pr¨¢ctica. Ya no se trata de conseguir una orden europea de detenci¨®n y entrega o una definici¨®n com¨²n de terrorismo, o de avanzar en el principio de reconocimiento mutuo de resoluciones judiciales. Eso ya est¨¢ conseguido a nivel pol¨ªtico. Creo que nuestra principal aportaci¨®n debe ser precisamente poner en pr¨¢ctica de verdad todas estas cosas lo antes posible, y a?adir un elemento m¨¢s, que es donde creo que podemos trabajar en nuestra presidencia, que es la cooperaci¨®n internacional con Estados Unidos y con Rusia en t¨¦rminos concretos, a trav¨¦s de medidas concretas que permiten aumentar los espacios comunes de seguridad.
P. El Parlamento Europeo ha dicho ya que ser¨¢ imposible incluir la extradici¨®n en el tratado de cooperaci¨®n judicial con EE UU que propone Espa?a, debido a la vigencia de la pena de muerte y de tribunales militares en Norteam¨¦rica. ?Termina ah¨ª la iniciativa espa?ola?
R. Yo creo que no debe caber ninguna duda respecto a la necesidad de incrementar la cooperaci¨®n policial, judicial y la aproximaci¨®n legislativa en la lucha contra el terrorismo en la Uni¨®n Europea y Estados Unidos. Creo que ah¨ª hay muchos terrenos en los que avanzar, pero tambi¨¦n digo con toda claridad que hay l¨ªmites que la UE no puede sobrepasar, y entre ellos est¨¢, por ejemplo, conceder extradiciones cuando existe la posibilidad de que se aplique la pena de muerte, porque ¨¦se es un tema que est¨¢ fuera de discusi¨®n. Y despu¨¦s puede haber tambi¨¦n un debate a 15 respecto de la idoneidad o no de la existencia de tribunales militares para determinados delitos.
P. ?Pero caben soluciones para incluir la extradici¨®n en el convenio o es mejor olvidarla?
R. Yo creo que llegar a acuerdos de extradici¨®n con Estados Unidos forma parte de lo deseable, faltar¨ªa m¨¢s. No creo que nadie seriamente pueda poner en discusi¨®n el Estado de derecho, la supremac¨ªa de la ley en una democracia tan admirable como es la democracia norteamericana.
P. ?En qu¨¦ tipo de soluci¨®n piensa?
R. Por ejemplo, conceder la extradici¨®n siempre y cuando no exista el riesgo de que se aplique la pena de muerte.
P. El empe?o espa?ol por incluir a grupos de apoyo en las listas antiterroristas encontr¨® muchas resistencias entre los Quince. La asunci¨®n de la presidencia, que se supone que debe promover pol¨ªticas de consenso, ?no es un inconveniente adicional para avanzar en esa tarea?
R. Yo puedo comprender que, a veces, estas cosas cuesten de asumir. Llevamos muchos a?os defendiendo en solitario, por ejemplo, la virtualidad de instrumentos tan ¨²tiles como una orden europea de detenci¨®n y entrega o de avanzar en la homogeneizaci¨®n de las legislaciones contra el terrorismo. Bien, vamos a seguir en esta l¨ªnea sin hacer de ello algo que comprometa lo que tiene que ser nuestra labor como presidencia de la UE. Esta labor tiene que ser impulsar todas las pol¨ªticas comunes y todas las pol¨ªticas europeas en su conjunto hasta all¨¢ donde podamos. Por eso hemos escogido el lema de 'm¨¢s Europa'. Pero para nosotros no es una cuesti¨®n de principio conseguir que Europa asuma todas nuestras convicciones en los pr¨®ximos seis meses. Nos basta con avanzar, y hemos avanzado mucho. ?se es el camino.
P. ?Tuvo usted siempre confianza en que las asociaciones y personas que apoyan al terrorismo aparecer¨ªan finalmente en esa lista?
R. Yo siempre he confiado en que finalmente iban a aparecer, y vamos a seguir trabajando en ese sentido, pero no quisiera que eso se planteara como un objetivo que, si no se consigue, constituye un fracaso. En todo caso que entidades que todos tenemos la convicci¨®n de que forman parte del entramado terrorista no est¨¦n en la lista hubiera sido un fracaso colectivo.
P. La otra gran prioridad de la presidencia espa?ola es el impulso a la liberalizaci¨®n y modernizaci¨®n de las econom¨ªas europeas seg¨²n el llamado Proceso de Lisboa. ?Cree usted que hay alguna posibilidad de ¨¦xito en el Consejo Europeo que se celebrar¨¢ en marzo en Barcelona, dedicado ¨ªntegramente a este tema?
