Paisaje despu¨¦s de la batalla
Con esa corbata roja de las grandes ocasiones, se present¨® Bot¨ªn ayer ante los casi 1.000 ejecutivos llamados a la IV Convenci¨®n Anual del Santander Central Hispano. La reuni¨®n llegaba llena de morbo por la pelea de poder que protagoniz¨® con Amus¨¢tegui durante el pasado ejercicio. Se esperaba un Bot¨ªn triunfante, exuberante; pero se present¨® con la tranquilidad que da tener el mando bajo control total. El banquero fue menos torrencial que otros a?os; pero tan categ¨®rico como siempre.
De aquella crisis, casi ni palabra. S¨®lo un recuerdo, sin calificativos: 'Quiero recordar a Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui, que como todos saben adelant¨® su salida el a?o pasado'. Hubo otro para su amigo Antonino Fern¨¢ndez, el due?o de la cerveza Coronita, al que ha nombrado presidente del Consejo Asesor Internacional del banco tras pedirle que dejara el consejo. Y una cita de Romanones: 'Hay cosas que si se pierden cuesta mucho recuperar: la cartera con dinero y el buen nombre'. Sobre esta cuesti¨®n, el nombre, Bot¨ªn, que en los 47 minutos que dur¨® su discurso tuvo como tel¨®n de fondo la foto de la sede central del banco en el Paseo de Pereda, ha apostado fuerte por restituir la denominaci¨®n ¨²nica de Santander.
De lo dem¨¢s, pocas sorpresas: referencia a Argentina, con m¨¢s optimismo que hace unas semanas, y sus obsesiones inquebrantables: m¨¢s trabajo ('ma?ana y tarde, menos burocracia, reuniones las m¨ªnimas y cortas, menos papeles') y menos costes. Alent¨® la 'meritocracia', que 'forma parte de nuestra cultura'. El que cumpla, 'ser¨¢ recompensado'. Para muestra de recorte de gastos, Bot¨ªn se?al¨® la reducci¨®n a m¨¢s de la mitad del n¨²mero de asistentes. 'Nos hemos ahorrado 70 millones, que tambi¨¦n cuenta'. Luego dio una peque?a lecci¨®n de antropolog¨ªa: 'Hay que jibarizar el peso de los servicios centrales, ya saben, como los j¨ªbaros que reducen las cabezas al tama?o de un pu?o'. Pero los sindicatos, que ayer echaron en falta autocr¨ªtica sobre la pol¨ªtica de recursos humanos, le censuran la jibarizaci¨®n que sufre la plantilla y la red de oficinas, insuficiente para una buena calidad de servicio.
Otra obsesi¨®n: la 'escasa' presencia de mujeres (all¨ª estaba ayer Paulita, en primera fila, la telefonista que lleva 47 a?os en el banco, a la que invit¨® en la convenci¨®n del a?o pasado). Bot¨ªn pidi¨® el a?o pasado que asistieran un 25% con escaso ¨¦xito: la cifra se qued¨® en el 18%. Ayer, tir¨® de mando y se arrog¨® la potestad de adjudicarse un cupo 'particular' para invitar a un 10% de los asistentes. 'Y ser¨¢n se?oras', dijo.
Hubo las alabanzas de siempre y citas a algunos directivos. Muchos se quedaron sin hueco en el discurso, como otros a?os, y eso para muchos es mejor, porque suelen ir acompa?adas con los recados envenenados a que acostumbra el banquero c¨¢ntabro.
No pod¨ªa dejar de sacar a colaci¨®n a Sun Tzu y su Arte de la Guerra con una cita que tambi¨¦n gustaba al Che Guevara: 'La victoria es de los que creen en ella'.
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