Schr?der se distancia del ¨ªmpetu liberalizador de Aznar, Blair y Berlusconi

Alemania no est¨¢ dispuesta a ir mucho m¨¢s all¨¢ de las declaraciones generales en el Consejo Europeo de Barcelona, en el que el Reino Unido, Italia y Espa?a pretenden impulsar cuestiones como la liberalizaci¨®n de los mercados energ¨¦ticos, laborales y financieros. Estos esfuerzos no deben dejar de lado la 'responsabilidad social de los gobernantes', seg¨²n destac¨® ayer el canciller socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der, tras entrevistarse con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. En la capital alemana, Aznar pronunci¨® un discurso sobre los retos que afronta la educaci¨®n en Europa.

Tras una hora de conversaci¨®n sobre los temas que se tratar¨¢n en el Consejo Europeo que se iniciar¨¢ en Barcelona el viernes de la semana pr¨®xima, Aznar y Schr?der mantuvieron un breve encuentro con la prensa, en el que ambos recalcaron que las perspectivas para una pronta recuperaci¨®n econ¨®mica han mejorado notablemente en los ¨²ltimos tiempos. Ya sobre la agenda misma de la cumbre, las declaraciones fueron muy diplom¨¢ticas, aunque dejaron entrever perspectivas muy distintas.

Mientras Aznar solicit¨® impulsar todas las pol¨ªticas necesarias para alcanzar la meta del 'pleno empleo', su hom¨®logo alem¨¢n hizo hincapi¨¦ en el necesario equilibrio entre estas reformas y la 'responsabilidad social' de quienes gobiernan.

Esta postura encaja con otra, asumida por Schr?der en un Consejo de Ministros de la semana pasada en el que, seg¨²n el diario Financial Times Deutschland, arremeti¨® contra proyectos europeos como la directiva sobre las ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA) y las pretensiones de seguir liberalizando el mercado laboral y financiero.

Estas filtraciones no han sido desmentidas, aunque s¨ª relativizadas por fuentes gubernamentales Las mismas fuentes subrayan que el canciller tiene la sensaci¨®n de que Bruselas y varios pa¨ªses europeos, con su af¨¢n liberalizador, est¨¢n haciendo caso omiso de las particularidades del tejido industrial alem¨¢n y del esfuerzo que ha supuesto y sigue suponiendo la reunificaci¨®n del pa¨ªs. Berl¨ªn mantiene desde hace a?os un pulso con Bruselas acerca de la legitimidad de las subvenciones y ayudas que concede a grandes empresas que deciden invertir en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA).

Schr?der tambi¨¦n ha arremetido contra el aviso que la Comisi¨®n Europea pretend¨ªa enviar a Berl¨ªn por acercarse peligrosamente al 3% del d¨¦ficit p¨²blico, contra la propuesta de liberalizar a fondo el mercado de los autom¨®viles en Europa y contra las supuestas trabas burocr¨¢ticas europeas en los esfuerzos de pacificaci¨®n en los Balcanes. Estos disgustos han precipitado llamamientos a la calma por parte de los cruciales ministros de Exteriores (Joschka Fischer) y Hans Eichel (Finanzas).