R. Estamos en un clima de desaceleraci¨®n econ¨®mica, de problemas econ¨®micos muy serios en Estados Unidos, de continuidad de los problemas econ¨®micos en Jap¨®n y de una desaceleraci¨®n econ¨®mica cierta en Europa. Es l¨®gico que, en una situaci¨®n como ¨¦sta, haya opiniones orientadas hacia el proteccionismo y hacia una cierta paralizaci¨®n de los impulsos reformistas, esperando tiempos mejores. Nosotros creemos sinceramente que la actitud correcta es precisamente la contraria, precisamente ahora, cuando se ha puesto claramente de manifiesto que Europa ha sido incapaz de convertirse en relevo de Estados Unidos como motor de la econom¨ªa. Debemos hacer lo necesario para que en el futuro eso no vuelva a ocurrir. Europa sigue siendo todav¨ªa demasiado r¨ªgida en sus sistema econ¨®mico y social. Por eso le damos tanta importancia a Barcelona.
P. Los recientes apagones que hemos sufrido en Espa?a, ?son una muestra de las bondades de la liberalizaci¨®n de los mercados energ¨¦ticos?
R. Ponen de manifiesto varias cosas. Primero, que hay que seguir impulsando la liberalizaci¨®n, porque es un proceso que est¨¢ produciendo inversiones espectaculares en la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica en Espa?a. Hay muchos proyectos de centrales de ciclos combinados que est¨¢n en marcha, que se van a poner en funcionamiento a corto plazo. Otra cosa es que en determinadas zonas de Espa?a, y eso es particularmente cierto en Catalu?a, lo hemos visto estos d¨ªas, hay problemas en la red de distribuci¨®n. Pero creo que el modelo de liberalizaci¨®n el¨¦ctrica que se escogi¨® en su momento es un modelo que est¨¢ propiciando inversiones, que permite decirles a los espa?oles que, aparte de la conjunci¨®n de problemas puntuales en un momento determinado, no va a haber problemas de capacidad en la generaci¨®n de electricidad.
P. ?Cree usted que una mejor interconexi¨®n el¨¦ctrica con Francia hubiera evitado las dificultades de estos d¨ªas?
R. En las actuales circunstancias, creo que si hubiera habido una mejor interconexi¨®n con Francia no se hubieran cortado tan dr¨¢sticamente las importaciones de energ¨ªa y se hubiera podido resolver el problema. Aunque no quisiera centrar el problema s¨®lo en ese aspecto.
P. La introducci¨®n del euro, ?puede tener un efecto depresivo sobre el consumo y complicar a¨²n m¨¢s la coyuntura?
R. Yo creo que la capacidad de adaptaci¨®n va a ser muy r¨¢pida y que no tiene por qu¨¦ generar mayores problemas que los habituales. Lo que nos importa es que, a partir de ah¨ª, el euro sea una moneda de referencia como lo pueda ser el d¨®lar, y eso va ligado con la capacidad de coordinar las pol¨ªticas econ¨®micas, las reformas estructurales, y por eso vamos a seguir insistiendo en todos estos puntos. Yo creo sinceramente que en Barcelona vamos a ir m¨¢s all¨¢ de lo que hoy por hoy podemos pensar respecto al establecimiento de un calendario de liberalizaciones o de avanzar en reformas estructurales en diversos mercados.
P. A medida que la econom¨ªa pierde fuelle surgen, adem¨¢s, voces diciendo que ser¨ªa mejor aplazar la ampliaci¨®n. ?Cu¨¢les son sus previsiones?
R. Yo creo que vale la pena, cuando se expresan opiniones de este tipo, que son absolutamente respetables, revisar las hemerotecas. Es muy dif¨ªcil que haya unanimidad respecto a que una determinada ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea sea adecuada en los momentos en que se plantea. Y as¨ª ha pasado en todas las ampliaciones anteriores, porque es verdad que la ampliaci¨®n comporta riesgos, comporta ciertas amenazas desde el punto de vista de intereses sectoriales, a?ade incertidumbre. Estamos refiri¨¦ndonos a un mundo distinto, ?no? Pero al mismo tiempo eso no nos tiene que impedir mantener la visi¨®n pol¨ªtica de fondo, y creo que el compromiso por la ampliaci¨®n es, desde el punto de vista pol¨ªtico, absolutamente claro.
P. ?Se puede negociar el cap¨ªtulo agr¨ªcola, como corresponde a la presidencia espa?ola, en v¨ªsperas de elecciones en Francia?
R. Acabo de tratar este tema con mi colega V¨¦drine y me ha asegurado, y no es la primera vez que Francia lo hace, que en todos estos aspectos va a haber continuidad y que en la medida en que se respeten el acervo y las perspectivas financieras es posible llegar a acuerdos.
P. La quinta prioridad de la presidencia espa?ola es el debate sobre el futuro de Europa. El hecho de que el Gobierno espa?ol no tenga todav¨ªa un modelo propio de la UE del futuro, ?no es un lastre para la presidencia?
R. No comparto esa apreciaci¨®n. Espa?a est¨¢ plenamente comprometida con la construcci¨®n europea. Ha sido protagonista clara de iniciativas que, dentro de esa construcci¨®n, hoy se est¨¢n viendo como claves, como pueda ser el tercer pilar o la Estrategia de Lisboa, y ¨¦sa es la actitud que vamos a seguir manteniendo. A Espa?a siempre le ha ido bien la integraci¨®n europea y los avances en esa integraci¨®n. Vamos a seguir siendo la punta de lanza de todas aquellas iniciativas que permitan ir m¨¢s all¨¢ en ese proceso de integraci¨®n, que significa discutir sobre todo aquello que podemos hacer juntos. No discutir sobre aquello que estamos haciendo juntos y que a lo mejor a alguien le pueda interesar que volvamos a hacer por separado. Y creo que eso hay que tenerlo muy presente, porque, a veces, detr¨¢s de discursos formalmente federalistas, no necesariamente lo que se debate es aquello que podemos hacer juntos cada vez m¨¢s, sino que lo que se est¨¢ debatiendo es qu¨¦ cosas podemos volver a hacer cada uno por nuestra cuenta y que hasta ahora hac¨ªamos juntos.
P. Por lo que ha dicho, le gusta poco el federalismo alem¨¢n.
R. Yo creo, y lo digo sin la menor iron¨ªa, que siempre hay que recibir de manera positiva aportaciones al debate. Y ha habido aportaciones de Alemania y de otros pa¨ªses francamente positivas que nos han movido a reflexionar. Siempre se ha acusado a la Uni¨®n Europea de ser una construcci¨®n fundamentalmente econ¨®mica, basada en la integraci¨®n de los mercados, que a veces se ha dado en denominar la Europa de los mercaderes. Nada m¨¢s lejos de nuestra visi¨®n de Europa. Claro que queremos una Uni¨®n Europea econ¨®micamente competitiva y socialmente cohesionada y capaz de generar empleo, de producir nuevas tecnolog¨ªas, de competir con Estados Unidos, de ser un motor alternativo de la econom¨ªa mundial. Claro que s¨ª. Pero tambi¨¦n queremos una Europa que sea una Europa com¨²n a la hora de definir un espacio de libertad o de justicia, a la hora de definir una proyecci¨®n internacional de Europa en su conjunto m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Yo creo que eso tiene un fort¨ªsimo componente de ambici¨®n europe¨ªsta.
P. De todos modos, Espa?a, en este debate, ?no se est¨¢ distinguiendo cada vez m¨¢s por una resistencia particular a la participaci¨®n de las regiones en la construcci¨®n europea?
R. Si me lo permite, creo que ese tipo de opiniones forman parte de nuevo del t¨®pico. Espa?a es probablemente el Estado m¨¢s profundamente descentralizado de la Uni¨®n Europea. M¨¢s que Alemania. Por lo tanto, no tiene por qu¨¦ tener ning¨²n complejo al respecto. Dicho esto, lo que creo que no es conveniente es que alguien intente aprovechar el debate sobre el futuro de Europa para cuestionar algo que hemos resuelto los espa?oles a trav¨¦s del pacto institucional. Y ¨¦se es el l¨ªmite que pone el Gobierno espa?ol, pero no otro. No nos parece razonable que se debata a nivel de una convenci¨®n sobre el futuro de Europa ni en el marco de una Conferencia Intergubernamental lo que ya define el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n. Nada m¨¢s ni nada menos que eso. Y creo que eso es dif¨ªcilmente rebatible.
P. La sexta prioridad de la presidencia espa?ola es potenciar la pol¨ªtica exterior comunitaria, y Oriente Pr¨®ximo es el campo m¨¢s urgente de acci¨®n diplom¨¢tica. Cualquier esfuerzo est¨¢ condicionado por la posici¨®n determinante de Estados Unidos. ?Cree usted que es posible desasarrollar la relaci¨®n entre Europa y EE UU, como se plantea Espa?a, sin que Washington adopte una actitud m¨¢s firme en pro de la paz?
R. La relaci¨®n entre Europa y Estados Unidos tiene que ser una relaci¨®n plena, completa, que intente cubrir todos los puntos de la agenda. Tenemos que avanzar tambi¨¦n hacia el planteamiento de posiciones comunes respecto a determinados conceptos regionales, y creo que eso, que se ha dado en los Balcanes y en Afganist¨¢n, tiene que darse tambi¨¦n en el conflicto de Oriente Pr¨®ximo. Si somos honestos con la historia reciente, debo decir que probablemente es dif¨ªcil que encontremos mayor convergencia de criterios entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos que la que est¨¢ habiendo en estos momentos. Eso en el pasado no ha sido as¨ª, pero s¨ª en los ¨²ltimos momentos de la presidencia de Clinton, y est¨¢ volviendo a ser as¨ª ahora, con matices si se quiere.
P. La convergencia con Washington es m¨¢s evidente en la lucha antiterrorista que en el problema de Oriente Pr¨®ximo.
R. Yo creo que ah¨ª tambi¨¦n se produce una cierta convergencia respecto a la apreciaci¨®n de ser muy contundentes y muy claros respecto a la condena de actos terroristas en Oriente Pr¨®ximo. Pero creo que es muy bueno lo que est¨¢ pasando, y es que la leg¨ªtima lucha de los palestinos por la liberaci¨®n de sus territorios debe ser perfectamente separable de la comisi¨®n de actos terroristas. Hasta ahora, eso muchas veces no ha sido as¨ª y creo que ya estamos en condiciones de ser muy claros y muy rotundos en este aspecto. Pero siendo muy claros y rotundos en este aspecto, debemos ser tambi¨¦n muy claros y rotundos en que en el origen del problema est¨¢ la existencia de unos territorios ocupados de forma contraria a la legalidad internacional.
P. Los pa¨ªses n¨®rdicos opusieron muchas resistencias en la UE a declarar a Ham¨¢s y a Yihad Isl¨¢mica organizaciones terroristas.
R. ?ste es un debate muy dif¨ªcil, en el que muchos pa¨ªses expresan tremendas dificultades. Pero yo creo que los espa?oles podemos tener una aproximaci¨®n muy clara y muy pragm¨¢tica al fen¨®meno.
P. ?No le preocupa llegar a la cumbre euromediterr¨¢nea de Valencia en tan malas relaciones con Marruecos?
R. A m¨ª me preocupa la relaci¨®n con Marruecos con independencia de otras circunstancias. Es algo que creo que nos debe preocupar en s¨ª mismo. Que nadie tenga ninguna duda al respecto: Espa?a tiene un clar¨ªsimo inter¨¦s, no s¨®lo en tener una relaci¨®n normal, sino en tener una relaci¨®n amistosa, estrecha, profunda con Marruecos. Marruecos es estrat¨¦gico, es vital. Nadie est¨¢ m¨¢s interesado que Espa?a, no digo que no haya pa¨ªses tan interesados como Espa?a, pero no m¨¢s interesados, en que Marruecos se desarrolle desde el punto de vista pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Dicho esto, s¨¦ que estamos en otro debate sobre c¨®mo debemos asentar las bases para una relaci¨®n de fondo entre Espa?a y Marruecos que no genere estas fluctuaciones que casi se hacen habituales. Y ¨¦se es ahora mi principal inter¨¦s. El Gobierno espa?ol har¨¢ todo lo necesario para que esto se pueda hacer de esta forma. Y quiero tener la convicci¨®n de que el Gobierno de Marruecos quiere exactamente lo mismo.
P. ?Cree que la Conferencia Europa-Am¨¦rica Latina de Madrid podr¨¢ hacer algo por la crisis argentina?
R. Si Argentina afronta su crisis con un nuevo Gobierno que merezca la confianza de la mayor¨ªa de los argentinos y que pueda hacer planteamientos serios a la comunidad internacional, y merecer el apoyo de los organismos financieros internacionales, la cumbre de mayo puede ser una magn¨ªfica oportunidad para reforzar esto.
P. ?Por qu¨¦ el presidente del Gobierno ha considerado oportuno nombrar un representante de la presidencia europea en Afganist¨¢n cuando ya exist¨ªa otro nombrado por el Consejo, bajo la direcci¨®n de Javier Solana?
R. Yo creo que sobre esto hay una gran confusi¨®n. Habida cuenta de que Espa?a asume la presidencia de la Uni¨®n, nos parec¨ªa natural que, como hemos estado mucho tiempo fuera de ese pa¨ªs, Espa?a, no la UE, tenga una persona en Afganist¨¢n que reporte directamente al Gobierno espa?ol, no a la presidencia, aunque, por razones pr¨¢cticas, se integrar¨¢ en el equipo del representantes de la Uni¨®n Europea. Y eso es exactamente lo que hay.
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